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Barcelona aplaude la venta de Di María

BARCELONA -- Apasionado y desequilibrante en el campo, el millonario traspaso de Ángel Di María al Manchester United fue recibido con indisimulado agrado desde Barcelona. El argentino, uno de los mejores futbolistas las dos pasadas temporadas en el Real Madrid, fue arrinconado para hacer sitio a James Rodríguez y finalmente Florentino Pérez pudo ejecutar su plan: venderle. Por mucho que deportivamente la operación despierte muchas dudas.

El caso de Di María, en Barcelona, recupera la memoria de situaciones similares en el pasado. En el verano de 2003 Florentino Pérez le ganó la partida al Barça en el fichaje mediático de David Beckham, cuya aclamada llegada al Bernabéu provocó el traspaso de Claude Makelele, incorporado por Del Bosque y que en sus tres años como merengue había sido trascendental en los esquemas del equipo.

Con el centrocampista francés en el eje, entre 2000 y 2003 el Real Madrid ganó dos Ligas, una Champions, una Intercontinental o una Supercopa de Europa y su traspaso al Chelsea, por 20 millones de euros, fue con el paso del tiempo contemplado como uno de los grandes errores en la gestión deportiva de Florentino Pérez en su primera etapa como presidente del club.

Con Beckham y sin Makelele el Madrid viviría tres años de penurias antes de recuperar el trono en España, demostrándose que la 'galactización' del Madrid acabó por ser un mal negocio futbolístico.

PROYECTO GALÁCTICO...

Once años después el Bernabéu repite capítulo a través de James, un año después de Gareth Bale y con el mercado europeo pendiente todavía de los movimientos que pueda hacer Florentino en estos últimos días, puesto que el nombre de Falcao apunta como objetivo tan urgente como prioritario.

Los 166 millones de euros que invirtió el pasado año el Real Madrid acabaron justificados a través de un cabezazo de Sergio Ramos en Lisboa. La delgada línea que separa el éxito del fracaso fue positiva para el club merengue gracias a aquel milagroso gol en tiempo añadido que acabó por conceder 'La Décima'... Y que convirtió una campaña mediocre, apenas salvada por la final de Copa, en histórica.

Pero el encaje de las estrellas merengues en el césped, además de las dudas que ofrece la salud actual de Cristiano Ronaldo, se sigue con interés desde Barcelona, cuya hinchada se divide entre la crítica por dejar escapar a Kroos y la confianza por entender que mientras el Barça se ha reforzado (con mejor o peor tino) con el objeto de apuntalar la plantilla, el Real Madrid ha vuelto sobre sus pasos, dando más peso al aspecto mediático y comercial que al enteramente deportivo.

Y PROYECTOS COMERCIALES

Más aún, los movimientos en el mercado que ha llevado a cabo en esta segunda etapa presidencial Florentino Pérez han provocado diversos estudios que descubren una sospechosa relación entre su faceta empresarial y la de mandatario futbolístico.

El fichaje de James ha coincidido con la adjudicación del contrato de construcción y concesión de la autopista colombiana conocida como 'Conexión Pacífico 1', un proyecto valorado en más de 692 millones de euros. De esta manera, no ha sido casualidad que se haya apuntado el fichaje del jugador como una manera de 'abrir mercado' tanto en el aspecto comercial como en el deportivo en el país.

Hace ahora un año el Real Madrid pagó 30 millones a la Real Sociedad por el fichaje de Illarramendi, cuyo protagonismo en los planes de Ancelotti ha sido mínimo. Las dudas que despierta su incorporación, sin embargo, invitan a girar los ojos hacia Anoeta, el estadio de la Real Sociedad que está pendiente de una profunda remodelación.

Fuentes cercanas al club vasco admiten que el costo de dicha remodelación estará por encima de los 50 millones de euros, a los que habrá que añadir los aledaños del campo. Aunque el estadio es de titularidad municipal y se presentarán diversos proyectos, existen fundadas opiniones que otorgan el contrato a ACS, casualmente la empresa de Florentino.

Los casos se multiplican y colocan al presidente madridista en el primer plano, sospechándose que utiliza su cargo en el club en beneficio de su propia empresa, por mucho que el Real Madrid no saque provecho alguno.

Entre 2010 y 2012 el club merengue incorporó a su plantilla a Özil, Khedira, Altintop y Sahin, todos procedentes del fútbol alemán... Justo en el momento en que ACS expandía sus redes en Alemania, con la compra de la constructora local Hochtief, la séptima más poderosa del mundo y que tenía una porción muy importante de mercado en Turquía, país en el que tenían sus raices Altintop o Sahin.

Hoy, cuando ACS controla Hochtief, ninguno de esos cuatro futbolistas pertenecen ya al Madrid. Curiosamente fueron ellos los causantes de que Robben, Sneijder, Van der Vaart o Garay tuvieran que salir del club en decisiones algunas más que discutibles.

Barcelona contempla con interés los movimientos de Florentino Pérez. Siempre se ha considerado que el palco del Santiago Bernabéu es algo más que el lugar de honor del coliseo madridista, afirmándose que en su interior se llevan a cabo acuerdos empresariales de lo más variopinto.

Y la salida a la carrera de Di María con destino a Manchester para hacerle hueco a James Rodríguez se vislumbra como la última gran operación del presidente del Real Madrid. Con Ancelotti aceptando un canje del que se afirma duda... Pero quien manda, ya se sabe, solo es uno: el presidente.