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Team USA, con el sello del favorito

España será local en el Mundial de este año, pero Estados Unidos es el favorito a salir campeón y denegarle la corona a su más acérrimo rival, la misma corona que España supo tener en el 2006 y que EE.UU. le arrebató en el 2010 para defenderla este año en territorio hostil.

Sí, es verdad que España no solo es anfitriona del torneo, sino que su núcleo de jugadores también se conoce mucho mejor que el del plantel estadounidense. Diez de los 12 integrantes del plantel español también formaron parte de los Juegos Olímpicos del 2012, mientras que en Estados Unidos solamente James Harden y Anthony Davis regresan a la selección dos años más tarde.

Sin embargo, el recambio es algo normal en el conjunto norteamericano, un país que cuenta con una riqueza tan obscena de talento que podría contar con cuatro selecciones distintas y todos y cada uno de ellos serían candidatos al oro.

Además, la falta de continuidad no pareció afectar a EE.UU. en las finales olímpicas del 2008 y 2012, cuando España empujó al conjunto dirigido por Mike Krzyzewski hasta su límite y el conjunto de las barras y las estrellas respondió abrumándolo con su talento para obtener la victoria.

La clave principal es que mientras que la única constante del plantel estadounidense es el cambio, Krzyzewski ha sido una constante como entrenador estadounidense desde el 2006 y cada año se ocupa de nutrir al equipo con sus conceptos y su filosofía de juego.

Los jugadores lo respetan y ejecutan sus intenciones en la cancha, y un equipo con las ideas claras va a tener éxito en los momentos clave de un partido. Luego si esas ideas se unen con talento supremo, ahí tienes la receta para dos oros olímpicos y un título mundial en los últimos seis años.

Sí, es verdad, el trío de grandotes españoles compuesto por los Gasol y Serge Ibaka podría llegar a ser superior al de EE.UU. colectivamente, pero Davis también podría valer por tres por sí solo al ser el mejor jugador de la cancha.

Davis está al borde de dar un salto de calidad importante y el Mundial podría llegar a ser el trampolín que necesita para darlo, algo similar a la experiencia trascendental que tuvo Kevin Durant llevando a Estados Unidos al título en el 2010.

Ricky Rubio será el base más creativo del torneo, el mejor pasador, pero el trío de Derrick Rose, Stephen Curry y Kyrie Irving es tan versátil que no te permite tomar aire ni por un segundo antes de ofrecerte otra avalancha de jugadas imparables.

Rubio no va a achicarse ante el desafío, pero queda por verse si es capaz de mejorar su capacidad como tirador, un punto débil demasiado evidente en su carrera hasta ahora.

Lo mejor de todo para Estados Unidos es que Curry es capaz de jugar como escolta y hundir triple tras triple desde la esquina mientras Rose e Irving manejan la pelota como armadores. Rose también demostró durante las prácticas en Chicago y Nueva York que es capaz de complementarse con Curry principalmente e Irving en menor medida sin la pelota en sus manos y anotar de todas maneras.

Estados Unidos se ha visto picado por el fantasma de las lesiones, afectado por renuncias y por varios "gracias, pero no gracias" de sus principales estrellas, pero que no quepa duda: Los norteamericanos siguen siendo el candidato número uno del Mundial, y arrebatarles el trono será una labor titánica para cualquier otra selección que aspire a hacerlo.