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LOS ÁNGELES -- Marco Antonio Rubio no es persona de dejar pasar oportunidades. Es por eso que el campeón interino pesos medianos enfrentará el próximo 18 de octubre al invicto kasajo Gennady Golovkin en combate que definirá el campeón mediano "súper" de las 160 libras en Carson, California. "Sabemos que es un compromiso muy fuerte y nosotros lo tomamos con todo el agrado del mundo", dijo Rubio, de 34 años y natural de Coahuila, México. " Eso es lo que queremos, pelear con los mejores del mundo, siempre es lo que esperamos, oportunidades grandes y las tomamos con gusto". Rubio se ciñó su primera corona mundial el pasado abril cuando derrotó por nocaut a Domenico Espada en México. Tuvo la opción de ceñirse la corona cuando el argentino Sergio Martínez estuvo fuera del boxeo casi un año tras una operación en las rodillas. El púgil no ha escapado de grandes retos. En su carrera, ha enfrentado a Julio César Chávez, destronado por Martínez en el 2012 y a Kelly Pavlik en el 2009, ante quien perdió por detención técnica. "El plan va a ser trabajar muy duro en el gimnasio, obviamente", explicó el "Veneno". "Tenemos que usar muchas tácticas, no solamente una, ya sea jab o fintas, sino que tenemos que utilizar todo lo que existe en el boxeo para poderle ganar a una máquina como él. Lo principal aquí va a ser la fortaleza y la condición física". Golovkin ha sido un hueso duro de roer. Invicto en 30 peleas, ha horizonalizado a 27 oponentes, 15 de ellos en ristra. Es por eso que Rubio ya comenzó a trabajar con su entrenador Robert García, con quien lleva dos años, en el gimnasio del ex campeón en Oxnard, California. "Ya vamos para dos años con Robert y hemos hecho un gran equipo y espero que sigamos así", dijo Rubio. "Ya tenemos allí una semana y media. Ya había entrenado en casa pero vamos a trabajar por ocho semanas. A diferencia de oportunidades titulares anteriores, Rubio entienden que la madurez que le han dado tantos años en el entarimado así como la disciplina serán claves en sus oportunidades de vencer a Golovkin. "Creo que hemos aprendido mucho tanto de victorias como de derrotas y vuelvo a lo mismo. Se me presentó la nueva oportunidad muy grande y nosotros la tomamos con toda la intención de ganarla", añadió. Aunque admite que le interesaría pelear ante Miguel Cotto y tener una revancha ante Chávez, Jr., Rubio se niega a pensar más allá de este combate y asegura que todo su foco está en derrumbar a Golovkin. "Yo creo que primero hay que pensar en esta pelea y después vienen cosas buenas. Creo que es el resultado de muchas sumas y vienen cosas buenas. Luego, luego tenemos que pensar cien por cien en lo que es esta pelea y luego ganarle", apuntó Rubio. Al insistirle sobre el boricua, Rubio asintió que se quedó con las ganas y que esa oportunidad no se le concedió. "Yo creo que sí, es una oportundad que se nos negó, vamos a seguir luchando por tenerla", dijo. Sobre Chávez, Jr. sentenció:
"Una revancha me encantaría y vamos a ver qué pasa más adelante".
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