Diego López accede a marcharse. El portero español ha llegado a un acuerdo con el Milan para firmar un contrato por las próximas cuatro temporadas, según reportó esta mañana Sky Sports Italia.
Siempre de acuerdo al medio italiano, el agente del jugador de 32 años se habría reunido con el director deportivo del club rossonero, Adriano Galliani, para ultimar los detalles de la operación. Según publica La Gazzetta dello Sport, el directivo se habría dirigido a un grupo de aficionados ante los que reconoció que el fichaje "está hecho al 99 por ciento". Asimismo, el diario italiano informó que el club habría ofrecido un sueldo anual de 2.5 millones de euros al jugador.
Diego, producto de la cantera merengue, volvió al Real Madrid en enero de 2013 luego de que el capitán Iker Casillas sufriera una lesión que lo apartó del terreno de juego durante más de cuatro meses. Posteriormente, Diego López conservó el puesto hasta el final de aquella temporada, luego de que José Mourinho señalara a Casillas como 'topo' de la prensa española, lo que dejó al capitán en una situación comprometida con el equipo y la afición y que a un año y medio de distancia no ha terminado de resolverse.
Con la llegada de Carlo Ancelotti al banquillo merengue, López conservó parcialmente el status de titular pues el italiano había tomado la determinación de rotar a sus arqueros por lo que el gallego jugó la Liga y Casillas, Champions y Copa del Rey.
Diego López finalizó el curso como el segundo mejor arquero de la Liga Española al recibir 36 goles en 36 encuentros, sin embargo fue Iker el que se vistió de gloria al ganar la Champions League y la Copa del Rey imponiendo el récord de imbatibilidad de 952 minutos para un arquero del Real Madrid. La situación, sin embargo, era todo menos idílica pues ninguno de los dos arqueros se encontraba conforme con su papel.
El fichaje de Keylor Navas, quien fue presentado como jugador del Real Madrid el martes pasado, complicó aún más las cosas. Desde que el costarricense se unió al equipo, los tres se han visto obligados a trabajar juntos a las órdenes de Villiam Vecchi, provocando un ambiente tenso en el campamento merengue, pues llegados a este punto era ya de dominio público que el club presionaba desde hacía semanas al gallego para que accediera a abandonar la institución.
Diego, sin embargo, se había mostrado renuente a salir por la puerta de atrás. El arquero insistía en cumplir su contrato, mismo que expiraba en 2017, o de lo contrario, recibir el finiquito correspondiente a los tres años que le restaban en el equipo y que rondaría los 10 millones de euros.
Mientras se oficializa el traspaso, el gallego acudió esta mañana a trabajar a Valdebebas, donde coincidió de nueva cuenta con Iker y Keylor, quienes se preparan para la Supercopa de Europa que el Real Madrid disputará el próximo martes ante Sevilla en Cardiff. Para entonces, Diego habrá pasado ya el reconocimiento médico con el Milan, programado tentativamente para el lunes, y se habrá ahorrado el mal trago de ser el descartado como tercer portero para la lucha por el primer título de la campaña, pues hace días que Ancelotti anunció que será Casillas el que defienda la portería blanca en ese partido mientras Navas irá a la banca.