<
>

Byron Scott reconoce error con Kobe

LOS ÁNGELES --Kobe Bryant tampoco participó en el encuentro entre Los Angeles Lakers y Portland Trail Blazers. Se trató del sexto juego que se pierde en las últimas 11 citas después de haber participado sin restricciones en los 27 primeros partidos de la temporada regular (y seis de pretemporada).

Tras anunciar su ausencia dos horas antes del compromiso ante el segundo equipo con mejor balance de la Conferencia Oeste, Byron Scott confesó que se arrepiente de haber cargado tanto a su jugador estrella al comienzo de la campaña.

"Ojalá hubiera limitado sus minutos a 32 y lo hubiera sentado en la segunda noche de partidos consecutivos", apuntó. "Es nuestra primera vez, nos estamos conociendo y jugó esos minutos sin quejarse. Como hombre, ojalá no lo hubiera hecho", incidió.

En esos 27 primeros encuentros en 55 días en los que Kobe firmó como presente, que desprenden una media de un partido cada dos días, el jugador promedió 35.4 minutos por juego. En 17 ocasiones, participó un total de 35 minutos o más, y cinco veces estuvo sobre la duela 40 o más minutos (44 minutos en dos partidos). Además, jugó un total de seis encuentros consecutivos.

Las cifras son muy elevadas para tratarse de un jugador de 36 años de edad que lleva 19 años en el máximo nivel y que se acaba de recuperar de una lesión en el tendón de Aquiles y una fractura en la rodilla. En un año y medio, Kobe solo jugó seis encuentros antes de iniciar el campamento de esta temporada.

"Le tengo mucha confianza, pero no tomé seriamente el hecho de que se perdiera todo el año y regresara a jugar. Sabía que le iba a tomar tiempo, pero viendo sus entrenamientos quizás estuve demasiado confiado en que podía manejar esos minutos", argumentó un Scott que entonó el mea culpa.

"Desde que corté sus minutos pensé que su carga era demasiada. Mi número era alto y su número estaba bien. Su eficiencia ha sido mucho mejor. Creo que ahora ambos tenemos una mejor idea. Ha mostrado que tiene mucho en el tanque todavía", destacó el coach.

Tras sus primeros tres encuentros de descanso y después de que Scott redujo sus minutos a 32 o menos, Kobe mostró un buen estado físico. Participó en cuatro encuentros y se erigió como el máximo anotador (17.0 ppj), máximo asistente (8.0 apj) y líder en rebotes (8.5 rpj) de su equipo.

Volvió a descansar cuando los Lakers visitaron Portland el 5 de enero y en su reaparición frente a Los Angeles Clippers el día 7 de enero firmó su peor actuación del año (empatada con la peor de su carrera con 28 minutos de juego) tras alcanzar cuatro puntos (2/12 en tiros de campo). Desde entonces, ha estado inactivo en dos juegos.

"Si sus piernas están bien, su cuerpo está bastante bien y no está sintiendo dolor o algo así, entonces seguiremos adelante. Fue sobrecarga. Mi número era más alto. Lo hice jugar en mi número y creo que eso contribuyó al desgaste. Quizás no parezca demasiado, un minuto o dos, pero a la larga lo es. Quiero que esté bien no sólo para esta temporada, sino también para la que viene", apuntó.

El propio Kobe confesó hace unos días que esos dos minutos por partido marcan la diferencia de una manera notoria y siempre respaldó la decisión de gestionar más sus tiempos. Hasta el momento se está mostrando dispuesto a colaborar con las decisiones del coach, algo que no sucedió durante su carrera, cuando su competitividad siempre le hizo querer estar sobre la duela el máximo tiempo posible. Esto también sucedió con Mike D´Antoni antes de partirse el tendón de Aquiles en abril de 2013.

A partir de ahora, Scott cuenta con darle descanso en uno de los juegos consecutivos que tengan los Lakers hasta final de temporada, un momento en el que los playoffs parecen un objetivo improbable. ¿Qué sucederá entonces con Kobe? ¿Se le dará más descanso para que llegue a tono en la próxima temporada, la última de su contrato?

"No lo he pensado todavía. No he llegado a eso. Quizás luego del descanso por el Juego de Estrellas empecemos a hablar de eso, si es necesario. En este momento no es algo que hayamos discutido".

Scott y Kobe siguen dando palos de ciego ante una situación llena de variantes. La competitividad del jugador y la coherencia sobre la realidad se unen a una ecuación en la que priman el paso del tiempo y la carga de trabajo.