Brandon McCarthy ha regresado a su natal sur de California, donde espera sentar cabeza y establecerse como jugador del equipo que admiraba cuando era niño: los Dodgers de Los Ángeles.
El lanzador derecho, quien se comprometió por cuatro años con la institución asentada en las lomas de Chávez Ravine, se mostró decidido a "dejar una huella en esta organización," aseguró el serpentinero de 31 años de edad, durante una conferencia telefónica, realizada este martes.
"Uno de mis primeros recuerdos, como aficionado al béisbol, es cuando mi padre disfrutaba de las hazañas de Orel Hersheiser", evocó el oriundo de Glendale, California, aunque creció en la vecina Pasadena, refiriéndose al último lanzador que le diera al equipo un triunfo para ganar una Serie Mundial, en el ya lejano 1988.
Desde su primera aparición en la gran carpa, en la temporada 2005, McCarthy acumula una hoja de trabajo con 52 triunfos, 65 tropiezos y una efectividad de 4.09, en una trayectoria de nueve campañas repartidas entre los Medias Blancas de Chicago (2005-06), Vigilantes de Texas (2007-09), Atléticos de Oakland (2011-12), Diamondbacks de Arizona (2013-14) y Yankees de Nueva York (2014).
"Ciertamente, el no poder lograr una identidad con alguna organización, es algo desgastante, aunque uno sabe que los equipos están cambiando constantemente", reconoció el abridor, más que ilusionado, luego de que este martes se hiciera oficial su nexo con los Dodgers por los próximos cuatro años.
Se espera que el diestro se convierta en el cuarto lanzador dentro de la rotación de abridores a disposición del timonel Don Mattingly, junto a Clayton Kershaw, Zack Greinke y Hyun-Jin Ryu.
"Ha venido trabajando en el gimnasio para aumentar la masa muscular de mi torso", destacó el nuevo serpentinero de los Dodgers, quien considera que lo mejor de su carrera está por venir, luego de que en el 2014, como jugador de los D'backs y los Yankees, lograra marca de 10-15, y efectividad de 4.05, en 32 juegos iniciados.
McCarthy estableció marcas personales con sus 10 victorias, número de ponches (175), y entradas lanzadas (200).
"Siento que he dejado atrás lesiones que me han impedido ser un lanzador de otro nivel", señaló el surcaliforniano, quien el 5 de septiembre de 2012, mientras defendía los colores de los Atléticos, sufrió un pelotazo en el parietal derecho, producto de un batazo de Erick Aybar, en un juego frente a los Angelinos de Los Ángeles, un impacto que le produjo una fractura craneana, una hemorragia y una conmoción cerebral.
"Tuve un desvanecimiento luego de mi lesión en la cabeza", explicó Brandon, al referirse a un incidente ocurrido en junio de 2013, que fue diagnosticado por los especialistas, como secuela del pelotazo y la operación encefálica a la que fue sometido un año antes, aunque, también fue declarado apto, físicamente, para continuar su carrera.
"Había perdido trece libras. Sentí que físicamente estaba muy mal y decidí que debería estar más fuerte y me puse a trabajar en un gimnasio de Dallas", detalló McCarthy, quien también estuvo sometido a un trabajo de rehabilitación por una lesión en su hombro derecho.
Sin embargo, hoy McCarthy se declara listo, física, mental y emocionalmente, para encarar este nuevo reto en su carrera.