Bruno Altieri 10y

Finales NBA: las claves del Juego #3

MIAMI (enviado especial) -- Los Spurs derrotaron al Heat 111-92 en el Juego #3 de las Finales NBA y quebraron el invicto de Miami en el American Airlines Arena en playoffs esta temporada. Estas fueron las claves de la victoria del equipo de San Antonio.

El movimiento de balón, surgido de las penetraciones. El arranque del partido fue a pedir de boca para los Spurs. Lograron abrir espacios atacando la llave con insistencia. Kahwi Leonard, Danny Green, Patty Mills, Boris Diaw. Todos consiguieron lo que buscaron, porque la fórmula fue evidente: si la defensa de Miami no ayuda, serán puntos del portabalón. Si ayuda, serán puntos de los tiradores apostados en las esquinas. Suena simple en la concepción, pero es difícil en la realización. El movimiento sistemático de los jugadores, a partir de los cortes directos hacia el aro, explotaron lo mejor del juego del conjunto de Gregg Popovich. San Antonio tuvo varios pasajes de su mejor versión. Y es por eso que se llevó un partido clave en su aspiración al campeonato.

La noche inolvidable de Kawhi Leonard. El alero de los Spurs jugó un partido maravilloso y fue el gran impulsor en el destape de San Antonio en la primera mitad. Anotó 29 puntos, tomó cuatro rebotes y fue la estampilla de LeBron James en el transcurso de la noche. Si bien las ayudas defensivas fueron fundamentales para limitar -jamás detener- a James, su presencia fue el ingrediente que más molestó a la estrella del Heat desde el minuto cero. ¿Le habrá robado los poderes a LeBron de tanto perseguirlo a sol y sombra? La apuesta que hizo la directiva con Leonard, tras apostar por él y ficharlo en el Draft de 2011 a cambio de George Hill, hoy dio sus frutos. El valor de saber esperar por lo que vale es un mérito de R.C Buford, Gregg Popovich y compañía.

Como una buena historia, los Spurs tuvieron principio y final. El primer tiempo de San Antonio fue fantástico. Tanto que me atrevo a decir que no recuerdo una producción grupal de estas características. El equipo de Gregg Popovich lanzó un inolvidable 75.8% de campo para superar la barrera de 70 puntos (71) en la primera mitad. Ni el fanático más extremo de los Spurs pudo imaginar un escenario semejante. Si bien la ofensiva fue fluida y tuvo varios actores en plano anotador, la clave fue el ajuste defensivo en los pasajes importantes del partido. Cuando San Antonio lo necesitó, se apoyó en su defensa. Y eso frustró al Heat en los instantes decisivos del juego.

Aguantar la embestida. El tercer cuarto fue el peor pasaje de los Spurs en el juego, pero sin embargo lograron recomponerse cuando el estadio se había transformado en un infierno blanco. La solución en los pasajes negativos fue volver a las bases: defensa intensa con ajustes y movimiento en ataque, tanto de los jugadores como del balón.

Acelerar el ritmo cuando se presentó oportunidad. Los Spurs son conocidos, por el común de la gente, como un equipo de ataque estacionado, pero el problema que le planteó esta serie fue precisamente la defensa estacionada del Heat. En realidad, San Antonio sabe jugar acelerado. Por lo tanto, lo que hizo el equipo de Gregg Popovich por momentos fue acelerar para no permitirle al Heat establecerse sin balón. Patty Mills cumplió un rol muy interesante en este proceso, pero lo que podría parecer descabellado pensando en Tony Parker, Manu Ginóbili y Tim Duncan, sirvió con los jugadores de reparto. Una idea interesante que puede mostrar algo diferente en la serie. Como dijimos en el Diario de Finales del martes, esto es un duelo de ajedrecistas entre dos grandes maestros, Popovich y Erik Spoelstra.

La profundidad de variantes. El Big Three de Parker, Ginóbili y Tim Duncan no estuvo en su plenitud. Sin embargo, los jugadores de reparto de San Antonio tomaron la bandera y cargaron con el equipo al hombro, siendo Leonard el más destacado. Por el lado del Heat, varios hombres están en deuda, sobre todo Norris Cole y Mario Chalmers. Además, Chris Bosh no pudo marcar diferencias con su juego, como sí había hecho en partidos anteriores. La dependencia de LeBron por momentos es peligrosa para el Heat; en el Juego #3, San Antonio se lo hizo pagar a través de su profundidad de variantes.

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