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La evolución táctica de Van Gaal

Di María es la última incorporación de Louis van Gaal Getty Images

Louis van Gaal ha iniciado su ejercicio a cargo del Manchester United con una formación de 3-4-1-2, alineación con la que tuvo gran éxito como DT de Holanda en la Copa Mundial.

Claro que el "éxito" debe clasificarse -- Holanda terminó en tercer lugar. Sin embargo, su rendimiento fue infinitamente mejor del esperado, ya que muchos creían que terminaría detrás de Chile y España en la fase de grupos. Al final, sólo una derrota ante Argentina en la tanda de penales les negó una segunda aparición consecutiva en la final.

Sin embargo, cabe recordar que la 3-4-1-2 era la formación estándar de Van Gaal, no la única. También jugó con esquemas de 4-3-3, 4-3-1-2, 3-4-3 y 4-2-3-1 en varias etapas, variando su enfoque según la naturaleza del rival y la situación del juego. Además, Van Gaal nunca ha sido un DT de "plantilla", alguien que le da un enfoque idéntico a todos sus equipos. A menudo ha utilizado las 4-3-3 y 4-2-3-1 como formaciones de primera elección.

La pregunta, entonces, es simple. ¿Por qué está tan empecinado en jugar con una formación de 3-4-1-2 en el Manchester United?

La última parte de la formación tiene más sentido. En Wayne Rooney, Robin van Persie y Juan Mata, Van Gaal tiene tres delanteros ultra talentosos que prefieren jugar por el centro. Ninguno de ellos ha estado en su mejor momento durante el último año --en consonancia con el resto de la plantilla del United-- pero los tres son futbolistas magníficamente eficientes.

A pesar de todos sus defectos, Rooney se encuentra apenas un gol detrás de Thierry Henry (tercer lugar) en la lista de goleadores de todos los tiempos de la Premier League, Van Persie ha terminado como máximo goleador de la liga en dos de las últimas tres temporadas, y Mata estuvo cerca de ser el mejor jugador de la liga durante su última temporada completa en el Chelsea, con 12 goles y otras tantas asistencias.

Aprovechar a los tres juntos en posiciones centrales tiene mucho sentido, lo que significa que un formato de "...1-2" es natural. En teoría, el 3-4-1-2 le permite al United tener un hombre libre en defensa y asegura mucho empuje en posiciones laterales.

Sin embargo, es bastante cuestionable que los otros siete jugadores de campo se adapten bien a la formación. Durante los dos primeros partidos de la temporada de la Premier League, Van Gaal ha jugado sin zagueros reconocidos. Por lo tanto, jugar con una defensa de cuatro hombres habría sido extremadamente difícil, por lo que el uso de Antonio Valencia y Ashley Young como carrileros fue una solución lógica, aunque lejos de perfecta. Pero cuando Rafael y Luke Shaw vuelvan a estar en óptimas condiciones, y ahora que Ángel Di María ha completado su pase del Real Madrid, tiene sentido que Van Gaal juegue con una formación de 4-3-1-2 en lugar de 3-4-1-2.

Adelante, Van Persie, Rooney y Mata seguirían formando un triángulo central apretado, y si bien habría menos amplitud natural (ya que los laterales se convertirían en carrileros) tendrían más movimiento hacia adelante con los mediocampistas centrales por fuera del diamante, quienes podrían dedicarse a atacar con un sólido centrocampista de contención protegiendo la defensa.

El rol de mediocampista central ofensivo requiere gran energía. Básicamente significa jugar de mediocampista central, pero también brindar amplitud con repentinos estallidos diagonales. En esta posición particular, Di María sin duda es el mejor del mundo y fue particularmente útil cuando jugaba en el mismo equipo del Real Madrid que Cristiano Ronaldo, quien siempre hacía el movimiento inverso, cortando hacia adentro desde una posición abierta.

Con frecuencia, el argentino es mal interpretado y suele denominarse extremo, lo que sugiere que está en el molde de Arjen Robben o Gareth Bale. En realidad, en ningún momento de su carrera de siete años en Europa Di María ha jugado en una delantera de tres -- por lo general ha ocupado una posición central más profunda. En Benfica, por ejemplo, se destacó en el lado opuesto del diamante a Ramires.

Para Real Madrid de José Mourinho, jugó un papel más disciplinado y estrecho por fuera en un 4-2-3-1, para compensar el posicionamiento ofensivo de Ronaldo y Mesut Özil; nuevamente, casi metido en un mediocampo de tres junto a Xabi Alonso y Sami Khedira. Convierte la defensa en ataque, en lugar de encontrarse permanentemente en una posición ofensiva. Para la Argentina, mientras tanto, ha jugado a la izquierda de un mediocampo de tres bajo Diego Maradona y Alejandro Sabella, aunque fue empujado más hacia afuera en un 4-4-1-1 durante la última Copa Mundial.

Introducir a de Di Maria en un 3-4-1-2 sería más complicado porque no pertenece en el frente de tres, usarlo junto a Ander Herrera en un mediocampo de dos hombres sería arriesgado, y tenerlo de carrilero sería un desperdicio.

Esta formación de 4-3-1-2 también se adaptaría perfectamente Herrera, otra costosa incorporación del United. Es un buen centrocampista versátil de área a área, y está acostumbrado a cubrir enormes distancias bajo el ex entrenador Marcelo Bielsa del Athletic de Bilbao.

Este sistema le permitiría jugar en su posición natural, empujando en ataque y corriendo arriba de Mata y Rooney, algo que obviamente faltó durante los dos primeros partidos del United esta campaña.

Más atrás, el United podría volver sin problemas a una defensa de cuatro. Shaw y Rafael podrían ser carrileros, pero ambos han sido entrenados como zagueros y estarían más a gusto en esos roles. Por dentro, la falta de defensores del United es menos preocupante si Van Gaal sólo necesita a dos de ellos.

Tal vez la posición más interesante sería el rol de mediocampista de contención. Aquí, Van Gaal podría usar a Michael Carrick o tal vez a Phil Jones, quien ha sido uno de los mejores jugadores del United en los dos primeros partidos.

La capacidad de distribución de Carrick es superior, pero Jones sería capaz de bajar entre los defensores centrales, lo que significa que el United podría convertirse en un 3-4-1-2 como opción dentro de los partidos en lugar de utilizarlo como esquema de base. Esto sería útil contra equipos que juegan con dos delanteros. El problema con el 3-4-1-2, como quedó demostrado contra Swansea y Sunderland, es que tres contra uno al fondo era totalmente innecesario, y los debilitó en otras posiciones.

Todo sistema tiene sus méritos, por supuesto, y dado que se ha pasado los últimos dos meses entrenando a los jugadores en el 3-4-1-2, parece que Van Gaal quizá quería traer consigo estos comprobados ejercicios al campo de práctica.

Sin embargo, el 3-4-1-2 requiere jugadores especializados en posiciones especializadas, y esta ventana de pases aún no ha conducido a la revolución de jugadores que Van Gaal anticipaba.

Resulta difícil identificar a un jugador clave del Manchester United que saldría perdiendo si Van Gaal presenta una alineación de 4-3-1-2 en lugar de 3-4-1-2. Ashley Young y Antonio Valencia no comandarían un lugar, pero de todos modos eso es un reflejo de su bajo rendimiento durante los últimos dos años.

Van Gaal es un individuo famosamente terco y sería reacio a cambiar su enfoque tan pronto, pero la llegada de Di María significa que el United tiene una escuadra perfecta para el 4-3-1-2.