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De necesidad y urgencia

Messi marcó el segundo gol argentino ante Bosnia Getty Images

RÍO DE JANEIRO (Enviado especial) -- Rápido. Sin vueltas. El tiempo juega en contra. Había que hacerlo, para despejar dudas. Para soltarse.

Argentina no sólo debía saldar con victoria su presentación en Brasil 2014. También necesitaba que particularmente dos de sus jugadores sumen confianza. Y lo consiguió. Pero no fue sencillo.

El gol en contra de Kolasinac a los 2 minutos fue un alivio. Más allá de la rápida ventaja, el conjunto de Sabella no jugó nada bien. Fue superado en el primer tiempo. El paso del 4-3-3 al 5-3-2 le sacó frescura. No dominó la pelota, prácticamente no generó chances de peligro y sufrió atrás pese a la superpoblación de defensores.

En esa primera mitad, llegó la primera reivindicación. La de Sergio Romero. El arquero cuestionado por muchos por su falta de continuidad en el Mónaco. A los 7 rechazó bien con los puños y a los 12 tuvo su mejor intervención, al salir a anticipar a Hajrovic, quien recibió solo ante la pasividad de la defensa.

Pero hubo más de Chiquito: a los 40, sacó el cabezazo de pique al suelo de Lulic y un minuto después, atrapó el tiro de Hajrovic, el que más lo probó.

Sabella entendió que había que cambiar. Afuera Maxi Rodríguez y Campagnaro, de buen partido. Adentro Gago e Higuaín, dos que en teoría eran titulares inamovibles.

En el complemento, no cambió demasiado la ecuación. Pero con el regreso del tridente ofensivo, más Di María, se generaron contras interesantes. Pese a tener a sus socios, Messi seguía errático, parecía desenchufado.

A los 18, un tiro libre de Leo se fue lejos. El crack del Barcelona mostró su frustración mordiéndose la camiseta. Pero un minuto después, hizo una de las suyas. Encaró de derecha al medio, descargó con Higuaín, que le jugó de pivot, amagó y sacó un zurdazo justo. Palo y adentro. Al fin pudo gritar su 2º gol en su 3ª Copa del Mundo. Un desahogo.

El descuento de Ibisevic, a cinco minutos del final, no hizo más que remarcar cómo le costó al equipo de Sabella llevarse la victoria por 2-1. "Dale, dale", lo apuró Sabella a Biglia para reforzar el mediocampo. El que dejó la cancha fue Agüero.

Finalmente, Argentina selló su debut en la Copa del Mundo con un ajustado triunfo. Es meritorio haber sumado de a tres pese a la pobre actuación. Hay margen para mejorar en los próximos partidos.

Por lo pronto, Romero y Messi se sacaron unas mochilas de encima. No es poca cosa.