Los Diablos Rojos de México apabullaron a los Sultanes de Monterrey en el arranque de la Serie de Campeonato de la Zona Norte de la Liga Mexicana de Béisbol, el martes, mientras que los Pericos de Puebla sorprendieron a los campeones Tigres de Quintana Roo en su casa.
En México, el zurdo Arturo López dictó cátedra de pitcheo en el Foro Sol y condujo la victoria de Diablos Rojos sobre Sultanes por 11-1, en el Juego 1 de la Serie de Campeonato de la Zona Norte.
La hermética labor del abridor escarlata tuvo explosivo respaldo en la artillería roja, comandada por Juan Carlos "Haper" Gamboa, quien conectó tres imparables en cuatro turnos, incluido un jonrón, y remolcó seis carreras.
Intratable sobre la loma, López trabajó 6.1 entradas en las que colgó seis argollas; espació seis imparables y una carrera limpia, recetó un ponche y firmó su tercera victoria de la postemporada; así, le da ventaja en la serie de 1-0 a los de casa.
Los escarlata armaron dos rallies de tres carreras, el primero, en la cuarta baja. Con la casa llena, Juan Carlos 'Haper' Gamboa dio doble por el izquierdo y remolcó a Emmanuel Ávila, Terrazas y Ramón Urías; así, la pizarra se colocó 4-0, a favor de los de casa.
Diablos fabricó el segundo racimo en la sexta. Urías pegó doblete por el prado derecho y Gutiérrez cruzó el pentágono; después, "Haper" Gamboa remolcó a Terrazas con un sencillo por el izquierdo y remató el ataque Sergio Omar Gastélum, quien elevó de sacrificio y empujó a Urías a la registradora.
El derrotado Marco Tovar lanzó cinco rollos de siete imparables, cinco carreras limpias y cuatro pasaportes, a cambio de tres ponches.
Previo al arranque de la Serie de Campeonato entre Sultanes y Diablos Rojos, el C.P. Alfredo Harp Helú, Presidente del Consejo de Administración de Diablos Rojos del México, se unió al 'Ice Bucket Challenge', desafío que consiste en arrojarse un cubo con agua y hielos para experimentar la sensación de quienes padecen esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad neurodegenerativa.
Antes de recibir el balde de agua fría en el diamante del Foro Sol, el C.P. Alfredo Harp retó a sus hijos, el Lic. Charbel Harp Calderoni y Santiago Harp Grañén, al Sr. Carlos Levy, así como a todos los jugadores de Diablos Rojos que aún no participan en este reto.
El manager de Diablos, Miguel Ojeda, y el coach José Luis "Borrego" Sandoval fueron los encargados de verter el agua en este desafío.
PERICOS TOMA LA DELANTERA
En Cancún, Valentín Gámez rompió el empate a cuatro al abrir el séptimo inning con excelente ejecución del squeeze play y mientras Héctor Galván lanzó pelota de tres imparables, sus compañeros le respaldaron con cuatro jonrones, en el triunfo de Pericos 7-5 sobre los Tigres, al iniciar la final de la Zona Sur en el Beto Ávila.
En duelo de extrabases, un doblete de Fernando Alejos abrió el ataque de la séptima. Rodado violento de Mario Iván Santana le dio bote bravo a Carlos Gastélum para el primer sencillo del juego y, con corredores en las esquinas sin outs, Gámez tocó entre la loma y la raya de primera para remolcar a Gámez con la carrera de la diferencia. Doble productor de Willy Taveras adelantó a los visitantes 6-4.
Los abridores Fabio Castro y Héctor Galván lanzaron sin hit el primer tercio del desafío. Pero al abrir la cuarta entrada, Alberto Carreón conectó el primer jonrón de su trayectoria en postemporada para abrir la pizarra. Luego de dos outs, Luis Mauricio Suárez sacudió doblete antes de que César Tapia y Fernando Alejos descargaran cuadrangulares espalda con espalda.
Tigres contestó de inmediato y, tras pasaporte a Sergio Contreras, Jorge Vázquez desapareció literalmente la esférica del parque, panorámico bambinazo por arriba de los espectaculares del central que rompió la joya de Galván y acercó a los campeones. Ya con dos fuera se repitió fórmula: Ricardo Nanita negoció base por bolas e Iker Franco disparó bombazo por el callejón right-center.
Ganó Galván con siete innings, tres hits, cuatro carreras, seis bases y cinco ponches; perdió Adrián Ramírez tras ceder tres imparables con dos anotaciones en un episodio. Salvó Pedro Rodríguez con un rollo, una base y un ponche.