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Les espera un castigo ejemplar

La gresca protagonizada por Jon Jones y Daniel Cormier el pasado lunes en Las Vegas sentará un precedente.

La UFC investiga el incidente ocurrido en el MGM Grand Hotel/Casino durante un evento de promoción para el UFC 178, la pelea en la que se medirán el próximo 27 de septiembre, para determinar las medidas disciplinarias.

Para la franquicia es la primera ocasión que se enfrenta a una violación al código de conducta de esta magnitud, luego de que el escenario de la presentación fue destrozado durante el pleito y fue necesaria la intervención de los elementos de seguridad.

"Este no es un momento de orgullo para UFC, esperamos mucho de nuestros atletas, especialmente estos dos caballeros que son personas con mucho entrenamiento y con alta educación. Sus acciones han sido claramente una violación al código de conducta de UFC", dijo Kirk Hendrick, jefe de la oficina legal de UFC.

Todo ocurrió cuando Jones, campeón mundial Ligero, se excedió durante el tradicional cara a cara y chocó su frente con la de Cormier, quien reaccionó y empujó a su rival. Las cosas se salieron de control y comenzaron los golpes.

Tras los incidentes, Cormier explicó que Jones lo ofendió previo a la presentación en Las Vegas, aunque el campeón mundial aseguró que él se acercó a saludar amigablemente a su contrincante para la UFC 178.

Después de la riña, Jones y Cormier fueron entrevistados en el programa FOX Sports Live y ambos ofrecieron disculpas por su comportamiento; sin embargo, admitieron que fue algo que no podían controlar.

"Acepto mis responsabilidades", dijo Jones un día después en un evento con fanáticos. "Si UFC me tiene que multar, lo acepto con responsabilidad y asumo el castigo", expresó el campeón ligero.

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