SANTA CLARA -- Generalmente, cuando las cosas salen mal, el jugador más popular en un equipo de fútbol americano es el mariscal de campo suplente.
Pero con los San Francisco 49ers, que se han visto superados en el marcador por 57-3 en dos derrotas acumuladas de pretemporada, no es tan popular. No cuando Blaine Gabbert, Josh Johnson y McLeod Bethel-Thompson se combinaron para 16 de 25 pases para 128 yardas y dos intercepciones en la blanqueada del domingo por 34-0 ante los Denver Broncos, en el bautizo del Levi's Stadium.
Pero Gabbert es quien cuenta con los genes, aquel que fue selección de primera ronda, N° 10 global de los Jacksonville Jaguars en el 2011. El que debe ser capaz de aparecer en cualquier momento para suplir a Colin Kaepernick sin perder mucho ritmo, ¿cierto?
Bueno...
"Todo se reduce a proteger el balón", dijo Gabbert, quien fuese interceptado en la yarda 35 de Denver a la mitad del tercer cuarto.
"Empieza en la posición de mariscal de campo, quien sea, incluyéndome, debemos ser conscientes de ello", añadió. "Cuando tienes un momento de motivación, tienes una serie a través de la 50 y entregas el balón, es una daga".
Una jugada después, el suplente de Denver, Brock Osweiler, lanzó un pase de 33 yardas para touchdown y los Broncos lideraron 24-0. Una daga, claro está.
Gabbert, quien lleva ventaja sobre Johnson por el puesto de reemplazo, sufrió a lo largo de un índice de pasador de 32.4 esa tarde.
"Es prácticamente como cualquier mariscal", consideró el coach Jim Harbaugh. "Habrá días buenos. No obstante, la precisión actual va sobre la unidad. Y allí es donde lo veo, veo que necesita mejorar.
"No señalo a una sola persona".
Gabbert ha iniciado 27 de los 28 partidos de NFL en los que ha participado, pero apareció únicamente en tres juegos de la temporada pasada antes de ser canjeado a los 49ers en marzo, a cambio de una selección de sexta ronda.
En los dos partidos de exhibición de los 49ers, tiene un registro acumulado de 11 pases completos de 25 intentos y dos intercepciones.
Harbaugh parece frustrado con la falta de seguridad en el ovoide a causa de los mariscales de campo que no se llaman Kaepernick.
"Están regalando el balón", exclamó Harbaugh. "Todos lo han hecho. No hay nadie a quien destacar. Quien no regale el balón será el mariscal de campo suplente".
Lo cual nos regresa a Gabbert.
"Proteger el balón es lo primordial para un mariscal de campo. Eso aplica para todos en la plantilla y empieza con cada uno de los muchachos allá afuera", sostuvo Gabbert. "Mi labor, en lo que me enfoco, es no regalar el balón.
"Hay un poco de óxido que raspar, pero después del primer duelo me sentí muy cómodo. Hilamos algunas buenas series en el segundo período, yo pienso, y simplemente deja un sabor amargo haber regalado el balón en el tercer cuarto".