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Un NBA infiltrado en Filipinas

SEVILLA – A Andray Blatche le incomoda que se le pregunte sobre cómo es posible que un jugador de básquetbol natural de Syracuse, Nueva York, que no tiene ascendencia filipina y que nunca en su vida había visitado el país, haya acabado defendiendo los colores de la selección.

Cuando ESPNDeportes.com formuló la pregunta tras el encuentro del grupo B del Mundial de España ante Croacia (81-78 a favor de los europeos), Blatche contestó de una manera categórica pero huidiza, con una sonrisa dibujada en su rostro.

“Yo soy filipino”, esgrimió sin complejos y sin dar opción a ninguna otra pregunta antes de marcharse al vestuario junto a sus compañeros.

Lo es desde el 11 de junio, cuando después de dos llamadas telefónicas de la federación filipina, ansiosa por contratar a un jugador de envergadura que milite en la NBA, aceptó adoptar la nacionalidad y jugar a nivel internacional.

Todos contentos.

Por un lado Filipinas, un país donde escasean los hombres grandes y que vive de jugadores perimetrales, con velocidad y discutible eficacia en los lanzamientos. Por el otro, el propio jugador, que podría haber llegado a cobrar un salario de un millón de dólares por dos meses de trabajo, según publica el portal, ‘Grantland’, y que cumplió el sueño que muchos desdeñan de participar en un torneo del calibre de un Mundial, algo que nunca hubiera podido llevar a cabo con Estados Unidos. Y no solo eso, con 28 años de edad, el jugador de Brooklyn Nets se encuentra en el momento álgido de su carrera y a buen seguro tratará de ayudar a Filipinas a participar en los Juegos de Asia 2014, el Campeonato de Asia de la FIBA en 2015 y los Juegos Olímpicos de 2016.

Blatche no solo fue el jugador que más brilló en Filipinas en su honroso primer partido del Mundial, sino que también logró superar los registros individuales de todos y cada uno de los integrantes del combinado nacional de Croacia. Su doble-doble de 28 puntos (75 por ciento en triples) y 12 rebotes en 41 minutos fueron el indicativo de lo bien que le ha venido a Filipinas tener un jugador de su categoría en sus filas.

“Está siendo un reto. Me tuve que aclimatar a los diferentes roles que puedo y no puedo hacer. Lo más importante es que mostramos corazón, no importa lo pequeño que fuéramos, hicimos un gran partido”, afirmó.

Comenzaron flojos los filipinos y muy fuertes los croatas, sin embargo, liderados por el propio Blatche, Jeff Chan (17 puntos) y Jim Alapag (seis asistencias) pudieron darle una vuelta a una máxima ventaja de 15 puntos. Durante 38 minutos, el plantel dirigido por Jasmin Repesa tuvo un liderato que se puso en jaque en el tramo final.

Blatche acalló todas las voces, que incluso dentro de la federación filipina de básquetbol dudaron de su forma física y compromiso. Estuvo a la altura de su nuevo compañero en los Nets (Bogdanovic, quien alcanzó 26 puntos y tres rebotes), de quien habló maravillas.

“Es uno de los mejores del mundo. Es un gran anotador, pasa bien, es un gran jugador de equipo y estoy deseando jugar con él”, señaló.

La carrera del estadounidense-filipino ha pasado por varias fases durante sus nueve años en la élite del baloncesto (donde acumula una media de 10.1 ppj, 5.4 rpj siendo su mejor campaña la 2010/11 con los Washington Wizards -16.8 ppj, 8.2 rpj). La franquicia capitalina llegó a utilizar una cláusula de amnistía sobre el pívot y en los Nets se le apartó un tiempo por estar fuera de forma. Su vida personal también ha tenido varios lances. Fue víctima de un disparo en un intento de robo en 2005, fue acusado de solicitar servicios de prostitutas en 2007 y se le ha retirado el carnet de conducir en tres ocasiones.

Los intentos de la federación de Filipinas en hacerse con los servicios de un jugador de la NBA fueron constantes hasta dar con Blatche. JaVale McGee era una de las opciones más sólidas hasta que se lesionó, y tal y como han confesado se decantaron por Blatche sencillamente porque fue el único que dijo que sí.