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Lecciones de Ciudad del Cabo

Alemania destrozó el sueño argentino en cuartos de final del Mundial 2010 AP

BELO HORIZONTE (Enviado especial) -- Hoy por hoy es un amargo recuerdo. Una pesadilla. Un partido para el olvido, del que justamente hoy se cumplen cuatro años.

Aquel 3 de julio de 2010, la Selección argentina recibió un mazazo. El inapelable 0-4 contra Alemania en Ciudad del Cabo fue una lección de fútbol y un triste despertar. La despedida en cuartos de final de Sudáfrica 2010 y el fin de la experiencia de Diego Maradona como técnico de la Albiceleste.

A horas de una nueva incursión de Argentina en los 4tos, en busca del pasaje a semis que no consigue desde 1990, se pueden sacar conclusiones de la última eliminación en una Copa del Mundo.

En principio, no subestimar al rival. El "No nos comamos el chamuyo de Alemania" provocó armar una formación sin pensar en las virtudes del otro. Así, Mascherano se encontró prácticamente solo en la marca frente a un mediocampo poderoso y un Schweinsteiger pletórico, extrañando a Juan Sebastián Verón, su compañero en los primeros partidos. Al menos desde lo discursivo, Sabella está en las antípodas de esa postura por más que enfrente aparezca, en teoría, un adversario inferior.

Hay que aprender a levantarse de un traspié, como lo fue el gol de Thomas Müller a los 2 minutos y 38 segundos. Si bien el 0-2 llegó recién a los 22 minutos del complemento, la esperanza celeste y blanca nunca tuvo un sustento futbolístico. En el estadio Green Point, la Selección empujó y lo fue a buscar sin ideas ni chances realmente peligrosas, pese a contar con Di María, Messi, Tevez e Higuaín. De 14 remates, sólo 7 fueron al arco. Alemania disparó 12 veces y anotó 4 tantos.

En Brasil 2014, por ahora nunca se estuvo en desventaja, pero se repiten problemas al momento de elaborar juego ofensivo. Y a nivel defensivo, ni Bosnia y Herzegovina, ni Irán, ni Nigeria ni Suiza atacaron a Argentina como lo hizo aquella tarde el conjunto de Joachim Löw, pero aún así se sufrió bastante y Romero fue figura.

A diferencia del Mundial pasado, Di María y Messi sí marcan la diferencia. El jugador de Real Madrid no se sintió cómodo con su posición de hace cuatro años y lo hizo saber a su regreso. Ni hablar del crack del Barcelona, que no pudo anotar y jugó lejos del arco en Sudáfrica. Hoy es el símbolo, la bandera y el factor desequilibrante del equipo.

Está claro, son distintos planteles, otro entrenador, la gran mayoría de los jugadores consiguió madurez y Bélgica no es Alemania.

Pero se vienen los esperados y temidos cuartos de final y, por más doloroso que resulte ese partido, no está de más tenerlo presente. Recordar ciertos errores del pasado nos ayudan a no repetirlos en el futuro.