Jordi Blanco / Corresponsal 10y

Gio se enfrenta con su pasado

BARCELONA -- Ausente Jonathan dos Santos por molestias físicas, en el once del Villarreal se respirará cierto sabor azulgrana por medio de su hermano Giovani, aquel chaval que hace siete años se catapultó al escenario del Camp Nou en compañía de Bojan pero cuya estrella se apagó muy pronto. Demasiado.

Gio llegó al Barça con 12 años y escaló con prestancia todas las pruebas en el fútbol base azulgrana hasta que Rijkaard le hizo debutar con el primer equipo con apenas 17 años en un partido frente al Aarhus de Dinamarca, completando una actuación muy destacada con gol incluido. Un año después, en septiembre de 2007, asomó por primera vez en partido oficial ante el Athletic y se consideró que junto a Bojan estaba llamado a ser un jugador clave en el futuro del Barça...

Pero las circunstancias jugaron en su contra. Hoy, siete años después, Giovani es un futbolista hecho y derecho que triunfando en el Villarreal se considera no estaría de más vestido de azulgrana. Pagó el derrumbe de la última temporada de Rijkaard y salió con destino al Tottnham por $6 millones de euros [7.8 millones de dólares] sin sospechar que el fútbol le pondría a prueba muchas veces antes de asentarse en la excelencia.

Nunca ha salido de su boca reproche alguno contra el Barça en el que creció. Gio siempre ha dado a entender que las circunstancias del fútbol le apartaron del Camp Nou con un poso de remordimiento por lo que pudo ser y no fue pero el paso del tiempo le ha acabado por colocar en su sitio y no han sido pocas las veces estos últimos meses que su nombre no ha aparecido como objetivo de algún grande del fútbol europeo.

"El partido es especial... porque juegas contra un gran equipo, pero lo especial de verdad para mi es jugar en el Villarreal" aseveró el jueves el delantero mexicano, dando mayor importancia a sus esperanzas. "Estoy muy motivado, como todo el equipo, por hacerlo bien. El Villarreal ha demostrado estar en buen momento y que puede ganar a cualquiera" especificó. Aunque enfrente no esté un cualquiera precisamente.

Giovani, desde que se marchó del Barça, ya conoce la sensación de jugar en su contra. No se puede decir que las cosas le hayan ido especialmente bien por cuanto perdió los tres partidos disputados (5-0 con el Mallorca, 2-1 y 2-3 con el Villarreal). Desde la primera vez, en abril de 2013, su crecimiento como jugador ha sido constante y la imagen ofrecida cada vez más trascendente.

El Villarreal tiene en Gio a un jugador especial, capaz de romper cualquier defensa y preparado para empujar al equipo en la posición que le ponga el entrenador porque en ataque ha mostrado la misma prestancia, independientemente del puesto a ocupar.

ESPINOSA, EL OTRO

A su lado, por detrás, una de las sorpresas en el once de Marcelino podría protagonizarla Javier Espinosa, un futbolista de marcado carácter azulgrana en su fútbol y que llegó al Villarreal después de que, extrañamente, el Barcelona le concediera la baja al acabar la pasada temporada en el equipo filial.

El jugador de Talavera, que cumplirá 22 años el próximo mes de septiembre, se ha destacado como una de las más agradables sorpresas en el equipo de Marcelino, que comenzó la pretemporada estudiando su cesión para convencerse de su capacidad la hora de conducir el juego del equipo desde su posición de mediocentro.

"Siempre estaré agradecido al Barça, pero siempre me quedará la espina de no haber podido debutar con el primer equipo" admitió hace pocos días Espinosa, quien en 2006 llegó a jugar un torneo con el equipo infantil del Real Madrid para incorporarse poco después a un Barça en el que destacó en todas las categorías del fútbol base.

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