Sebastián Martínez Christensen, Escritor ESPN Digital 10y

Una cuestión de peso

SAN ANTONIO -- Ni el más optimista podía esperar otro resultado tan abultado a favor de San Antonio en el cuarto juego.

No cuando se esperaba que Miami saliera con toda la intensidad del mundo, considerando que una desventaja de 1-3 es prácticamente una sentencia de muerte.

Después de todo, 31 equipos han estado en esa posición, y 31 han perdido.

Sin embargo, fue una nueva cátedra de baloncesto de los Spurs, que dominaron de principio a fin y se convirtieron en el primer equipo desde los Portland Trail Blazers de 1977 en ganar juegos consecutivos de Finales por más de 19 puntos.

El dominio ha sido prácticamente absoluto, y lo más increíble es que no hemos visto un juego estelar de una de sus tres principales estrellas.

Sí, Emanuel Ginóbili tuvo un muy buen primer juego, Tim Duncan es sinónimo de consistencia y ya es hombre récord en minutos y dobles-decenas y Tony Parker sigue liderando a este equipo en tantos con un promedio apenas mayor a 17 tantos.

Pero la belleza de este conjunto dirigido por Gregg Popovich es que no dependen de ninguno de ellos.

De hecho Parker tiene el promedio más bajo de puntos para liderar a un equipo desde 1955.

A diferencia de la mayoría de los entrenadores, que usan entre siete y ocho jugadores en playoffs, Popovich utiliza una rotación de 10. Tiene recambio en todas las posiciones, y todos compran la filosofía de los Spurs.

Uno de ellos es Patty Mills.

"No estaríamos aquí si no fuese por Patty", declaró Popovich en un extraño elogio público.

Es que Pop respeta el cambio de 180 grados que hizo Mills, quien fue elegido por los Trail Blazers en el draft del 2009, pero apenas había lugar para él en la Liga de Desarrollo.

"Estaba un poco excedido de peso, y las cosas no funcionaron como esperaba", admitió Mills.

Durante la huelga, Mills terminó decidiendo irse a jugar a su país natal Australia, y luego tuvo un paso por China.
Luego de que los Spurs le dieran una oportunidad y obtuviera su visa de trabajo, se le abrió una nueva puerta.

Pero Pop todavía no estaba conforme con su condición física, por lo cual decidió darle un poco de "amor duro".
Lo apodó "Fatty Patty", y lo seguiría haciendo hasta que Mills disminuyera su grasa corporal de 12.6 por ciento al 7.

Mills cambió su nutrición y comenzó la campaña con una grasa corporal del 5.6 por ciento.

El resto es historia, dado que Mills se ha transformado en la bujía inspiradora de este conjunto.

"Incluso en un año donde Tony Parker se lesionó, Mills se hizo cargo de los controles", explicó Ginóbili. "Tiene una energía muy particular".

Y hablando de hombres de gran envergadura física, digamos que Boris Diaw también encaja en el molde.

Cuando ve el físico de Diaw, nunca se imagina lo ágil que es, y de hecho durante un tiempo parecía que sucumbiría ante el hecho de no encajar un equipo que utilice de buena forma sus aptitudes.

De hecho, el entrenador Paul Silas no lo tuvo en cuenta hace dos temporadas con los Charlotte Bobcats; jugó cuatro partidos en las primeras tres semanas de la campaña y luego fue colocado en waivers.

Siendo sinceros, Diaw también estaba un poco excedido de peso con los Bobcats, pero tampoco es que ahora sea el hombre más esbelto.

No obstante, los Spurs no dudaron a la hora de reclamarlo de waivers, y vaya si ha pagado dividendos.

Diaw se ha transformado en una de las piezas principales de un conjunto que está a una victoria del quinto título en la historia de la franquicia.

Lo que carece en habilidad física, le sobra en inteligencia. Es una pesadilla en el poste bajo, te puede lastimar a distancia y su visión es segunda de ninguna; por momentos parece que tuviera ojos en la espalda.

Diaw terminó con ocho puntos, nueve rebotes y nueve asistencias, y coqueteó con un triple doble el jueves.

"Boris es un jugador de un talento muy especial", declaró Popovich. "No hay otro jugador que pueda aportarnos esa versatilidad".

El alero francés ha pasado por tantos equipos perdedores, que reconoce que está en una situación envidiable.
"Aquí no hay egos", concluyó Diaw. "Somos un equipo con todas las letras".

Sobre el final del tercer cuarto del cuarto partido de las Finales, Diaw tenía siete asistencias, misma cantidad que todo el equipo del Miami Heat.

Estadística que refleja a la perfección dos identidades contrapuestas.

No importa tu aspecto ni tu figura, mientras compres el proyecto de equipo en San Antonio.

Y el resultado es que tanto Mills como Diaw han sido factores de peso, y ahora tienen a los Spurs al borde de la gloria.

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