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El sueño de España está en marcha

Argentina le ganó a Puerto Rico en el debut EFE

SEVILLA -- Cuando las máximas autoridades del YMCA Training School, en Springfield, le ordenaron, en 1891, a James Naismith, que inventara una distracción atlética para el alumnado durante el cruel invierno, el canadiense seguramente jamás imaginó que 123 años después habría una competencia mundial que se desarrollara en una ciudad como Sevilla, con temperaturas, que a esta altura de la temporada, superan, con frecuencia, los 40 grados.

Lo que el profesor ideó como refugio del frío, hoy, con aire acondicionado mediante y calendarios comerciales y deportivos ajustados, es una buena manera de combatir el calor extremo en el horario de la obligada siesta andaluza.

Ha comenzado un torneo que en el afiche muestra dos grandes protagonistas y una larga lista de actores de reparto, interesados en levantar la estatuilla que alguna de las dos estrellas no pueda lograr.

A diferencia de otros, en este Mundial 2014, no se habla de Dream Team sino de final soñada. Ante las numerosas ausencias por todo tipo y factor (desde lesiones graves, imposiciones familiares, necesidad real de descanso, falta de ambición y firmas de contrato con una marca de indumentaria que no es la del seleccionado) de Estados Unidos, creció la esperanza del anfitrión.

España, en contraposición, reunió a toda la generación gloriosa y, al igual que en la antesala del 2006, no perdió ningún amistoso, mostrando poder en cada una de las facetas del juego. Si el análisis conceptual no fuera suficiente hay una extraña estadística que aumenta las ilusiones locales. El plantel de Orenga cuenta con más experiencia NBA que la propia selección USA: los nueve españoles que están o pasaron por la mejor Liga del planeta, acumulan 3223 partidos y 47 temporadas contra los 3213 y 46 de los propios estadounidenses.

Mientars tanto, Argentina llegó a Sevilla con los interrogantes previos que nunca han faltado durante toda la etapa dorada y que siempre se han ido solucionando con el rodaje oficial. Frente a Puerto Rico esta "regla" no se quebró.

"Sí, realmente estoy un poco sorprendido. No por lo que sé que este equipo puede dar, sino por lo que habíamos entregado en los últimos partidos. Anduvimos mejor en ataque, en la ocupación de espacios, tomando mejores tiros". Julio Lamas combinaba tranquilidad y alegría en un escenario que mostró un sesenta por ciento de público argentino, el cual se llevó bastante más de lo que fue a buscar, hasta gotas de showtime en el cierre.

A pocos metros, parado en medio de un oscuro pasillo del correcto Pabellón San Pablo, que no exhibe la imponencia de un estadio de grandes citas, Paco Olmos, desconsolado aunque amable, con postura de víctima resignada a que le dispararan preguntas que sólo podían provocar respuestas agrias, no dudaba. "Hicimos todo lo que no debíamos ante un rival compacto, que no es sólo Scola, que mantuvo una estructura abierta y nos ganó muy bien".

Concentración, inteligencia, seriedad y espíritu colectivo constituyen valores buenos y conocidos de la Argentina. Eficacia externa, fluidez y pareja distribución de responsabilidades son factores que reaparecieron en un cotejo clave, con el bonus track de una excelente diferencia pensando en un posible desempate por un puesto que puede cambiar, de cara a la segunda fase, el nombre del adversario en octavos y la evaluación de una producción que empezó de gran forma. Selem Safar, suelto como si estuviera en la Liga Nacional, habló de un rendimiento casi perfecto. Necesitará sostenerlo si quiere superar la alta (por lo visto contra Filipinas más física que técnica) barrera croata que se aproxima.