Carlos Irusta 10y

Maravilla en la calle 42

NUEVA YORK – Vamos por la Séptima Avenida por la vereda del sol. Y se siente. Es el mediodía en Manhattan y una multitud ordenada busca los puestos de comida -en algunos casos- y la foto para el recuerdo -en muchos otros-. Ha comenzado junio, se acerca el verano y se siente en el cuerpo y en el ambiente. Aunque dicen que en unos días habrá lluvias, este lunes es para disfrutar, caminando rumbo a la calle 42, cerca de Times Square. La cita es con Maravilla Martínez...

Modell's Sporting Goods es una enorme tienda de ropa deportiva, sobre la 42, muy cerca del museo de Madame Tussard o el Teatro de las atracciones curiosas de Ripley, aquel de "Aunque usted no lo crea". Y en el subsuelo, un grupo de periodistas comenzamos casi a molestarnos unos a los otros, porque el espacio es breve mientras que en la vereda, ordenadamente, se van formando los aficionados para ingresar.

La cita era para las 12,15 y apenas un rato después ingresó Maravilla, seguido de su entrenador, Pablo Sarmiento y la doctora Raquel Bordons Cortázar. Un rato más tarde, iban a parecer LouDibella y Miguel de Pablos -amigo y socio de Maravilla-. Semiperdido entre el público, estaba Iran Barkley, aquel de nocaut inesperado a Thomas Hearns, aquel de la tremenda batalla con Roberto Durán...

Por supuesto, el tema es moverse para la prensa, forma directa de promocionar el combate del sábado, en el que Maravilla expondrá su corona de la división de los medianos, CMB, ante el puertorriqueño Miguel Cotto. De hecho, ambos se encontraron un rato antes en el Empire State y también atendieron a miembros de la televisión. La pelea será transmitida para los Estados Unidos por HBO, en el sistema pague-por-ver mientras que, para la Argentina, habrá dos transmisiones con la misma imagen. Por la Televisión Pública, Osvaldo Principi y Víctor Hugo Morales. Por TyC, Sergio Chiarito y Martín Perazzo.

¿Es fácil preguntarle a Maravilla en medio de tantas cámaras? Algo de eso hay. Le piden su opinión sobre los dichos de Freddie Roach, quien aseguró que su pupilo, Cotto, ganará en pocos rounds. "Roach hace muy buenos chistes", dice Maravilla. "Aunque, hablando en serio, hace bien en respaldar a su boxeador, hace lo que puede".

-¿Y en donde te sentís más fuerte, física o mentalmente?

-Que pregunta… Yo agregaría también de corazón…y en los tres casos, estoy muy bien. Muy bien físicamente, muy entero mentalmente y con el corazón dispuesto a dejarlo todo en el ring.

-¿Y cómo estás de acá? –preguntamos, tocándonos la cabeza.
-Mejor que nunca. Mejor que nunca... Y tal vez sea la parte más importante de todas.

-¿Cuánta es la motivación para subir al ring el sábado?
-Desde todos los ángulos, incluyendo que voy a pelear en el Madison, ni más ni menos, y ante un gran campeón como Cotto, si no estuviera motivado, sería grave...

Le comentan que el puertorriqueño no es muy amable con la prensa y se nota en su mirada que, después de todo, el problema es de Cotto.

-Dijo Cotto que no vas a aguantar la presión que le va a poner a la pelea.
-Habría que saber si él va a aguantar la presión que yo le ponga a la pelea, es al revés. El sábado veremos.

El tema de la rodilla, en este momento, ya parece demasiado trillado. De hecho, cuando le vuelven a tocar el tema, sonríe:
-Es más un tema para mi doctora, que está justamente ahí, a un par de metros. Ella hace magia, estoy realmente muy bien...

Hace apenas unos minutos, en un aparte, Pablo Sarmiento nos aseguraba algo similar: "La rodilla está muy bien… y en general, si tuviera que calificarlo de uno a diez, le pondría un nueve… gordo, ja! Fuera de broma, está muy bien, está motivado y muy metido mentalmente en la pelea, y yo creo que esa va a ser la verdadera clave del combate, me parece que Sergio le saca mucha ventaja a Cotto en ese aspecto". Cuando le preguntamos si seguía la idea de poner a alguien "sorpresa" en el rincón de Maravilla, Sarmiento se sonrió: "Bueno, si te enterás de esa sorpresa decímela, porque yo no sea nada y ninguno de nosotros tampoco..."

Martínez respondió unas pocas preguntas más, enfocadas sus respuestas a su buen estado físico y mental –se le nota en la sonrisa y en la claridad de su mirada, que está en un buen momento-, y la posibilidad de una gran victoria. "No sé cuántos argentinos van a venir a verme, pero por supuesto, espero que sean muchos, ya que todo está preparado para que sea una fiesta puertorriqueña". Y, cuando se le volvió a mencionar los problemas de cartel que puso Cotto –aparecer a la izquierda de los carteles, ser anunciado en último momento- lo tomó a risa, diciendo que "Ya se sabe que son problemas de Diva que tiene, está bien… y si eso lo hace feliz, mejor para él. El asunto será con lo que le pase durante la pelea".

El trabajo fue apenas una excusa para las cámaras, porque hizo sombra primero y luego una sesión de manoplas, que se extendió a una media hora. Transpiró lo suficiente como para que fuera sacándose la ropa deportiva y como para que se notara su físico trabajado. Desde el 27 de abril estuvo trabajando en Miami, junto a Pablo Sarmiento -la parte inicial la llevó a cabo Gabriel Sarmiento en España-, y se nota, en las expresiones, que los deberes han sido bien hechos.

Le comentamos sobre el estreno del documental sobre su pelea con Julio César Chávez y sonrió con un "Es cierto, encima eso... por Dios... bueno, ojalá que le guste a la gente, que es lo principal. Me han hecho muy buenos comentarios todos los que la vieron".

Y luego, entre la música, algún cortés empujoncito, y mientras saludaba a todos los que podía -curiosamente, no se escuchó a ningún argentino entre el centenar de asistentes, de los cuales muchos fueron mujeres-, se fue retirando hacia un ascensor. Había terminado el encuentro. Afuera nos esperaba el sol en la vereda, el rimo interminable de la calle 42 y la sensación de que la amenaza de lluvias para esta semana, tal vez debería incluir pronóstico de tormenta por la zona de la Séptima Avenida y la calle 37, donde se eleva, histórico y sugerente, el legendario Madison Square Garden.

O, simplemente, El Garden. El único.

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