LOS ÁNGELES -- Con 24 años de edad, Jordan Clarkson se ha convertido en el único haz de luz de una temporada para olvidar en Los Angeles Lakers. El armador vive su mejor momento en el que está siendo su primer año como profesional, algo que no sólo se evidenció en la derrota de su equipo frente a Memphis Grizzlies (97-90) este viernes, sino en los últimos encuentros.
Ante los Grizzlies, Clarkson fue el jugador más destacado de su equipo gracias a sus 25 puntos y seis asistencias, pero también debido al desparpajo que mostró en varias fases del partido. Está asumiendo a la perfección la confianza que le está dando Byron Scott, quien de no contar con él en el tramo inicial de la temporada le está concediendo galones de veterano. Durante la primera mitad de la cita, el jugador fue sin duda el más destacado. El propio Zach Randolph quedó alucinado con el juego de su rival y llegó a preguntar quién era Clarkson en un momento del encuentro.
Ya en la segunda parte, lo que había sido una sorpresa para la defensa de los Grizzlies, la que menos puntos concede de la NBA, quedó zanjado cuando Tony Allen entró en la duela. Considerado como uno de los mejores defensores perimetrales de la liga, el veterano jugador se encargó de frenar el potencial de un Clarkson que quedó eclipsado en el segundo tiempo.
El base, quien recaló en los Lakers después de ser traspasado por Washington Wizards después de elegirle en el puesto 46 del draft de 2014, acumula 17 partidos como titular. Su situación contractual no está definida para el año que viene, aunque las opciones de que los Lakers utilicen la opción sobre el joven jugador cada vez toma más peso. En su debut en la liga, ha logrado dejar en la banca a un veterano como Jeremy Lin al tiempo en que Clarkson sigue cumpliendo con su propósito. En los últimos 10 partidos llegó a los 14.4 ppj y 4.3 apj.
El hecho de que los Lakers sigan a la deriva en esta campaña en la que tan solo han sumado 16 victorias y han caído en 45 ocasiones ha ayudado a Clarkson. Está agarrando una experiencia que quizás no hubiera tenido en otras circunstancias, si Kobe Bryant no estuviera lesionado, o Ronnie Price (también en el dique seco) y Jeremy Lin hubieran mostrado un nivel superior. El armador está haciendo un máster en básquetbol y el margen de mejora es amplio. Si continúa en esta línea, la directiva de los Lakers podrían incluirle en la urgente y necesaria reconstrucción.