<
>

Lillard, la estrella que le faltó a Lakers

LOS ÁNGELES -- La derrota de Los Angeles Lakers frente a Portland Trail Blazers (106-94) contó con un elemento diferenciador evidente: Damian Lillard (34 puntos y siete asistencias). Tal y como sucedió hace menos de una semana, el armador volvió a marcar la pauta del equipo de Oregón con una versatilidad abrumadora. Si en la cita anterior fue capaz de alcanzar los 39 puntos, en esta ocasión se convirtió de nuevo en la pieza clave de un puzzle que encaja a la perfección para el plantel dirigido por Terry Stotts.

"Comenzamos a llevar a cabo algunas jugadas y fui capaz de soltarme. Nuestro jugadores interiores hicieron un gran trabajo en las transiciones en mitad de cancha y completando pantallas sólidas. Fui capaz de tener a jugadores grandes que bloquearan a mis rivales y hacer jugadas. Después los tiros comenzaron a entrar", destacó el base de los Trail Blazers.

Lilllard descosió el descosido de los Lakers en todas las facetas de su juego. Su balance de 13/23 en tiros de campo (4/8 en triples) y sus últimos pases fueron tan solo la extensión de un descaro elevado a la máxima potencia. Su velocidad y efectividad en los momentos clave le valieron la victoria a un plantel que se erige como el segundo mejor equipo de la Conferencia Oeste (30-8) pero que no demostró ser tan superior a unos Lakers (12-26) que figuran en la penúltima plaza de la Conferencia.

Para el recuerdo quedará la magistral clavada que realizó ante Jordan Hill y Ed Davis. "No diría que es una clavada tipo Russell Westbrook", confesó ante la comparativa de un reportero.

"Tan solo fui arriba para completar una clavada, me llevé algo de contacto y saqué un más uno. Sabía que en ese punto, el partido se estaba poniendo muy físico. Podíamos sacar más ventaja y sabía que tenía que ir duro, así que lo hice", apuntó Lillard.

Los laguneros se mantuvieron pegados al encuentro hasta el último periodo, al que llegaron con tres puntos de desventaja sobre sus rivales (72-69) y después de haber permitido una diferencia en contra de ocho puntos en 12 cambios de liderazgo en el luminoso.

Entonces comenzó el verdadero recital de Lillard, quien en nueve minutos del cuarto periodo convirtió el mismo número de puntos que en los 27 minutos que se repartió en los otros tres cuartos: 17.

"Creo que nuestro equipo compitió pero Damian (Lillard) fue demasiado al final. Tienen a una superestrella y se hizo cargo del partido como muchas de las superestrellas hacen. Se echó el equipo a sus espaldas. Desde el punto de vista del esfuerzo, estoy muy complacido con lo duro que jugamos y por cómo competimos. Simplemente no tuvimos los suficiente para el final", argumentó el coach de los Lakers, Byron Scott.

Él fue el culpable de abrir la brecha y de aniquilar a un plantel al que le faltó una figura capacitada para marcar la diferencia. Kobe Bryant no jugó por sexta vez en los últimos 11 partidos y Nick Young (nueve puntos con 3/11 en tiros de campo y 1/8 en triples) estuvo desaparecido, una pauta que se está repitiendo en los últimos encuentros.

De esta manera, las canastas de Lillard entraron como churros en el último periodo, donde superó el aro en seis de sus ocho intentos de campo con 2/3 triples. Sin duda se trató de un artista sobre la duela del Staples Center capacitado de mantener en sus asientos a un personal que apenas se marchó aun cuando la cita estaba vista para sentencia.

"Convirtió grandes canastas. Le intentamos presionar. Le intentamos atrapar en ocasiones, pero es un jugador estupendo. En cuanto al básquetbol no he visto nada que no pueda hacer. Es muy bueno. Está a la altura de los mejores armadores de la liga", sentenció Scott.