<
>

Entre el dolor y la tranquilidad

Mascherano sabe que dieron todo, pero no le alcanza AP

RÍO DE JANEIRO (Enviado especial) -- Entre el dolor y la conciencia tranquila. Así podría describirse el estado de los jugadores argentinos a la salida del vestuario del Maracaná.

Por primera vez en el Mundial, los jugadores argentinos se retiraron antes que sus rivales. Y no porque así lo hubieran querido. Una primera tanda de futbolistas salió con paso rápido, sin hacer declaraciones. Algunos periodistas los felicitaban, otros los consolaban. La mayoría prefería dejarlos ir, sin abalanzarse como de costumbre.

Los rostros no hace falta describirlos. Caben en la imaginación de cualquiera.

La Selección tuvo una chance inmejorable para lograr su tercera Copa del Mundo y cayó por 1-0 en el tiempo suplementario ante Alemania.

Al principio se creyó que la fila india iba a ser la tendencia generalizada. Sin embargo, algunos quisieron expresar sus sensaciones. Nadie mejor que Javier Mascherano, dueño del equilibrio tanto adentro como afuera de la cancha, para ofrecer una pintura del semblante del plantel: "Era el partido de nuestras vidas y dimos todo. Este es el deporte más lindo de todos y a veces no gana el que lo merece".

La diferencia entre los dos equipos estuvo claramente en la eficacia. Argentina desaprovechó dos chances netas de gol, en los pies de Higuaín y Palacio, y Alemania no perdonó en el suplementario. En esa línea fue Demichelis. "Los de arriba no supimos definirlo", admitió Leo Messi. Mascherano eligió el camino de la diplomacia: "Sería injusto caerle a los delanteros".

El capitán sin cinta se mostró afectado, pero entero. Con la tranquilidad de haber entregado todo, sin guardarse nada: "Representamos al país y a nuestro fútbol de la mejor manera".

Los periodistas le hicieron saber a los jugadores que el Obelisco volvió a llenarse de gente y que existe un reconocimiento del público más allá de la derrota en la final. Hoy no les sirve de consuelo.

La tristeza por haber perdido la posibilidad de lograr la tercera Copa supera todo. Para Masche, "el dolor perdurará por el resto de nuestras vidas".

Ni hace falta describir el clima a la salida del Maracaná. Es totalmente imaginable. Seguramente, con el correr del tiempo, ese dolor se transforme en fortaleza. Mientras tanto, la Selección se va con la frente en alto.