<
>

Kobe asume nuevo rol en su regreso

LOS ÁNGELES -- El jugador de Los Angeles Lakers Kobe Bryant había estado apartado de las duelas durante los tres partidos anteriores a la derrota que sufrió este domingo el plantel angelino ante Phoenix Suns (116-107).

El primer encuentro que se perdió, el jugado ante Golden State Warriors, supuso la afirmación de que sus compañeros estaban preparados para jugar bien sin su estrella. Sólo fue un partido porque después de la victoria ante sus vecinos del Norte, los laguneros no pudieron repetir ante Chicago Bulls y Dallas Mavericks, donde, además de caer derrotados como visitantes, mostraron una preocupante falta de efectividad a canasta (37.6 por ciento en tiros de campo entre los dos encuentros).

Kobe volvió en el último partido del año ante sus fans, justo siete días después de participar en su juego más reciente antes del parón obligado por el cansancio y las molestias generalizadas que sufrió (rodillas, espalda, tobillos, metatarsos, piernas...). ¿Por qué regresó ahora y no antes o después?

"Porque mi cuerpo no me estaba matando. Hay que ser listo y mantener los minutos reducidos", afirmó Kobe. "No estoy tan dolorido. Dos o tres minutos marcan la diferencia, especialmente el tipo de minutos que juego", explicó.

Ante los Suns, las demandas parecían claras desde el principio: no aguantar toda la carga ofensiva del equipo en los 32 o 33 minutos que Byron Scott había ideado que jugara. Hacía falta que le diera una dosis de confianza a sus compañeros (más por lo mostrado ante los Warriors que por el trabajo frente a los Bulls y los Mavs).

"Será difícil. Tendré que hacer mucho en defensa y eso me carga y hace que mi trabajo sea más difícil. Tengo que tratar de jugar sencillo, pasar a mis compañeros cuando están abiertos. Creo que eso reduce la cantidad de trabajo cada día", señaló.

RÉCORD DE TEMPORADA EN MÍNIMO DE TIROS
El domingo, Kobe (10 puntos, ocho rebotes y siete asistencias) lanzó a canasta en 10 ocasiones. Se trata del menor número de intentos que ha tenido en toda la temporada, algo que llega justo después de tener marcas preocupantes como el 8/30 ante Sacramento Kings hace una semana, el 3/15 del juego anterior frente a Oklahoma City Thunder o el 8/26 ante Indiana Pacers. Podríamos estar todo el artículo nombrando partidos donde además de aventurarse a lanzar a canasta en demasía, Kobe no tuvo el punto de mira afinado. Mantengámonos en el 7.1/21.2 de media en diciembre o el 9.4/24.0 en noviembre.

"Puedo forzarlo pero si las defensas me lo ponen difícil no seré capaz de superarles", indicó Kobe. "Tan simple como eso. Si me hacen dobles o triples marcas... Si lo hago con tres jugadores todo el mundo se quejaría. Intento hacer el juego simple. A veces creas lanzamientos y otras no".

El cansancio y la necesidad de que sus compañeros sean más productivos han hecho que Kobe dé un paso atrás, que deje de lado su más que justificada obsesión por ser el encargado de asumir la responsabilidad de los lanzamientos en los momentos clave de los encuentros.

LA CLAVE: DELEGAR
En el último periodo ante los Suns, Kobe tan solo intentó un triple. El resto de los balones que tuvo en su poder fueron para crear juego. Su mirada en las posesiones que estaban en sus manos iban dirigidas en su gran mayoría a Jeremy Lin (19 puntos), Wesley Johnson (14 puntos) y a un Nick Young (21 puntos) que se mostró más acertado que en las citas anteriores.

"Me alegré que Kobe estuviera de vuelta. Todos necesitábamos eso. Compartió la pelota esta noche. Trabajó para volver a este partido y acabó siendo la Mamba", apuntó Young, quien se congratuló por la confianza que Kobe tiene en él. "Kobe fue mi jugador favorito cuando crecí. El que me hable y me diga que venga a agarrar la pelota cuando él está ahí, eso es tener mucha confianza", agregó.

Esa misma confianza es la que ha hecho que el mensaje de Scott haya calado en Kobe. Competitivo por naturaleza, las circunstancias le han obligado no sólo a descansar en prácticas y partidos, sino quedar en un segundo plano en el apartado ofensivo y delegar más en sus compañeros. Un nuevo rol donde ha sido clave la confianza que Kobe tiene en su coach.

"Tuve una conversación abierta y honesta con él y hablamos de ello. Él pensó que era lo mejor que había que hacer. Yo estuve de acuerdo", agregó. Le tengo mucha confianza. Hablamos mucho de todo y sé que eso se queda entre nosotros. Confío en su juicio y le tengo la confianza suficiente como para abrirme a él. Eso hace que las cosas sean fáciles", sentenció.