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Las finales de Sabella

Alejandro Sabella trabaja como técnico en solitario desde hace apenas cinco años Getty images

BUENOS AIRES -- Aunque se recibió de entrenador en 1990, Alejandro Sabella comenzó su carrera como DT en 2009, diirgiendo a Estudiantes de La Plata. Antes, Pachorra había acompañado como ayudante de campo a Daniel Alberto Pasarella, con quien hizo un largo "curso de postgrado" en la selección argentina, la uruguaya, River Plate, Corinthians, Monterrey y Parma.

Su carrera como DT en equipos fue corta pero exitosa: si bien sólo dirigió al Pincha por dos años, logró un título local (Apertura 2010) y llegó a tres finales internacionales: la Copa Libertadores de América de 2009, donde se impuso ante el Cruzeiro, la del Mundial de Clubes de ese mismo año, donde cayó con el Barcelona de Pep Guardiola, y la Recopa 2010, en la cual perdió 2 a 1 en la ida y empató 0-0 de local con la Liga de Quito.

Mirando el vaso medio lleno, podría decirse que el técnico argentino sólo perdió un partido en finales durante los 90 minutos: contra el Cruzeiro, empató en La Plata 0-0, y luego se impuso 2-1 en el Mineirao de Belo Horizonte. Contra el blaugrana y tras ir ganando durante buena parte del partido (gol de Boselli a los 36 del PT), terminó empatando sobre la hora a través de Pedro, y perdió en el tiempo suplementario tras el recordado tanto de "pecho" de Lio Messi.

Pero más allá de lo que marca la estadística, Sabella demostró ser un gran estratega; un DT que además de trabajar en la semana con sus jugadores, estudia y mucho cada movimiento del rival.

Frente a Cruzeiro, Pachorra paró el mismo equipo tanto para el partido de ida como para el de vuelta: salió con Andújar en el arco, una línea de cuatro formada por Cellay, Schiavi, Desábato y Re, Enzo Pérez, Verón, Braña y Benítez en el mediocampo y Boselli con la Gata Fernández en el ataque.

Pocos apostaban al Pincha en la final de 2009, ya que luego de haber empatado de local debía definir el certamen en Brasil. El partido de ida fue tan parejo como el de vuelta. Sin embargo, en la revancha, Cruzeiro se puso en ventaja con gol de Enrique a los 6 minutos del complemento.

El técnico no se desesperó por la desventaja: recién metió el primer cambio a 11 minutos del final, cuando con goles de Boselli y la Gata el Pincha ya había dado vuelta el marcador y estaba a punto de conquistar el máximo torneo continental.

Ese título le dio el pasaporte al Mundial de Clubes para medirse con el Barcelona, el mejor equipo del mundo. El gran partido que planteó ante los catalanes, que en ese momento estaban en el pico máximo de su rendimiento, es un buen ejemplo pensando en los alemanes.

En esa ocasión cambió el esquema en relación a las dos finales contra los brasileños, ya que el equipo se plantó con cinco defensores, tres de ellos centrales: Desábato, Re y el uruguayo Juan Manuel Díaz; dos laterales (Clemente Rodríguez y Cellay) y un medio campo donde Verón era el caudillo, acompañado por Braña, Benítez y Enzo Pérez; Mauro Boselli fue el único punta. El esquema táctico le dio resultado hasta el minuto 88 de juego, cuando Pedro selló el empate y mandó la definición al suplementario.

"La idea básica era contrarrestar al Barcelona donde se hacía fuerte, en la mitad de la cancha. Si bien ellos tuvieron la posesión del balón en más de un 60 por ciento, no les dimos muchas chances de llegarnos con peligro. Y logramos ponernos en ventaja. Al final nos caímos, pero por el mérito de un equipo extraordinario", explicaba el actual técnico de la albiceleste.

¿Cómo planteará el DT la final contra Alemania? En la previa, al menos, aparecen algunas similitudes: los germanos son los candidatos tras la gran exhibición ante Brasil, todos los ven como una máquina que parece invencible y encima, tienen jugadores con un muy buen manejo de pelota. Por supuesto, esta selección de Sabella cuenta con mucho más recursos que aquel Estudiantes: de movida nomás, el DT tendrá de su lado a Messi.

Los cinco defensores, sobre todo tras las declaraciones de la Pulga y del flojo primer tiempo contra Bosnia, parecen descartados. Pero la batalla sin dudas la dará en la mitad de la cancha, donde cuenta con un león como Mascherano, el emblema, el "Verón" desde lo anímico de la albiceleste. Y claro, no jugará con un solo punta...

De todos modos y tras esa recordada final con los de Guardiola, el entrenador dejó una frase que puede resumir lo que les transmitirá a sus jugadores de cara al choque en el Maracaná: "Para ganar este tipo de partidos hay que tener una tremenda concentración, una tremenda disciplina táctica y hay que hacer un tremendo esfuerzo físico para recuperar la pelota".

¿Podrá la selección imponer lo que pretende el DT, como aquel Estudiantes lo hizo ante el gran Barsa de Guardiola durante casi 90 minutos? Si la Argentina logra poner en práctica esos conceptos ante el fuerte conjunto alemán, seguramente estará más cerca de levantar su tercera Copa del Mundo. Y Sabella, en lo personal, podrá darse el gran gusto de mantener su estadística favorable en finales internacionales.