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El regreso de Rose, lo que importa

CHICAGO -- Los aficionados obtuvieron lo que buscaban el sábado por la noche: que el nativo de Chicago, Anthony Davis, se viera arrollador.

OK, me dicen que la mayoría pagó para ver a la versión clásica de Derrick Rose protagonizando El Regreso, Enésima Parte. Y también tuvieron una probada de eso.

No fue lo que podría llamarse La Congregación de D-Rose en el United Center, durante la victoria del Team USA por 95-78 en el juego de exhibición ante Brasil, pero el hombre por el que los aficionados acudieron a la arena les dio unas cuentas muestras de sus habilidades, para hacerle saber a la afición de casa... ¡que él está de vuelta!

Son siete calificaciones de "10", una por cada punto que anotó. Fue la mejor actuación de siete puntos en total que Chicago ha visto en mucho tiempo, por el simple hecho de que Rose estaba de vuelta en un partido real.

Rose, quien sufrió una pequeña cortada sobre el ojo en la primera mitad, se mostró complacido con su noche y explicó que la misión era "jugar duro a la defensiva, tomar los disparos cuando los tenga y dejar que el juego venga a mí".

Todo fue parte de "un proceso", dijo Rose, quien se prepara para la Copa Mundial de la FIBA dentro de unos días y (tocamos madera) otra temporada de regreso con los Chicago Bulls.

Él hizo todo eso: jugar a la defensiva, mover el balón, tirar cuando tenía una buena oportunidad. Pero puedo hablar a nombre de todos los que acudieron a la arena cuando digo que fue bueno ver que Rose jugaba al básquetbol en persona una vez más. Quizá esté oxidado, tener pelusa, asbesto, lo que sea, pero jugó básquetbol en Chicago y la normalidad que se sintió -que Rose encajaba perfectamente- fue bien recibida.

"Creo que todo mundo está emocionado", dijo Rose. "Fue agradable, pero no puedo perder el piso. Debo mantenerme equilibrado".

Pierda o no el piso, Rose dijo que está acostumbrado a los aplausos. Pero también dijo que él tendría problemas para dormir luego de lo vivido el sábado. Parte del proceso, creemos.

En cuanto a lo más destacado, hubo un movimiento explosivo con un tiro flotado para finalizar la primera mitad, un tiro bloqueado, un agresivo ataque a la canasta que derivó en que él acertara uno de dos tiros libres, y una canasta que bien sería homenaje a Michael Jordan, con un letal crossover en el tercer cuarto.

Y, hum, incluso le gritó en una ocasión a Stephen Curry cuando defendían. Eso es liderazgo de veteranos. Esta ciudad adora eso.

Rose jugó bajo control por espacio de los 24 minutos, 11 segundos que intervino, y quizá esas rodillas reparadas quirúrgicamente son muy fuertes porque durante una escapada en el primer cuarto él saltó bastante alto, pero falló la clavada.

"Es la segunda clavada que fallo", dijo Rose mientras se reía. "También fallé una durante la práctica. Debo acostumbrarme a sujetar el balón de forma distinta cuando vaya a clavarlo".

Rose dijo que los balones que usa el Team USA son un poco más resbalosos que los empleados en la NBA, aunque estoy seguro que Tom Thibodeau, entrenador de los Bulls y asistente del Team USA, le diría que un buen artesano nunca culpa a sus herramientas.

De su crossover contra Raúl Neto, que culminó con un enceste de bandeja sobre Anderson Varejao, Rose dijo: "Solamente fue una jugada. Creo que la gente quiere que yo la haga todo el tiempo. Simplemente vi un hueco y me arriesgué".

Bueno, la verdad es que nosotros -perdón, ellos- sí quieren ver que Rose haga eso cada vez que toque el balón. Pero él siguió explicando detalladamente cómo supo que tenía dominado por completo a Neto.

"Leí la forma en cómo me estaba defendiendo", dijo Rose. "Cuando me moví después de la pantalla, él se vio confundido y me di cuenta de que no tenía control de sus pies. Veo todo eso bajo la óptica de un jugador ofensivo. Y el hombre estaba del otro lado de la línea, así que tras la pantalla tenía toda la línea para mí".

Aunque las citas de humildad de Rose son bastante populares en estos temas, escucharlo hablar de estrategia de básquetbol es música para los oídos. Porque, en caso de que lo hayan olvidado, Rose es bastante espectacular cuando está en la cancha.

Rose fue el único jugador que acudió al podio de conferencias tras el partido, mientras otros circulaban por la zona mixta. Pero fue Davis, en su primer juego como profesional en el United Center, quien se robó el show con sus 20 puntos y cinco bloqueos. Él no tenía la fama al salir de la Perspectives Charter School, pero luego de este torneo, la estrella de los New Orleans Pelicans tendrá un escenario internacional.

"Tom no quería que él fuera titular", dijo Mike Krzyzewski, entrenador del Team USA, en tono de broma, mientras Thibs, sentado a un costado, dejaba escapar una risa.

Pero Davis nunca escuchará las ovaciones como las que recibe Rose cuando juega en el United Center. Fue muy alentador escuchar ese júbilo de nuevo.

Aproximadamente una hora antes de que comenzara el juego, Rose salió del vestidor para prepararse. Fue el único momento de silencio que tuvo. Segundos después, entró a la cancha para calentar, y las ovaciones comenzaron.
Conforme tiraba, un ejército de cámaras de celulares capturaba cada momento. Cuando fue presentado con el equipo -el último en ser nombrado, por supuesto-, los aficionados estallaron con gritos de "¡MVP!". Cuando se unió a Varejao para darle la bienvenida a los fanáticos antes del juego, Rose recibió una ovación de pie.

"Eso fue enorme", dijo Rose. "Estoy sorprendido de que no me puse nervioso".

Cuando faltaban 5:20 minutos en el partido, los aficionados comenzaron a pedir que Rose volviera al partido. En ese preciso momento, el Coach K metió de nuevo a Rose bajo el aplauso ensordecedor, aunque el entrenador -nativo de Chicago- se rió por la insinuación.

"No fue una reacción a lo que pedía la gente", dijo Krzyzewski. "Nunca lo haría".

Creo que él tampoco hubiera escuchado a los dueños de los Bulls gritando "¡Noooooooo!" cuando Rose volvió a entrar al juego. Vaya, si acaso esa fue su reacción.

Pero Rose terminó el partido y vivió para contarlo. Ahora, él junto al Team USA viajarán a Nueva York para más partidos de exhibición. España y la Copa del Mundo están en el horizonte.

Fuera de Davis, el equipo estadounidense está muy flaco en la parte frontal. España, con el nuevo compañero de Rose con los Bulls Pau Gasol y su musculoso hermano Marc, serán un dolor de cabeza para este grupo si te topan en las finales.

Pero seamos claros, a nadie en Chicago le importa la suerte del Team USA. Nosotros -perdón, ellos- solamente quieren a Rose sano en su travesía con el equipo nacional, y esté listo para una gran temporada, tal y como cuando jugó para Estados Unidos en 2010. Él fue nombrado el Jugador Más Valioso esa temporada.

Parecían los viejos tiempos para Rose el sábado por la noche. Y puedo hablar a nombre de toda una ciudad -vaya, a nombre de todo un grupo de aficionados de la NBA- al pedir que aparezcan de nuevo esos viejos tiempos.