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La carta abierta de Kobe Bryant

MINNEAPOLIS -- Se acabó el partido entre Los Angeles Lakers y Minnesota Timberwolves y las cámaras se postraron sobre la figura de Kobe Bryant. Todos querían rescatar sus primeras palabras tras superar a Michael Jordan en la tercera posición de máximos anotadores de la historia de la NBA. Acto seguido se retiró al vestuario junto a sus compañeros, el cuerpo técnico y sus 32 mil 310 puntos bajo el brazo.

Llegaba el turno de la conferencia de prensa. La sala era pequeña y la decena de cámaras que se colocaron justo en frente de él dejaban poco espacio para los reporteros, que se hacinaron a los costados del cuarto. Entonces llegó un utillero de la organización y colocó un barreño con agua helada bajo la mesa. La presencia de Bryant era inminente.

Llegó, acomodó los pies en el hielo y comenzó a dejar titulares. "Juego por el respeto de los grandes". "Aprecio jugar durante tanto tiempo". "Valoro el baloncesto más porque estoy llegando al final". "Estoy acostumbrado a ser el villano, me tomó algo de tiempo ajustarme", manifestó sobre la ovación que recibió por parte del público de Minneapolis. "La naturaleza competitiva es algo que asusta a mucha gente, sólo hay que ver el discurso de Jordan cuando se retiró". "Todo el mundo vio los momentos estelares de Jordan, yo vi su juego de piernas, la manera en la que espaciaba, sus tiempos". "Jugar contra Wiggins me hizo recordar mi primer año contra Michael". "Nunca tuve un rival como Jordan o Larry Bird".

Cuántas historias saldrían de la comparecencia de prensa del domingo. Así es Kobe, una máquina de soltar titulares, un jugador que habla desde la sinceridad con una facilidad pasmosa.

"ZERO"

Un día después del revuelo, Kobe volvió a sorprendernos. El jugador de los Lakers firmó una carta publicada en 'The Players Tribune' en la que puso letras a los pensamientos que rondaban su cabeza. Quiero pensar que realmente la escribió él, que después de la gloria de una noche de ensueño, se marchó al aeropuerto, de ahí partió junto al resto del equipo a Indianapolis, que llegó a la habitación de su hotel y en lugar de conciliar el sueño, plasmó el recuerdo de una época que mantiene muy viva: cuando con 12 años de edad, no fue capaz de anotar ningún punto mientras jugaba en la Philadelphia Sonny Future Hill League.

"Mi padre Joe 'Jellybean' Bryant y mi tío John 'Chubby' Cox eran leyendas la Future League en aquellos tiempos (...) ¡Estaba poniendo en vergüenza a mi familia!", escribió un Kobe que con esa edad y esa precocidad competitiva se planteó tirar la toalla y dedicar sus esfuerzos al fútbol, un deporte que le cautivó desde sus años en Italia, donde se crió tras los pasos de su padre, quien jugó en la 'Bota de Europa' desde 1984 a 1991.

"Es ahí donde se forjó mi admiración y respeto por MJ. Me enteré que le habían echado del equipo de high school en su primer año; aprendí que él supo cómo sienta la vergüenza, el sentirse un fracasado. Pero él utilizó esas emociones como combustible, le hizo más fuerte, no tiró la toalla. Así que decidí afrontar el reto de la misma manera. Utilizaría mi fracasos como el combustible para que la llama de mi competitividad siguiera ardiendo. Me obsesioné con probar a mi familia - y más importante, a mí mismo - que PUEDO HACER ESTO".

Kobe explicó en la carta que fue entonces cuando se puso manos a la obra. Aprendió los aspectos fundamentales del básquetbol, la historia, los jugadores... Se propuso no tener otro verano con su casillero en cero nunca más.

"Veinticuatro años después, sobrepasé a mi muso", apuntó sobre Jordan. "No sería el chico que se recuperó después de estar en cero y no estaría honorando al hombre que me inspiró para que todo fuera un reto", sentenció antes de dar las gracias por el "amor y el apoyo" que recibe.

"Aunque el villano que hay dentro de mí se niegue a reconocerlo todo el tiempo".

Villano, genio y figura.