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Segundo round de Colombia

Sin Carlos Bacca dentro del arsenal posible de ataque encarara Colombia este jueves en Brasilia a primera hora su segundo juego del Mundial ante Costa de Marfil y con la ilusión de ir cerrando la clasificación después de su debut, auspicioso en goles, frente a Grecia por tres a cero.

Y anoto lo de auspicioso en goles porque en futbol quedó un poco en deuda el equipo colombiano, especialmente en el lapso comprendido entre el primero y el segundo gol. Colombia pareció sentir eso que alguna vez Valdano llamó acertadamente pánico escénico. Y era lógico, casi todos ellos, menos Mondragón, pisaban por primera vez un escenario mundialista y eso, aunque no se crea, pesa... Y más cuando los jugadores conocen su exigencia y esa responsabilidad también ejerce sus presiones sicológicas.

Pero superado el momento -afortunadamente con triunfo-, el segundo partido de Colombia este jueves en Brasilia será una nueva prueba complicada para el seleccionado de Pekerman, que ya cuenta con Freddy Guarín como disponible, después de haber purgado su fecha de sanción FIFA. Guarín amplía la posibilidad de variantes en la media cancha que sería la única para tocar de entrada teniendo en cuenta que los marfileños pueblan muy bien esa zona con hombres grandes y experimentados.

El equipo africano hará circular por allí, intentando posesión, a Yaya Touré, quien con mucho recorrido intentará en corto y en largo buscar a Gervinho o a Salomon Kalou para sorprender a la zaga colombiana, que por pasajes expresa debilidades fundamentalmente por la zona derecha.

Ante la ausencia de Perea, Pekerman optó por usar a Yepes como primer central acompañado de Zapata para mezclar corpulencia y experiencia.

Es posible que Guarín sea una opción para Ibarbo, con menos velocidad física, pero con más respuesta mental. Ibarbo corre él, con Guarín corre la pelota. Pero lo de Guarín es una opción solamente porque Pekerman seguramente se va a aferrar a su módulo exitoso de cuatro volantes con Sánchez y Aguilar en el quite con Cuadrado y James por las bandas, dándole libertad a este último para que corra hacia el centro.

El desequilibrio debe pasar por estos dos jugadores que atraviesan un gran momento y tienen condiciones técnicas de sobra, aunque desde la otra vereda el francés Lamouchi, quien dirige el colectivo marfileño, intentará que los suyos se impongan por contundencia y por presencia.

Lo cierto es que, imaginando el partido, puede ser con intención de dominio africano y una Colombia que cuando le quite la pelota querrá ser técnico. Si Colombia amanece "fina" el jueves puede tener un final feliz, de lo contrario puede ser un compromiso con angustias incluidas.

El colombiano de a pie está lleno de ilusión y tiene derecho a sentirla. Cuenta con un equipo notable de la mitad hacia arriba, pero debe ajustar tuercas en el fondo y no dejarle toda la responsabilidad de la última zona al notable David Ospina.