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La era de la madurez

RÍO DE JANEIRO (Enviado especial) -- Las cosas se dan por decantación. Es producto del crecimiento y el tiempo de madurez que se necesita para conseguir los objetivos. El trabajo da sus frutos.

Luego del sorteo del Mundiaal en Costa do Sauípe, muchos daban por eliminado a Chile antes de verlo en la cancha. Claro, le habían tocado España y Holanda, los últimos finalistas, en el complicado Grupo B. Y ahí están las supuestas víctimas, hoy convertidos en verdugos, celebrando una clasificación anticipada a octavos, por sus triunfos contra Australia y el campeón del mundo. Nada menos que en el Maracaná.

Los mismos que subestimaron a Chile argumentarán que La Roja sudamericana se aprovechó del peor momento de La Roja europea en muchos años. Una cosa no quita la otra. El pésimo rendimiento mostrado por el multicampeón conjunto de Del Bosque no debe opacar lo realizado por los de Sampaoli, un DT que le dio su propia impronta al equipo.

El triunfo por 2-0 no fue obra de la casualidad. Lo consiguió sin fisuras, de punta a punta. Del minuto 1 al 90. De su arquero Claudio Bravo a su atacante Eduardo Vargas, elegido por la FIFA como el mejor del encuentro.

El entrenador no cumplió con el popular axioma de "equipo que gana no se toca". Sacrificó al experimentado Jorge Valdivia y colocó a Francisco Silva para parar un 3-5-2. El planteo le salió a la perfección.

Todo parte de la tranquilidad de tener un arquero como Claudio Bravo. Si Barcelona tenía algunas dudas en contratarlo, se las debe haber sacado. El guardameta de Real Sociedad salió a cortar todos los centros, rechazó cuando debía, no se complicó con pases atrás y reaccionó muy bien en el 2º tiempo, ante los remates de Iniesta y Cazorla.

Cuando se juega con tres defensores se necesitan perros de presa. Como no podía ser de otra manera, el símbolo fue el Pitbull Medel. Dejando la piel en cada pelota, ganando de arriba pese a su corta estatura, anticipando casi siempre. A sus costados, el mencionado Silva y Gonzalo Jara. No sufrieron nunca con David Silva, Pedro ni los laterales.

En la mitad de la cancha, Marcelo Díaz se paró bien cerquita de los centrales. Por derecha Mauricio Isla. Por el medio, el batallador Charles Aranguiz, autor del 2-0 al capitalizar un rebote de Casillas, y el talentoso Arturo Vidal, aún sin estar en su mejor forma. Eugenio Mena por la izquierda.

Adelante los dos demonios: Alexis Sánchez y Eduardo Vargas. El de Barcelona hizo un desparramo por derecha, en tándem con Isla. Lo sufrió Sergio Ramos, en un clásico como el que suelen protagonizar en España. Por su parte, Vargas abrió el marcador, tomándose todo el tiempo del mundo al eludir a Casillas en el área, coronando una jugada de toques como a la que nos tenía acostumbrado España.

El alto rendimiento individual no es la única causa del éxito. Chile funcionó como equipo. Peleó cada pelota con fiereza, fue solidario, ambicioso, voraz. Se contagió del empuje de su gente, que copó el Maracaná. Mantuvo una presión asfixiante durante gran parte del partido. Logró neutralizar a Iniesta. Y cosechó su 1º triunfo en 11 partidos frente al campeón del mundo.

Atrás quedaron la irregularidad, los problemas de disciplina y hasta la derrota frente al propio España, en Sudáfrica 2010. Hoy es tiempo de disfrutar de esta generación.

De aprovechar la era de la madurez.