RIO DE JANEIRO (Enviado especial) -- Las caras de los jugadores argentinos en la zona mixta del estadio Maracaná expresaron cierta ambigüedad.
Por un lado, la calma por haber superado con éxito el debut del Mundial, un partido que trae consigo una carga extra de nerviosismo y ansiedad. Por el otro, cierta preocupación por la certeza de tener que mejorar de cara a lo que viene.
El aspecto más positivo del 2-1 a Bosnia y Herzegovina fue justamente el resultado. El sistema elegido por Sabella para el primer tiempo complotó contra el estilo que forjó el equipo durante su ciclo. En el complemento, volvió a la táctica que parece satisfacer el gusto de sus intérpretes.
Pese a ser siempre cuidadosos a la hora de declarar, así lo dejaron entrever los jugadores a la salida del vestuario, donde estuvo ESPNFC.com.
"Se nos hacía difícil jugar, pero con un hombre de más arriba cambiamos y mejoramos", opinó nada más y nada menos que Leo Messi, autor del segundo tanto. El capitán aseguró que el 4-3-3 es su dibujo predilecto.
Para Sergio Agüero, su compañero de ataque, "el esquema del primer tiempo no nos permitía tener mucho la pelota". "Tampoco podía tirarme atrás para recibir porque no le dejaba espacio a Leo. La entrada de Pipa (Higuaín) en el segundo tiempo nos potenció", agregó el Kun.
Ángel Di María, mediocampista con peso en ofensiva, también sumó su voto en favor de los tres de punta: "Empezamos atrás, pero nos dimos cuenta de que era complicado sin los tres de arriba".
Siempre lúcido a la hora de analizar el juego, Javier Mascherano sentenció: "En el primer tiempo nos sobraba uno en el fondo. Bosnia jugaba con un solo punta (Dzeko)".
Sergio Romero, pieza clave para mantener el cero en los primeros 45, declaró: "Cuando Alejandro planteó el 4-3-3, que es el que arrancó en Barranquilla y nos trajo a este Mundial, estuvimos más sueltos. Nos liberamos más".
El lateral izquierdo, Marcos Rojo, fue en la misma sintonía del arquero: "El cambio se notó mucho en ataque. Los chicos se pudieron soltar y jugar más".
Por el sector derecho, Pablo Zabaleta lo vio igual: "Fueron dos tiempos diferentes. El primero con un planteo en el que buscamos ser más equilibrados y el segundo con un punta más para poder preocupar un poco más al rival".
Sabella trabaja, analiza y conoce a sus jugadores. Los planteos responden a su convicción y su manera de interpretar el juego. Pero después de la floja versión del primer tiempo y el volantazo, ¿hay chance de volver a utilizar el 5-3-2?
Sus jugadores desearían que no.