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¿Qué habría pasado sí...?

Nota del editor: Cada día esta semana, un periodista de ESPN analizará un escenario de "¿Qué habría pasado si...?" de los últimos 25 años. Déjenos saber qué piensan acerca del tema de hoy y propongan otros escenarios de "¿Qué hubiera pasado si...?" en la página de Facebook de ESPN Baseball Tonight.

Los Bravos de Atlanta consideraban seriamente la posibilidad de elegir a Todd Van Poppel, un pitcher en la preparatoria nativo de Arlington, Texas, en el primer turno global del sorteo a efectuarse en junio de 1990, hasta que el director de cazatalentos de los Bravos Paul Snyder básicamente les dijo que renunciaría al equipo si ellos no elegían al campocorto de la preparatoria The Bolles School en Jacksonville, Florida. Los Bravos sí lo hicieron, pero de todas formas nos preguntamos: ¿Qué habría pasado si los Bravos hubieran seleccionado a Van Poppel en lugar de Chipper Jones?

Los siguientes 20 años en la Liga Nacional hubiesen sido dramáticamente diferentes si ellos lo hubieran hecho así. Van Poppel llegó a Grandes Ligas en 1991 con los Atléticos de Oakland, pero su último fue en 2004 tras lanzar para seis equipos, incluyendo los Vigilantes de Texas en dos ocasiones, acumulando un récord de 40-52 con 5.58 de efectividad en 359 partidos. Jones se convirtió, de acuerdo a la mayoría de las mediciones estadísticas, en uno de los cinco mejores antesalistas en la historia de Grandes Ligas, con el OPS más alto para cualquiera que haya jugado la tercera base.

Jones y Joe DiMaggio son los únicos jugadores en la historia que batearon para .300 con 100 carreras remolcadas para un equipo que terminó en primer lugar en siete campañas distintas. Los Bravos ganaron 14 títulos divisionales en fila, algo sin precedentes pero que no hubiera ocurrido sin Jones. En 1995, a los 23 años, Jones se convirtió en el tercera base titular y el tercero en el orden al bat de los Bravos. Ellos ganaron la Serie Mundial ese año, él terminó segundo en la votación para Novato del Año detrás de Hideo Nomo, y los Bravos ganaron el título divisional en cada una de las siguientes 11 temporadas. Y todo el tiempo, la única constante era Jones bateando en la parte media de la alineación.

Los Bravos tenían gran pitcheo, pero sin Jones, quizá los Mets de Nueva York hubieran ganado la división un par de veces, en 1999 y 2000, o quizá los Filis de Filadelfia hubieran conquistado la división en 2001 y 2005. Quizá Bobby Cox, el mánager de los Bravos y quien ingresó fácilmente al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad, hubiera tenido un camino más complicado para ser inducido si no hubiera tenido a Jones como el punto focal de la ofensiva de los Bravos durante 18 años. Y quizá si los Bravos no hubieran sido ganadores eternos, Greg Maddux no hubiera firmado con ellos y brillado, de la forma como lo hizo, y esto significaría que el trío del Salón de la Fama conformado por Maddux, Tom Glavine y John Smoltz no hubiera sido tan dominante y famoso sin Jones.

La reunión previa al draft que tuvieron los Bravos con Jones duró 30 minutos. Jones no tenía un agente. Los Bravos le hicieron una oferta. El padre de Jones, Larry, que fungía como su agente, llevó a su hijo a otra habitación y le dijo que podría obtener mucho más dinero del que ofrecían los Bravos.

"Lo sé", dijo Chipper Jones. "Pero quiero ser reclutado como primero global. Y quiero jugar ahora". Y luego le dijo a su padre, "Voy a ganar tanto dinero jugando al béisbol, que no necesito ganarlo todo en mi primer contrato".

Así que firmó. Y esto cambió la División Este, si no es que a toda la Liga Nacional, durante casi 20 años.