ESPN Los Angeles
Gonzalo Aguirregomezcorta 9y

Cambios no evitan la desesperación

LOS ÁNGELES -- Llegaron los cambios en Los Angeles Lakers y continuaron las derrotas (5-16). Esta vez los Pelicans de Nueva Orleans fueron los encargados de sumir a los angelinos en otro despropósito más. Como ya avisó tras la derrota ante Boston Celtics, Byron Scott realizó dos variaciones en la alineación titular. Ronnie Price (tres puntos y tres asistencias) entró por Jeremy Lin (tres puntos y cuatro asistencias) y Ed Davies (12 puntos y siete rebotes) hizo lo propio por Carlos Boozer (12 puntos y seis rebotes).

Los laguneros comenzaron la cita con decencia en el que fue el tercer quinteto inicial diferente que utilizó el coach esta temporada. Sin embargo, a medida que el partido iba avanzando, los púrpura y oro empezaron a darse cuenta de que no era su noche de cara a canasta, algo que les acabó afectando en los demás aspectos de su juego. El 25.0 por ciento de efectividad que tuvieron en el primer periodo (7/28) y el 33.3 por ciento con que llegaron al descanso (17/51) hizo que los pupilos de Scott acabaran perdiendo el norte en la segunda parte de la cita.

"Creo que empezamos bien el partido", afirmó el coach. "Mi preocupación con este partido era lo que finalmente sucedió: empezamos a fallar lanzamientos. Cuánto más fallamos, más nos desanimamos. Estuvimos pendientes de que no entraban los tiros y dejamos de jugar en defensa. Desde el tercer cuarto, nuestro ánimo cayó porque no estábamos anotando", argumentó.

Fue entonces cuando los Pelicans, capitaneados por Anthony Davis (23 puntos y seis rebotes), Jrue Holiday (22 puntos, ocho asistencias y cuatro rebotes), Omer Asik (11 rebotes y ocho puntos) y Ryan Anderson desde la banca (11 puntos y 10 rebotes) pisaron el acelerador para dejar casi sentenciado el encuentro. La energía de los Lakers se desvaneció, llegaron los fantasmas de citas pasadas y el equipo sumó una derrota más que le mantiene como el segundo peor equipo de la Conferencia Oeste.

Los cambios no surtieron un efecto inmediato, como era de esperar. La idea de Scott es darle unos 15 o 20 partidos a los recién incorporados al equipo titular para que se acostumbren a jugar con los por ahora intocables, Kobe Bryant (14 puntos y cuatro asistencias), Jordan Hill (ocho puntos y siete rebotes) y Wesley Johnson 10 puntos y tres asistencias).


BOOZER SE LO TOMÓ MAL

La variación que ha realizado Scott ha tenido consecuencias inmediatas en el ánimo de los jugadores afectados. Boozer se tomó mal salir del equipo titular. "Se lo dijeron ustedes antes que yo", se refirió a los periodistas en tomo distendido. "El que no estuviera contento me puso a mí contento", prosiguió.

Lo contrario hubiera sido el síntoma de una desgana capaz de traspasar su presencia en la duela. El ala-pívot fue señalado por su mal trabajo defensivo, donde en 21 encuentros tan solo ha podido bloquear un lanzamiento. Las facilidades en la pintura estaban siendo demasiadas y Scott lo vio claro. Boozer se marchó rápido del vestuario, visiblemente contrariado.

El caso de Lin es parecido. Tampoco le sentó bien la decisión, aunque la acató sin protestar.

"No estoy preocupado por si afecta a su confianza. Hablé esta mañana con él. Estaba bien con la decisión. Entendió que de la manera en la que estábamos jugando como equipo, había que hacer cambios", explicó. Lin, por su parte aseguró no tener remordimientos sobre las actuaciones de sus 20 partidos como armador titular.

"Miro atrás y pienso que jugué buenos partidos. Algunos estuve fuera, otros estuve genial, como el resto. Es un proceso para mí y para todos, sé que esto puede cambiar de una noche a otra", aseguró.

Tanto Price como Davies cumplieron, pero el efecto no tuvo impacto alguno en el equipo. Scott quedó satisfecho con la labor de ambos y especificó en que Davis cumplió con el requerimiento: no acumular faltas. Finalizó la cita sin cometer ninguna personal y llegó a bloquear dos balones en el que fue su segundo partido como titular.

La plantilla se pondrá manos a la obra esta semana para que los jugadores se acostumbren a las variaciones. El próximo encuentro será el martes ante Sacramento Kings en la que será una oportunidad para comprobar si la maquinaria comienza a engrasar.

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