BARCELONA --
Una delegación del Barça formada por el director de fútbol Raúl Sanllehí; el gerente Antoni Rossich y el delegado del club en Sudamérica André Cury partió este lunes desde Barcelona con destino a Brasil para cerrar el fichaje de Douglas, por quien la entidad catalana pagará entre 6 y 7 millones de euros al Sao Paulo y que, con toda probabilidad, cerrará la plantilla azulgrana.
Después del encuentro que mantuvieron el pasado viernes Andoni Zubizarreta y el entrenador Luis Enrique, los responsables deportivos del Barça convinieron en que a pesar de la prohibición de fichar hasta enero de 2016 no se reforzará el equipo en esta última semana que resta de mercado a no ser que apareciese una oportunidad irrechazable... Y que se contempla ahora mismo imposible.
Zubizarreta y Luis Enrique trasladaron hoy esta decisión al presidente Josep María Bartomeu, afirmando que el plantel con el que cuenta el entrenador, con los refuerzos llegados este verano más los jugadores del filial, es el adecuado y considerando que con la llegada de Douglas el club se cubre las espaldas pensando en el futuro de Dani Alves.
El encuentro se llevó a cabo en una comida que celebró el presidente del Barcelona con la dirección deportiva y el cuerpo técnico al completo, donde reinó el buen humor después de la excelente imagen que mostró el equipo en su estreno liguero frente al Elche.
Bartomeu, en compañía de su vicepresidente deportivo Jordi Mestre, se interesó especialmente por la opinión de Luis Enrique respecto a los jugadores jóvenes, después del excelente papel de Munir, y del protagonismo que estos pudieran tener en el campo en un plazo corto de tiempo.
La respuesta de Luis Enrique no fue concluyente, claro, pero el entrenador asturiano le mostró al máximo mandatario del club su satisfacción por la plantilla que tiene a sus órdenes, mostrándose optimista aunque se confirme tras acudir al TAS que el club no pueda hacer fichajes hasta enero de 2016.
ATENTOS, PERO SIN URGENCIA
Desde que se conoció la confirmación de la sanción de la FIFA, el entorno del club azulgrana ha sido un hervidero de rumores, afirmándose que el Barça estaría en disposición de fichar de manera urgente y poniendo especial énfasis en tres jugadores concretos: Reus, Cuadrado y Koke.
"Una oportunidad no se desaprovecharía, claro, pero está casi descartado", apuntó a ESPN una fuente del propio Barcelona, quien consideró que aunque hasta el último día se estará pendiente de lo que pueda suceder, el club casi da por cerrada la plantilla.
De los tres futbolistas reseñados el colombiano apuntaría como el único con posibilidades reales de sorprender e incorporarse al equipo culé. Koke, que ya expresó su deseo de quedarse en el Atlético antes de la disputa del Mundial, repitió a través de su entorno más próximo el compromiso que tiene con el club madrileño y en cuanto a Marco Reus las gestiones llevadas a cabo por personas externas al Barcelona han constatado que no tomará ninguna decisión hasta el próximo año.
Quien mantiene la puerta abierta es Cuadrado. "No sé qué pasará porque no depende de mí", declaró el futbolista colombiano en una entrevista al diario 'La Nazione', en las que dejó patente su deseo de abandonar la Fiorentina.
Pero en el Camp Nou su fichaje se antoja casi una quimera, por cuanto el club italiano exige 55 millones de euros y a dicho precio habría que añadir no menos de 20 millones más en concepto de salario, unas cifras que el Barça considera desmesuradas.