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J.J. Watt no ha recibido el contrato nuevo que ya se ganó en Houston

ENGLEWOOD -- Después de una práctica de dos horas contra los Denver Broncos, el ala defensiva de los Houston Texans, J.J. Watt, se acercó a un trineo de bloqueo que descansaba en el extremo del campo.

Fue la primera vez que el trineo vio acción en mucho tiempo --los Broncos ya no lo utilizan-- y Watt lo sometió. Aterrizó golpe tras golpe con la fuerza que reserva para despachar a los rivales ofensivos, pulverizando el armazón durante varios minutos y finalmente cediendo para recuperar el aliento y continuar con sus deberes posteriores al entrenamiento.

A Watt no le molesta el esfuerzo. No le molesta el hecho que, como la 11° selección global en 2011, su contrato de novato fue significativamente menor al de aquellos que salieron antes que él. Una meta para la nueva escala de novatos en el acuerdo colectivo de trabajo, era forzar a los jugadores a ganarse los contratos lucrativos, en lugar de firmarlos en cuanto llegaran. Y eso tampoco le molesta (no es que tenga opción).

Esos deberes posteriores al entrenamiento incluyeron una cascada de preguntas sobre su situación contractual, motivadas tras las declaraciones de Watt a Yahoo! Sports sobre su deseo de haberse ganado la misma apreciación que ha visto en otras selecciones de draft del 2011.

Watt no quiso retomarlo esta vez, pero yo sí: se ha ganado el nuevo contrato que todavía no le llega. Hay cuestiones a considerar en torno al tope salarial, claro, pero se puede lidiar con ellas sin que las cosas se compliquen entre los Texans y el mejor defensivo en la historia de la franquicia.

El origen del argumento viene por la reacción a los comentarios del dueño Bob McNair semanas atrás. En una charla que sostuvimos, McNair dejó claro que no le asustaría utilizar la etiqueta de franquicia en Watt. McNair mencionó el tema de la etiqueta por sí mismo, lo que denota que Watt estará con los Texans, de una forma u otra, por las siguientes cuatro temporadas: 2014 en su contrato de novato, 2015 en la opción de quinto año del mismo, 2016 etiquetado si lo necesitan y 2017 bajo otra etiqueta. Pregunté sobre la posible incomodidad que una etiqueta puede desatar en las negociaciones y McNair se dijo tranquilo. Aseguró que solo es una táctica de negociación.

Sin embargo, utilizar la etiqueta de franquicia significa algo. También carece de la seguridad que los jugadores añoran.

Este miércoles, Watt reiteró que su meta siempre es superar las expectativas que cualquier contrato le fije.

"Quieres que la gente piense que te pagan menos de lo que mereces por el esfuerzo que haces, por lo bien que desempeñas tu labor, por cómo eres en torno a tu negocio", expuso Watt. "Sólo se trata de orgullo personal".

Misión cumplida, porque Watt ya rompió los estándares de su contrato. Tenerlo por apenas 1.9 millones de dólares este año y 6.9 millones en el 2015, opción de 5° año que tomaron los Texans en mayo, es un robo. Ha sido uno de los linieros defensivos más dominantes de la NFL durante las últimas dos temporadas.

El miércoles, Watt evadió activamente expresar la frustración por la que nadie lo a estas alturas. No exigió un contrato. No dijo que se ha ganado la misma consideración que Patrick Peterson (cinco años, 70 millones de dólares) o Tyron Smith (ocho años, 98 millones de dólares). Repelió las charlas de negocios, manifestando que no le ha llegado la hora de involucrarse. Se le preguntó por qué no apretó en el proceso, quizá con una huelga, y dijo que quiere estar en el equipo y no había llegado a eso.

Pero hubo señales de frustración incluso en sus palabras cuidadosamente elegidas.

Una vino cuando Watt expresó lo siguiente: "pienso que cuando observas alrededor de liga y ves un par de muchachos de la generación de draft 2011 que ya firmaron contratos, es lindo ver que se muestra aprecio".

Otro ejemplo vino cuando Watt dijo lo siguiente: "siempre trato de poner la mejor cara posible para esta organización y ser el mejor embajador que pueda para los Houston Texans".

Y el tercero fue este: "ahora mismo estoy en modo deportivo, así que me preocupo por eso. Si llega el momento en que me deba involucrar en los negocios, entonces lo haré".

Los Texans no deben esperar que llegue ese momento... ni pienso que lo permitan.