Martín Bater 10y

Curry, con la encomienda del líder

Todo solía ser calma y alegría en el seno de la selección estadounidense de básquetbol, pero la lesión de Paul George y la renuncia al Mundial de Kevin Durant una semana después no solo dejaron un vacío tan notorio como un cráter en medio del desierto de Las Vegas, sino que también dejaron sin un caudillo, sin un líder a una selección que ahora necesita encontrar a su nuevo abanderado para la competencia que arranca el 30 de agosto.

No cabe duda que Estados Unidos todavía cuenta con grandes jugadores ante la llegada de Rudy Gay como reemplazante de Durant, pero actualmente no existe alguien a quien puedas apuntar con convicción y decir ¨este tipo es un líder nato¨.

El problema es que ese vacío de liderazgo no será fácil de disimular cuando el conjunto de las barras y las estrellas vuelva a reunirse en Chicago a partir del martes 12 para comenzar la recta final de la preparación rumbo al Mundial.

¿Quién será capaz de ponerse al equipo al hombro cuando todo el público local los silbe con ganas en Madrid? ¿Quién le dirá a su entrenador Mike Krzyzewski y a sus compañeros ¨señores, pásenme la pelota y síganme¨ sí Estados Unidos va perdiendo por tres puntos con dos minutos por jugar?

Esa falta de liderazgo era el talón de Aquiles de las selecciones estadounidenses que protagonizaron las debacles del 2002, 2004 y 2006 y la fortaleza de los campeones del 2008, 2010 y 2012 con grandes jugadores como Kobe Bryant y Durant, quien fue la figura del Mundial 2010 y anotó 30 puntos en la final olímpica del 2012. ¿Cómo le irá a la generación 2014?

Repasemos cual es el plantel actual y tratemos de dilucidar quien podría ser el que da un paso al frente y se ofrece como el ejemplo a seguir en territorio hostil.

Bases:Derrick Rose, Kyrie Irving, Damian Lillard, Stephen Curry.

Escoltas: Klay Thompson, DeMar DeRozan, James Harden.

Aleros: Rudy Gay, Gordon Hayward, Kyle Korver, Chandler Parsons.

Ala pivotes: Anthony Davis, Kenneth Faried, Mason Plumlee.

Pivotes: DeMarcus Cousins, Andre Drummond.

De estos 16 integrantes quedarán 12 como convocados al Mundial, y por simple proceso de descarte uno puede irse dando cuenta de quienes se perfilan para ser líderes y quienes no.

El primer descartado es Cousins, un jugador que posee un talento enorme pero que también es un torbellino de emociones y fue suspendido por acumular 16 faltas técnicas con los Sacramento Kings la temporada pasada.

Si Mason Plumlee llega a ver acción en un momento clave es simplemente por el cachet que le da la volcada que le bloqueó a LeBron James en la última jugada de un partido de los Brooklyn Nets contra el Miami Heat la temporada pasada, pero Plumlee no cuenta con características personales o basquetbolísticas de líder nato.

¿Andre Drummond? El jugador de los Detroit Pistons cuenta con mucho potencial pero todavía es muy joven para ser líder de una selección.

James Harden, por su parte, solamente puede ser líder de las mejores barbas de la NBA y de ¨Defensa Ausente, S.A.¨. Su pasividad en defensa con los Houston Rockets es tan notoria que, si sus compañeros seguirían su ejemplo, Estados Unidos permitiría 120 puntos por partido.

Luego descartamos a aquellos jugadores que cuentan con un papel secundario en sus respectivos equipos de la NBA: Klay Thompson (Golden State Warriors), Chandler Parsons (Dallas Mavericks), Kyle Korver (Atlanta Hawks) y DeRozan (Toronto Raptors). Los cuatro son grandes tiradores que apoyan a Curry, Dirk Nowitzki, Al Horford y Kyle Lowry.

Ahora entramos a la zona de los ocho candidatos principales, y el primer eliminado de la lista es Rudy Gay. Gay promedió 20,1 puntos y 5,5 rebotes con los Sacramento Kings la temporada pasada, pero a la misma vez también ha jugado para tres equipos distintos en las últimas tres temporadas. Eso no es propio de un líder.

Gordon Hayward, por su parte, es un muy buen jugador y ciertamente es disciplinado, pero el Utah Jazz terminó último con una marca de 25-57 con él como máximo anotador. Que pase el que sigue.

Faried podría llegar a ser vital con su energía, su defensa y sus rebotes, pero su falta de repertorio ofensivo lo excluyen de toda consideración, y la falta de experiencia a nivel internacional hace lo mismo por Lillard, aunque el base de los Portland Trail Blazers ya nos demostró en los playoffs de la NBA que no le teme a la presión ni a tener la pelota en momentos de alta presión.

Ok, ahora hemos llegado a los cuatro fantásticos: Rose, Irving, Curry y Davis.

Davis ya cuenta con la experiencia de haber sido parte del plantel de los Juegos Olímpicos del 2012, promedió 20,8 puntos y 10 rebotes por partido con los Pelicans la temporada pasada y cuenta con el potencial para ser el mejor jugador del mundo algún día.

Sin embargo, el ala pivot de 21 años todavía no ha jugado en los playoffs de la NBA y bajó 16 rebotes pero anotó apenas seis puntos en la final del torneo nacional universitario en la que su Universidad de Kentucky prevaleció contra Kansas.

O sea, Davis es el tipo de jugador que se pone a disposición de lo que necesita el equipo. Una característica loable y muy importante, pero le falta experiencia en finales a nivel profesional y todavía no cuenta con ese instinto asesino necesario para levantar a todos sus compañeros de la lona por si solo.

Derrick Rose y Kyrie Irving son superestrellas con un talento sobresaliente que dejaría a cualquiera que los vea jugar con la boca abierta, pero también cuenta con un punto débil en común: Ellos exprimen lo mejor de su propio juego, pero no han demostrado poder potenciar a sus compañeros.

Cuando uno ve a jugadores como LeBron James, Durant o solía ser testigo de Michael Jordan en su plenitud, uno no solo se da cuenta de que su nivel está muy por encima del resto, sino que ellos convierten a los jugadores malos en aceptables, a los aceptables en buenos, a los buenos en muy buenos y a los muy buenos en estrellas. Rose y Irving todavía tienen a esa materia pendiente.

Así que esto nos deja con Stephen Curry como el jugador mejor perfilado para ser el líder de la Selección de Estados Unidos.

Curry ya sabe lo que es ponerse al equipo al hombro ante situaciones adversas, ya que él llevó a la humilde Universidad de Davidson a los Cuartos de Final del torneo nacional universitario en el 2008 promediando 28,6 puntos por partido antes de dar el salto a la NBA.

Curry fue seleccionado por los Golden State Warriors en el draft del 2009, y un equipo caracterizado por la mediocridad reciente dio un tremendo salto de calidad con él como referente ganando 51 juegos en la última temporada regular, algo que no lograba desde 1992, y llegando a la segunda ronda de los playoffs, algo que no sucedía desde 1991, cuando Curry tenía tres años.

Además, el jugador estrella de los Warriors es capaz de jugar como base y su capacidad como tirador desde larga distancia no tiene comparación.
Consideremos que él rompió el récord de triples en una temporada que solía pertenecerle a Ray Allen con 272 en el 2013.

Curry tampoco le teme a la presión y sí potencia a sus compañeros, sino pregúntenle a Thompson como su presencia genera espacios para tiradores como él. Sus estadísticas han ido en franco ascenso desde que unió fuerzas con Curry en el 2011.

Así que es hora de que Curry tome la posta que dejó Durant y de el mismo salto de calidad que KD dio en el 2010, demostrándole al mundo entero que él es capaz de ser el faro que ilumina a la selección de Estados Unidos en el Mundial de España.

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