Washington Cucurto 10y

El último centro salvó a Nacional

BUENOS AIRES -- En un partido histórico, electrizante, lleno de jugadas con mucho toque, Nacional empató en el último pelotazo. San Lorenzo se quedó con las ganas, por ahora.

Tengamos en cuenta que el juego lujoso, de mucha dinámica, quite y precisión, exhibido por el equipo de Boedo, lo dejó sin respiro al pobre Nacional. Al final, uno festejó y el otro lloró.

¿Pero es posible que Nacional en su propia cancha, festeje un empate milagroso? ¿Tan mal están los equipos paraguayos?

Como sea, ese gol en el último instante, plantea la polémica. ¿Cuánto valdrá? Todos lo vimos, San Lorenzo es superior, hace todo mejor. Pero sin embargo, ahora tendrá la responsabilidad de salir a ganar en el Nuevo Gasómetro.

A ganar o a morir. Quizás el equipo del Patón Bauza no vuelva a tener otra oportunidad de estas características. Ayer se le escapó un poquito, por suerte todavía faltan otros 45 minutos.

Al final del partido se cruzaron las emociones, muchas sensaciones distintas, etc. Un sabor amargo en la boca corrió en cada garganta de los hinchas de San Lorenzo. Miré el partido mordiéndome los puños en un bar de Boedo.

La calle estaba llena de hinchas que no podían creer el gran partido que realizaba en el estadio Defensores del Chaco, su Cuervo querido de toda la vida.

Toque, elegancia, gran trabajo de Ortigoza y de Mercier, lujos de Romagnoli, corridas de Mas y de Piatti, emparentaban al equipo de Boedo con el Barcelona de España.

Y no es para menos, San Lorenzo jugó uno de sus mejores partidos. Mereció ganar, pero el tiro del final terminó beneficiando a Nacional.

¿Cómo seguirá esto?, decidí preguntarle a los parroquianos del bar donde estaba mirando el partido. Me respondieron con todo.

- ¡Perejil, qué decís, esto termina con San Lorenzo levantando la Copa en su cancha!
- ¡Por supuesto, vamos San Lorenzo! ¡No tenemos duda de que San Lorenzo será el campeón!
- ¡Sí, San Lorenzo es invencible, nunca estuvimos tan cerca de la Copa Libertadores!

Como oirán los hinchas están felices, muy confiados y no es para menos. Viendo lo accesible del rival, debería ser solo un trámite el próximo partido.

Pero Nacional ya demostró que es un equipo que no se da por vencido, pelea hasta el último segundo. San Lorenzo deberá comprometerse, concentrarse más y no dejar un centímetro de espacio a su rival.

El primer partido salió mitad y mitad para cada uno. Ahora falta que uno de los dos haga la diferencia. En Argentina, estamos seguros que San Lorenzo es superior línea por línea. NO dejarse ganar por la impaciencia, los nervios y las distracciones será clave para decidir quién será el nuevo ganador de este certamen histórico.

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