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La vigencia de la Tigresa

Ramón Cairo

BUENOS AIRES -- Cuando ella apareció, la idea del boxeo femenino en la Argentina era, apenas, un sueño de muy pocas (o de casi ninguna). ¿Quién iba a meterse a eso? Como una excentridad, llegó a Buenos Aires Christy Martin, quien por entonces era una de las estrellas de Don King y cuyo nombre era parte de las carteleras del MGM. Fue invitada por Claudio González, hoy una de las figuras de la radio en el estado de Florida, Estados Unidos, para presentarla en América, canal que transmitía las peleas de Don King.

No vamos a contar toda la historia. Digamos que la Martin viajó como una celebrity y para que pudiera lucir su arte con guantes, había que encontrar a quien se le animara. Entonces apareció Marcela Eliana Acuña, practicante de artes marciales. Hicieron un par de rounds frente a las cámaras, la Martin se fue con la nariz lastimada y el orgullo herido. Resultado: el 5 de diciembre del 97, González organizó la "revancha" en Pompano Beach, Florida. Martin ganó por puntos. Y de esa manera, Acuña al debutar oficialmente como boxeadora profesional, también terminó logrando su licencia número uno como tal en Argentina: un Firpo con polleras.

Este sábado en la Sociedad Alemana de Villa Ballester, en la provincia de Buenos Aires, La Tigresa –campeona mundial supergallo OMB- le volvió a ganar por puntos a Soledad Matthysse, la hermana de Lucas, campeona mundial AMB, que no exponía su corona. De esta forma, Acuña si defendió nuevamente su corona del mundo.

La pelea fue áspera, sobre todo en la primera parte, puesto que Soledad –que está casada con Mario Narváez, boxeador y hermano del campeón mundial, Omar Narváez, quien estuvo presente en la primera fila- trató de imponer su mayor condición física.

Sin embargo, trabajando de contra y apostando a una derecha que llegó repetidamente al rostro de su rival, La Tigresa sobrevivió sin mayores problemas las arremetidas iniciales para terminar imponiendo condiciones en la segunda parte. Cansada por el trámite que ella misma impuso y –nos parece- ligeramente desanimada por la falta de resultados, la valiente y siempre enjundiosa Soledad (quien ahora suma 12-7-1, 1 KO) aflojó al final. En realidad, fue al revés: Acuña puso el pie en el acelerador en los últimos asaltos y afianzó su victoria por puntos, que fue unánime y clara.

No fue la única atracción de la noche. En el ring side, y en medio de unas cuantas figuras de la televisión, estuvo Sergio Massa, quien comienza a proyectar su imagen como candidato a la presidencia de la Nación. No fue una aparición casual.
Sucede que la Tigresa, enrolada en las filas del histórico intendente de Tres de Febrero Hugo Curto, durante muchos años, ahora está en las filas de Massa quien –como no podía ser de otra manera- festejó la victoria en el ring con su nueva alidada.

Marcela Acuña no es solamente una boxeadora, sino algo más, ya que se perfila desde hace rato en la política. Y, seguramente, su figura califica para obtener votos, por lo que es codiciada por diferentes bandos políticos. Acuña fue campeona mundial entre agosto del 2006 y 2020 en peso supergallo AMB y CMB. Se puede decir que peleó con todas o casi todas, incluyendo La Locomotora Oliveras en el Luna Park (estadio al que supo llevar más público que algunos boxeadores varones), Jackie Nava, Alicia Ashley o la propia Matthysse, a quien le sacó el invicto. Hoy suma 42 peleas ganadas con 18 antes del límite, tiene 6 perdidas y un empate.

Esta mujer, madre de dos hijos, atleta de Dios, que el 16 de octubre cumplirá 38 años, que estudia abogacía por internet, que en febrero de 2009 fue electa Concejala de Tres de Febrero en las filas de Hugo Curto, se ha cansado de ganar títulos con los guantes puestos.

Se vino de su Formosa natal junto a su actual marido –se casaron oficialmente hace unos cinco años-, Ramón Chaparro, que también fue su formador en el boxeo y es su entrenador. Alguna vez, como los padres de ella se oponían a la relación, llegaron a jurar un pacto de muerte. "Preparé una bala para ella y después para mi si no nos dejaban continuar juntos", nos contó él en un dramático relato.

Esta mujer, que prácticamente inventó en boxeo femenino en la Argentina, sigue peleando dentro y fuera del ring. Es, sin duda, una curiosa y apasionante historia de vida. Se llama Marcela Acuña. Pero para todos es, simplemente, la Tigresa, una de cuyas frases de cabecera es: "Sigo siendo peronista".