RIO DE JANEIRO (Enviado especial) -- La Selección de Alemania venció a Argentina 1-0 con gol de Mario Götze en tiempo suplementario y se consagró campeona del mundo por cuarta vez en su historia. El equipo de Alejandro Sabella cerró una actuación muy digna pero no pudo coronarla con el tercer título. ESPNFC.com estuvo en el estadio Maracaná y presenta los mejores momentos de esta gran final.
EL GOL DE GÖTZE
Fue el momento que definió una Copa del Mundo. Así de simple. La Selección Argentina había hecho un esfuerzo descomunal, pero en una jugada se escapó Mario Götze, controló como el fenómeno que es y definió con categoría ante la salida desesperada de Sergio Romero. El gol más importante de uno de los Mundiales más lindos que se recuerden.
Alemania llevó el control del juego durante gran parte de los 120 minutos, pero le costó demasiado transformar ese control territorial y de posesión en situaciones de peligro. De hecho, Argentina contó las majores oportunidades pero esta vez no tuvo la contundencia acostumbrada. El gol de Götze a los 8 minutos del segundo tiempo suplementario es el gol que le da el título al mejor equipo del certamen. Ni más ni menos.
LA OCASIÓN PERDIDA POR HIGUAIN
Es una jugada que ya forma parte de la memoria colectiva argentina y que será recordada por mucho tiempo. Iban 20 minutos de la primera parte cuando Toni Kroos intentó darle un pase atrás de cabeza a Mats Hummels. Pero el toque fue demasiado alto y le quedó a Higuaín. Sólo. El delantero entró al área cuando Manuel Neuer estaba casi vencido ya, remató mordido, cruzado y afuera.
La expresión en el rostro del nueve fue muy descriptiva. Ni siquiera él podía creer haber fallado un mano a mano tan claro. En ese momento, se sintió algo así como "si no fue ahora, no será nunca". Después, el desarrollo del juego indicó que esa sensación era errónea, porque Argentina tuvo varias oportunidades más para abrir el marcador. Sin embargo, careció de puntería y de suerte, algo vital en un partido de esta importancia.
EL PENAL NO COBRADO
A los 11 minutos de la segunda parte, llegó un envío largo para Gonzalo Higuaín, quien entró al área y chocó muy duro con Neuer. El árbitro cobró falta en ataque y nadie, salvo el propio atacante, protestó demasiado. Sin embargo, fue una decisión insólita no sólo porque es el arquero quien va al choque sino porque el argentino nunca fue con intención de cometer falta, sino de jugar el balón.
La repitición fue aún más clara que la primera impresión en el estadio: el alemán sale con demasiada vehemencia y embiste al centrodelantero. Un error como este en una final de Copa del Mundo puede condicionar todo el desarrollo del juego. No sucedió, pero está claro que esta situación dinamitó aún más las posibilidades de Argentina y también ensució el trabajo del árbitro.
EL INGRESO DE GÖTZE
Estaban finalizando los noventa minutos cuando el entrenador alemán Joachim Löw decidió hacer la modificación que le dio el título del mundo a su equipo. Miroslav Klose, ya exenuado por haber luchado -y perdido- contra los centrales argentinos durante todo el encuentro, le dejó su lugar a Mario Götze. Así, el máximo goleador de la historia de los Mundiales cerró su participación en Brasil 2014 y le abrió la puerta al nuevo héroe de su nación.
Apenas ingresó, Götze intentó darle más aire al cansado mediocampo de Alemania. Se asoció con Müller, Özil y Müller y permitió que Schurrle vaya a jugar más de punta. Menos de veinte minutos después de su entrada, llegó por la izquierda y marcó el gol más importante de su vida.
EL MOMENTO DE LA COPA
A las 19.02 de Río de Janeiro, Philip Lahm cumplió el gran objetivo de su carrera y también el sueño de cada amante del fútbol: levantar la Copa del Mundo de la FIFA. El plantel alemán subió las escaleras del estadio Maracaná y celebró su cuarta corona mundial con todos los brasileños que los alentaron durante los 120 minutos. Antes, Manuel Neuer recibió el premio al mejor arquero y Lionel Messi el Balón de Oro al mejor jugador. Y después, el campeón posó con la Copa en el centro del campo de juego. Brasil 2014 llegó a su fin y ya es leyenda.