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5 momentos de Argentina-Holanda

Sergio Romero, el héroe argentino, festeja tras atajar el primer penal de la serie Getty Images

SAO PAULO (Enviado especial) -- La Selección Argentina venció por penales a Holanda gracias a una actuación histórica de Sergio Romero y se metió en la final de la Copa del Mundo por quinta vez en su historia. Ahora, buscará su tercer título ante Alemania en el estadio Maracaná el próximo domingo. ESPNFC.com estuvo en el Arena Itaquera y presenta los cinco momentos clave del partido.

EL PRIMER PENAL ATAJADO POR ROMERO
Ron Vlaar había sido la figura del partido. Sostuvo a la defensa de Holanda, ganó en casi todos los mano a mano, fue el líder espiritual de su equipo y mostró seguridad en los cruces, de arriba y de abajo. Merecía patear el primer penal de la serie. Debía patearlo. Camino con confianza y le pegó a la izquierda de Romero. El arquero argentino contuvo y lo gritó como lo que fue: el primer paso rumbo a la final de la Copa del Mundo.

Si hubo un jugador cuestionado en la previa de este torneo, ese jugador fue Romero. Que no tenía nivel, que era inseguro bajo los palos, que cuando salía cometía muchos errores, que no era titular en su club. Sin embargo, en Brasil fue muy importante en varios encuentros y demostró capacidad para ser el titular. Sólo le faltaba esto: brillar en una definición por penales de una semifinal del mundo. Después atajó otro más. Ya está en la historia. Ya es héroe.

EL GOL DE MAXI
Es un elegido. Ya había marcado el gol que clasificó a la Selección para los cuartos de final en 2006 y ahora sentenció el pase a una final. Ingresó en el primer tiempo suplementario, en reemplazo de Ezequiel Lavezzi y para darle más aire al mediocampo. No tuvo tiempo de mostrar su despliegue pero contó con una de las ocasiones más claras del encuentro. Tras una gran jugada de Messi, definió mal de aire. Todo el país se lamentó. Pero Maxi iba a tener revancha.

La serie ya estaba encaminada. Sergio Romero ya se había convertido en leyenda y sólo faltaba liquidar la cuestión. El destino quiso que él fuera el encargado del cuarto penal. No le pegó bien y Jasper Cillessen la tocó. Pero entró, que es lo único que importa. Entró y Argentina vuelve a una final del mundo después de 24 años. El sitio que le corresponde.

JAVIER MASCHERANO
Sí, la idea de esta nota es elegir los cinco momentos clave del partido, pero ante una actuación como la de Javier Mascherano se debe hacer una excepción. Se podría elegir el cruce a Arjen Robben en el final de los 90 minutos, o el choque que lo noqueó y preocupó a todos. O la frase que le dijo a Romero antes de los penales: "hoy te convertís en héroe". O la escapada que terminó en un gran tiro libre a favor. O cada minuto de juego, porque el partido del 14 fue descomunal.

Javier Mascherano es uno de los mejores futbolistas de la Copa del Mundo. Quizás el mejor. Por lo que juega y por lo que transmite. Se para entre los centrales y también le lleva la pelota a Messi. Ordena a todos, grita, arenga. Erra muy pocos pases y eso que entrega una gran cantidad. Es el alma de esta Selección y uno de los que más se merece esta final.

EL INGRESO DE HUNTELAAR
Sí, parece no tener nada que ver con el resultado, pero en realidad sí. Ante Costa Rica, Louis Van Gaal se guardó un cambio e hizo entrar al arquero suplente, Tim Krul. En la definición por penales, Krul fue la gran figura y le dio la victoria a la Naranja. Esta vez, el DT holandés decidió incluir a Klaas Jan Huntelaar por Robin Van Persie, para tener un delantero más luchador en los últimos minutos. La jugada le salió muy mal, porque el atacante de Schalke casi no entró en juego y porque hizo atajar a un guardavallas que tenía su confianza en el piso tras su salida el juego anterior.

EL RECUERDO DEL 7-1
El Arena Itaquera no fue indiferente ni mucho menos a lo que sucedió ayer en Belo Horizonte. La goleada 7-1 de Alemania sobre Brasil en la otra semi dejó una huella imborrable en la historia y era obvio que se iba a sentir en Sao Paulo. No sólo entre los muchos brasileños que asistieron al partido, aún abatidos por la derrota, sino por las cargadas de los argentinos. En varios pasajes del juego se escucharon conteos, del 1 hasta el 7, y cada canto estaba relacionado con la "vergüenza" brasileña.