NUEVA YORK-- Con clase, dolido por la derrota, pero con clase, el argentino Sergio Martínez no puso pretextos a su derrota y felicitó a Miguel Cotto por su gran noche en el Madison Square Garden para convertirse en el primer Tetracampeón en la historia del boxeo puertorriqueño.
Martínez no se presentó a la conferencia posterior a la pelea, pues aunque no estaba mal, dijeron, pero tuvo qué ser llevado al hospital y no tuvo tiempo para atender ni a la prensa que estaba esperándolo afuera del vestidor.
"Mi entrenador vio cosas que yo no vi desde dentro, paró la pelea y lo respeto", comentó Sergio antes de bajar del ring. "No hay excusas, no hubo nada de la rodilla ni nada de lesiones, simplemente no me pude recuperar del primer golpe que me dio, nunca me pude recuperar", agregó.
Martínez reiteró dos cosas, una que Cotto salió en su noche y otra que ofrecía disculpas a todos porque no pudo dar la pelea que la gente esperaba.
"Nunca se pudo reponer, ya estaba mal de la rodilla, pero en la primera caída se fue todo, ya no quedó nada y no pudo nunca más ganar", comentó Pablo Sarmiento, entrenador del peleador argentino.
Sergio perdió apenas por tercera vez en su carrera, pero quizá fue la más dolorosa y definitiva, pues pudo haber sido la que marcara la diferencia y le ayudara a ser nominado al Salón de la Fama del Boxeo Internacional, situación que parece hoy alejarse.