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BARCELONA -- Protegida por Zeus, abrazada por Poseidón, catapultada por Apolo, dirigida por Atenea, liderada por Ares y envuelta por Afrodita, Grecia se agarra a su mitologia, a sus Dioses, para seguir dando que hablar en el Mundial. Guerreros alejados de cualquier glamour, los hombres de Fernando Santos apuntan a Costa Rica como si de la propia Brasil se tratase. La batalla espera en Recife y el ejército está preparado. El equipo heleno tuvo un final de sábado especial. Cuentan en Atenas (no se confirmó desde Brasil), que a los jugadores les sorprendieron con un video en el que los protagonistas no eran Campbell, Bryan Ruiz o Keylor Navas, sino Cristiano Ronaldo, Figo, Deco o Charisteas, actores de la obra más grande jamás contada en el fútbol griego. La final de la Eurocopa de 2004. La gloria inesperada. En esas se encuentra ahora la milagrosa Grecia que tomó su billete a octavos de final en el tiempo añadido por medio de Giorgios Samaras, que descabalgó a Costa de Marfil y puso en guardia, de sopetón, a Jorge Luis Pinto, el seleccionador de una Costa Rica que no tenía previsto encontrarse con ella. Optimista y ambicioso, el cuerpo técnico de los ticos estudió a fondo a Costa de Marfil y a Colombia. Incluso manejaba informes de Japón. Pero no sospechaba, casi nadie lo hizo, el milagro heleno. Tal es así que apenas acabar su partido de la primera fase ante Inglaterra el entrenador colombiano ordenó a sus ayudantes acudir al Costa de Marfil-Grecia con el objetivo de desmenuzar hasta el límite el sistema de los africanos. Un error de cálculo que ahora se adivina impredecible. Grecia no apareció en el plano hasta el miércoles. Colaboradores directos del seleccionador costarricense se apresuraron a comprar un completo dossier de la selección helena a una empresa de estadísticas rusa y desde entonces, y con la ayuda de Campbell (que ha jugado esta última temporada en el Olympiakos), ha comenzado a descubrir las claves de este desconocido enemigo. "Quizá pierdan, pero morirán por ganar" apuntó a ESPNDeportes.com Giorgios Mazias, periodista griego que se apunta al sueño de todo un país que mañana aparcará por unas horas su trágico presente social para empujar desde la distancia a sus guerreros. Si Costa Rica pretende, o puede pretender, seguir dando que hablar a través del fútbol, a Grecia le ocupa simplemente el resultado. Tres de sus seis últimos partidos los empató a cero y le ha bastado con marcar dos goles en su último choque frente a Costa de Marfil para avanzar a estos octavos de final. No es extraño que Yeltsin Tejada admitiera la "incomodidad" que le supone a los ticos verse las caras con un rival inesperado. Puede que sea el choque con menos glamour de todos los que vienen. Pero, desde luego, se aventura una batalla épica. Y Zeus no está de vacaciones, sino que se mantiene expectante para llamar a todos los dioses al auxilio de los suyos.
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