<
>

No se quedaron de brazos cruzados

MIAMI -- LeBron James siempre estuvo a préstamo.

Él sabía que eventualmente volvería a su ciudad natal, y el Miami Heat también, pero nadie pensó que sería tan pronto.

Y por más de que en su gran mayoría, los fans del Heat están agradecidos con los cuatro años que James le dio a Miami, la realidad es que su salida sorprendió a la gerencia.

"Nunca se puede culpar a nadie por regresar a casa", declaró el presidente del Heat, Pat Riley.

Una gran verdad, puesto que por más humilde que sea, tu hogar siempre es tu hogar.

Y James vuelve a Cleveland hoy un hombre mucho más maduro que cuatro años atrás, con metas quizás más importantes que el baloncesto en sí.

Él mismo admitió que será muy difícil ganar un título este año con los Cavs, porque no cree que "están listos", pero un intercambio de Kevin Love por Andrew Wiggins podría cambiar la ecuación.

La Conferencia del Este está más abierta que nunca, y todos los equipos empezaron a moverse.

Pau Gasol ya es prácticamente un integrante de los Chicago Bulls, y su equipo es uno de los grandes favoritos, aunque Las Vegas tiene a los Cavaliers de LeBron en la cima de la lista.

Pero Miami no se quería quedar atrás.

Después de todo, el lema en el Sur de la Florida es que "Pat Riley todo lo puede".

El Heat tenía dos opciones luego de la partida de LeBron James.

Retener a su "Big Two", y seguir firmando agentes libres de relativo peso, o aceptar una temporada de transición y apuntar a la agencia libre del 2015.

Esta última opción tenía su atractivo, porque eventualmente podrían ir por alguna pieza importante como Rajon Rondo, y además de terminar con una de las primeras diez selecciones del draft, ese pick de primera ronda estaría protegido, mientras que de lo contrario iría a los Cavs producto de la llegada de James en su momento.

Sin embargo, todos sabíamos que Riley no elegiría esa opción.

Su pelo siempre impecable, su popularidad en su punto más alto, Riley no iba a perder status.

Acto seguido, le pagó 118 millones de dólares por cinco temporadas a Chris Bosh.

Algunos podrán alegar que es demasiado dinero, pero momentos que te sorprenden a veces implican movidas desesperadas.

El tiempo dirá si el contrato de Bosh fue un error o no, pero por lo pronto, Miami seguirá siendo un equipo de postemporada en una Conferencia que no tiene rey.

La esposa de Bosh es venezolana, ama la ciudad de Miami, y siempre pensé que los reportes de Houston estaban sobrevalorados.

Los utilizó para sacar más dinero, y la jugada le salió a la perfección.

Bosh había reiterado que pretendía quedarse en el Sur de la Florida, incluso en un momento admitió que aceptaría un descuento en caso de que se quedara James, y aquí se quedará aparentemente por el resto de su carrera.

Con la pieza clave para el efecto dominó en la bolsa, la siguiente movida de Riley era cantada.

Hablar con Dwyane Wade, quien rechazó un contrato de dos temporadas y más de 40 millones de dólares cuando sus rodillas ya no son las mismas.
Pero él es el ícono de esta ciudad. A él no hacía falta convencerlo.

Wade le habría dicho a Riley que no sólo se quedaría, sino que incluso le ofrecería "flexibilidad financiera".

Cuando comienza cada partido del Heat, es Wade quien arenga a los fans al ritmo de "In The Air Tonight" de Phil Collins, e incluso con LeBron era él el último en ser presentado.

Miami será por siempre el equipo de Wade, quien en su primer título fue el MVP cobrando apenas tres millones de dólares.

Y Wade ya dio su palabra, lo mismo que Haslem.

La única razón por la cual no estamparon su firma aún es porque quieren darle a Riley las mayores herramientas posibles para buscar otras piezas.

El pez gordo sería Carmelo Anthony, y vale aclarar que Miami tiene espacio en el tope salarial para ofrecer un contrato máximo de cuatro temporadas, cosa que los Bulls no pueden hacer.

Y aunque nada es imposible para Riley, Nueva York sigue sonando como le principal favorito, y es el único que puede ofrecerle un contrato de cinco campañas.

De no ser Anthony, ya el contacto está hecho con el Plan B.

Luol Deng siempre ha querido jugar en Miami, y sencillamente no había sucedido antes porque existía una diferencia económica entre ambas partes.

Sin James en la agenda, eso no será un problema, y el propio agente de Deng dijo al preguntarle por sus opciones: "Miami, Miami y Miami".

Trevor Ariza también sigue en carpeta, aunque aparentemente él demandará demasiado dinero.

Ray Allen seguiría los pasos de James a Cleveland, y hay muchos interesados en Chris Andersen, que a los 36 años busca cobrar su último contrato "grande".

En caso de irse Allen, Anthony Morrow ocuparía su lugar como triplero.
A fin de cuentas, cuando una pieza se va, hay que reemplazarla, y la reconstrucción ha comenzado.

Al momento, Shabazz Napier, Norris Cole, Chris Bosh, Dwyane Wade, James Ennis, Udonis Haslem, Josh McRoberts y Danny Granger lideran la cruzada.

Todavía falta más ayuda, y las próximas horas nos dirán si será Anthony o Deng.

No es lo mismo sin el mejor jugador del mundo, pero Riley no se iba a quedar de brazos cruzados.

Y no se ustedes, pero yo no veo la hora de que Miami enfrente a Cleveland.
Habrán aplausos para LeBron cuando llegue al Sur de la Florida, pero también un deseo muy grande por ganarle.