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Cowboys enfrentarán campaña de contrastes a la ofensiva y defensiva

DALLAS -- Si de algo pueden estar optimistas los Dallas Cowboys es que juegan en la División Este de la Conferencia Nacional.

Los Cowboys están en un grupo que parece abierto para la competencia y donde estuvieron a un triunfo la temporada pasada de conseguir el boleto a los playoffs en el último juego de la temporada, a pesar de todos sus problemas de lesiones.

En el 2014, Dallas luce muy similar de ambos lados del balón, ofensiva y defensivamente. Y hasta en sus ya crónicos problemas de salud.

Los principales refuerzos de los Cowboys llegaron a la ofensiva, con el reclutamiento del nuevo coordinador ofensivo Scott Linehan, y el guardia Zack Martin, reclutado en la primera ronda del draft colegial.

Pero tendrán que mejorar mucho, pero mucho, a la defensiva si quieren competir, luego de que el año pasado los Cowboys permitieron 30 puntos en siete de sus ocho derrotas.

Los Cowboys han quedado fuera de la postemporada en cuatro años consecutivos; la peor racha de su historia desde que Jerry Jones compró al equipo en 1989.

Dallas fue campeón por última vez en la temporada 1995 y, en desde entonces sólo han ganado un partido de playoffs.

El entrenador en jefe Jason Garrett sabe que está obligado a ganar y rápido, antes de que otra vez la presión haga el hoyo más grande.

"Este club de futbol tiene historia y tradición", declaró Garrett, quien está en su cuarta campaña completa al mando. "Nadie tiene que recordarme que tenemos que ganar.

"Hemos progresado en las tres fases del juego en estos años y llegó el momento de mostrarlo en el campo de juego".

¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR DE LA OFENSIVA?
La ofensiva de los Cowboys será tan explosiva en relación directa a la salud de Tony Romo.

El mariscal de campo mexicoamericano de los Cowboys llegará a la temporada regular después de dos operaciones de espalda en menos de un año y sin hacer trabajo de pretemporada completo.

A sus 34 años, incluidos 12 en la NFL, Romo tiene las herramientas para competir con una ofensiva que fue capaz de anotar al menos 21 puntos en seis de sus ocho derrotas del 2013.

Romo tendrá una buena línea ofensiva, con tres jugadores seleccionados en primera ronda del draft --Tyron Smith, Travis Frederick y Zack Martin-- en los últimos cuatro años.

Smith viene de su primera temporada nominado al Pro Bowl y después de recibir una extensión contractual por una década y más de 100 millones de dólares.

En el backfield se espera la confirmación del corredor DeMarco Murray, de quien pocos dudan de su talento... cuando está sano.

Viene de su primera temporada con más de mil yardas, aunque sólo jugó 14 partidos.

Por aire, la tradicional fortaleza de los Cowboys se deben anticipar cosas importantes… si Romo está sano.

Jason Witten, de 32 años de edad, sigue jugando a un nivel excepcional. Y los receptores titulares, Dez Bryant y Terrell Williams, sólo tienen margen de crecimiento.

Bryant está en año de contrato y sabe que una tercera temporada consecutiva de 1,000 yardas, sano y con la elusividad y pasión que ha mostrado, puede convertirlo en uno de los jugadores más caros de la historia en su posición.

Así que los aficionados de los Cowboys tienen razones para preocuparse en el 2014 con su equipo, pero la ofensiva será una de las menos áreas de problema.

¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR DE LA DEFENSIVA?
Si las esperanzas de los Cowboys para salir de su eterna marca de 8-8 se cifran en la defensiva, entonces el panorama se ve más oscuro que el interior de AT&T Stadium antes de que prendan las luces.

La peor defensiva en la historia de la franquicia y entre los 32 equipos de la NFL se reforzó poco o nada.

Para colmo, en el 2014 extrañará a tres de los cuatro jugadores más productivos de la campaña anterior por todo el año.

DeMarcus Ware, Jason Hatcher, quienes se fueron en la agencia libre, y Sean Lee, quien se lastimó una rodilla en el primer entrenamiento de las actividades organizadas por el equipo.

Su mejor defensivo secundario Orlando Scandrick está suspendido por los primeros cuatro partidos de la temporada, y los otros dos esquineros que buscan titularidad, Morris Claiborne y Brandon Carr, ni siquiera han entrenado de manera consistente en el campamento.

Los Cowboys tenían la esperanza de que el novato DeMarcus Lawrence, reclutado en la segunda ronda del draft, fuera de impacto inmediato. Pero se fracturó en el campamento y faltará al menos a media temporada.

El único refuerzo de renombre a la defensiva y en todo el equipo, el tackle Henry Melton, estuvo fuera casi toda la temporada pasada por una lesión de rodilla.

Estuvo fuera de acción en el programa de receso de temporada y se activó desde el primer día del campamento.

Pero el 11 de agosto sufrió un tirón en la ingle, que podría costarle al menos una semana de entrenamientos.

La gran esperanza que tienen los Cowboys de mejora en su defensiva es el nuevo coordinador Rod Marinelli, quien tiene fama de hacer jugar hasta a las piedras.

Así sucedió el año pasado, cuando montó una línea defensiva decente, repleta de suplentes, en la que alineó hasta 17 jugadores diferentes.

DESDE LA ENFERMERÍA
Tony Romo regresa de su segunda operación de espalda en años consecutivos.

Pero dice estar al 100 por ciento y de ser verdad deberá ser la menor de las preocupaciones de los Cowboys en la enfermería.

Además de las lesiones defensivas, en su mayoría, que han sufrido desde el primer día que comenzaron a entrenar con el capitán defensivo Sean Lee, Dallas ha sufrido en el campamento de pretemporada, como ya es tradición.

Justin Durant o DeVonte Holloman intentarán reemplazar a Lee y confían en que Bruce Carter por fin alcance el nivel que han esperado de él desde hace cuatro años.

Henry Melton aún está por probar si su rodilla está en condiciones para soportar 16 partidos de campaña regular y de eso dependen buena parte de las esperanzas de los Cowboys en una línea defensiva que extrañará a Hatcher.

El esquinero Morris Clairbone es incapaz de mantenerse al margen de las lesiones. Ahora el problema es un tobillo.

Para los Cowboys es urgente que Claiborne pueda jugar desde la pretemporada, ya que Scandrick estará suspendido la primera cuarta parte de la temporada.

A la ofensiva, los Cowboys tienen refuerzo interno; regresa el corredor Lance Dunbar de una fractura que los últimos siete juegos del año pasado.

Dunbar es el jugador más explosivo en el backfield de los Cowboys y quien puede convertirse en un buen corredor en situaciones de largo yardaje, por tierra y aire.

PRONÓSTICO PARA EL 2014
La NFL es una liga de mariscales de campo. Pero sin defensiva es imposible competir.

La lesión de Sean Lee y el poco margen de maniobra en la agencia libre por una nómina al límite del tope salarial, sumado a la salida de jugadores estrellas, pueden hacer aún peor a la ya muy mala defensiva de los Cowboys.

La profundidad defensiva es poca y muchos son los jugadores que parecen fiascos, comparado con el grosor de sus cheques anuales.

La ofensiva, con una línea que puede ser de las mejores de la NFL, luce capaz de echarse el equipo al hombro, como ha sido durante todo el reinado de Jason Garrett como entrenador.

Sin embargo, si el año anterior los Cowboys perdieron partidos en los que anotaron 48 puntos ahora la situación luce peor.

Garrett sabe que desde la patada inicial de temporada estará en la "silla caliente" en un puesto que antes era el más deseado del deporte estadounidense y que hoy está devaluado como pocos.

La única gran noticia para los Cowboys es que la División Este parece la más débil de la Conferencia Nacional y ni los actuales campeones divisionales, Philadelphia Eagles, lucen como un sólido equipo.

Los Cowboys lucen de nuevo como el equipo de marca 8-8 que han sido las últimas tres campañas en fila.

Y la gran diferencia es que en el campamento del 2015 tendrán a un entrenador en jefe diferente...