Nicolás Baier 10y

El liderazgo de Mascherano

BELO HORIZONTE (Enviado especial) -- Javier Mascherano es un referente. Una voz escuchada. Un espejo. Un ejemplo a seguir.

Su condición no se limita a la cancha, donde es titular indiscutido de la Selección argentina. También se nota afuera con cada reflexión, con cada análisis, con cada mensaje.

En la conferencia de prensa del día después del 1-0 a Bélgica, el mediocampista de Barcelona brindó una clase de liderazgo. Analizó las virtudes en la victoria, sin dejar de lado lo que falta por mejorar, desmenuzó a Holanda, el próximo rival, y reforzó el aspecto anímico, fundamental para afrontar un momento decisivo como el que se aproxima.

Su posición en el campo marca la importancia que tiene en el equipo. En lo futbolístico, es el 2º mejor recuperador de balones del torneo con 37 (lidera Van Buyten con 41) y también ocupa el 2º puesto en pases completos (suma 406 con un 87% de eficacia y Phillip Lahm tiene 408 con el mismo porcentaje de aciertos). Más allá de lo numérico, emociona cómo se brinda por el resto, corriendo y metiendo. En lo anímico y emocional, su preponderancia radica en la motivación y el equilibrio que le otorga al grupo. Ya es habitual verlo aprovechar los recesos o las caminatas desde o hacia el vestuario, en las que se acerca a sus compañeros para brindar algún concepto.

Lo dijo Maradona en su momento: "Mascherano y 10 más". Y en su momento muchos se rieron. Por su claridad conceptual, tiene asegurado un gran futuro como entrenador. Del triunfo ante los de Wilmos destacó "la inteligencia". La misma que muestra en la zona mixta o en las ruedas de prensa. Siempre habla. Nunca se esconde.

Injustamente, en los últimos años fue marcado como la cara de la derrota. Por eso toma valor ese gesto, cuando terminó el partido ante Bélgica. Se arrodilló en el césped del estadio Mané Garrincha y apretó muy fuerte sus puños. En su tercer Mundial, logró superar la barrera de cuartos que lo frustró en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.

Otra imagen de ese duelo de Brasilia que lo pinta de cuerpo entero es el cara a cara con Witsel y Fellaini. Solo, contra los dos rivales, bancando la parada y haciéndose gigante. Es el fiel reflejo del "sentido de pertenencia", del que tanto habla Sabella. A propósito del técnico, ocupa ese lugar dentro del campo. Siempre desde el respeto, se anima a reclamarle cosas en los partidos o a imitarlo en las prácticas de Cidade do Galo.

Trascendió la frase que le dijo a sus compañeros antes de salir a la cancha. Cuando se lo preguntaron, atinó a reírse. Prefirió no hacer público el momento. En ese vestuario, el capitán sin cinta le transmitió su sentimiento al resto y tocó sus fibras íntimas.

Su fuerte autocrítica, su nivel de competitividad y su alto grado de responsabilidad permiten creer que le cuesta disfrutar este gran momento. De ser así, sería una pena.

Nadie como él sabe lo que luchó y sufrió para alcanzar este lugar. Nadie como él tiene tan arraigada la camiseta a la piel.

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