ESPN Los Angeles
Gonzalo Aguirregomezcorta 9y

James y Kobe, sequías tras los éxitos

LOS ÁNGELES -- Las previsiones no son nada halagüeñas para Cleveland Cavaliers esta temporada. Como ha pasado en otras muchas ocasiones, la configuración de un equipo competente, de unos jugadores satélite, algunos marcados por la excelencia, que giren alrededor de un astro imperecedero está lejos de fructificar. Se prevé sequía en el devenir de LeBron James y los suyos en la campaña del retorno a su hogar.

Los precedentes no ayudan a alimentar la esperanza. Los Cavaliers jugarán su cuarentavo partido de la temporada ante Los Ángeles Lakers y al día de hoy no apuntan a erigirse como ese equipo aspirante al título que la mera presencia de James (y su combinación con Kyrie Irving, Kevin Love y demás jugadores consagrados) parecía indicar. Los Cavs asisten a la cita habiendo perdido seis juegos en fila y nueve de los últimos 10 encuentros. Llegan al Staples Center con un balance inferior al .500 de 19-20, una circunstancia que el propio James no vivía desde su año de novato (2003-04), precisamente con su actual equipo (35-47).

Las reglas están para romperlas y siempre ha de existir un espacio para las excepciones, sin embargo, lo cierto es que ningún equipo de la NBA ha logrado alzarse con el anillo de campeón después de haber llegado a los 40 partidos con un récord de .500 o menos. Para alimentar las malas predicciones, la presencia de David Blatt como coach de los Cavs pende de un hilo debido a su incapacidad para hacer funcionar una maquinaria desengrasada. No hay excusas, y ni siquiera la ausencia durante ocho días de su jugador franquicia fue suficiente para cambiar el rumbo su deambular por la cuerda floja. Blatt depende de la productividad de sus jugadores, algo que no está sucediendo.

LeBron regresó el martes tras su lesión. Lo hizo ante Phoenix Suns, donde completó una buena actuación con 33 puntos (11/18 en tiros de campo), siete rebotes y cinco asistencias. No fue suficiente y los Cavaliers cayeron sin remedio. Otra vez más y Blatt sigue donde estaba: en el punto de mira. Si se produjera la destitución de la que todo el mundo habla, el equipo tendría otra piedra en el camino a efectos históricos: sólo tres equipos de la NBA fueron capaces de quedar campeones con un cambio de coach en plena temporada (Miami Heat en 2005-06 con Stan Van Gundy por Pat Riley, Lakers en la 1981-82 con Paul Westhead por Pat Riley y Lakers de nuevo en la 1979-80 con la baja de Jack McKinney por Paul Westhead).

Si hay un hombre que le puede salvar el puesto a Blatt, quien está viviendo su temporada de debut en la NBA tras su periplo europeo, ese es el propio LeBron. Desde que se marchó de Miami, el jugador ha visto caer su porcentaje en tiros de campo de un 56.7 por ciento la temporada pasada a un 49.2 por ciento ésta. Su poca productividad en la pintura está teniendo mucho que ver. No lo intenta tanto y el 61.1 por ciento de efectividad este año está muy alejado del 72.9 por ciento de la pasada o el 70.0 por ciento de la anterior.

Cuánto cambiaron las cosas para LeBron, quien vive su temporada más difícil de los últimos años, después de haber jugado las Finales en cuatro ocasiones consecutivas y de haber vencido dos. Él es para los Cavs lo que Kobe Bryant es para los Lakers. Eso sí, guardando las distancias en términos de eterna lealtad. El uno se fue para volver y el otro ha jugado sus 19 años como profesional en el mismo lugar. Los dos son claves en sus dos realidades distintas y a buen seguro se verán las caras en un partido con dos equipos en horas bajas. Se medirán dos jugadores a los que se les auguran un periodo de sequía tras el chaparrón de éxitos pasados.

Con información de ESPN Stats and Info

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