NUEVA YORK -- Wimbledon 2009. Desde ahí, siempre en cuartos de final, al menos, en los Grand Slam. La racha de Novak Djokovic tuvo un capítulo más en el US Open 2013, donde venció a Philipp Kohlschreiber y se metió entre los mejores ocho de un Major por vigésima segunda vez consecutiva.
"Estoy muy contento [por la marca]", soltó el serbio apenas fue consultado en la conferencia de prensa posterior al triunfo. "Eso quiere decir que le doy valor a estos torneos y siempre trato de realizar mi mejor tenis en ellos", continuó. "Obviamente me motiva para continuar con esa racha, por supuesto", amplió.
Pasado Kohlschreiber, el próximo duelo del serbio se presenta como un reto mayor: Andy Murray. "Todos conocemos su calidad. Ha sido campeón acá, en Wimbledon y los Juegos Olímpicos, así que tiene una gran experiencia sobre sus espaldas", remarcó Djokovic de cara al duelo de cuartos de final. "Será duro. Fue un sorteo difícil. Tendrá que jugar en mi más alto nivel para avanzar", comentó.
Y agregó: "Él [Murray] sabe cómo jugar en la cancha central del US Open, donde ya ha mostrado un gran tenis y tuvimos algunos grandes partidos. El último fue en la final de 2012, en cinco sets", recordó.
Bien vale decir, este Djokovic es algo distinto al de hace dos temporadas. El serbio plantea un escenario de juego más agresivo y con una clara intención de subir a la red, sistemas que sumó desde la llegada de Boris Becker a su equipo de trabajo. Y los puntos más cortos, en la calurosa y húmeda Nueva York, da resultado en lo físico.
"Quiero ser más agresivo, desde el primer tiro después de sacar y después la devolución. Busco entrar en la cancha y dominar los intercambios de golpe. Ese es el objetivo y es algo que he estado trabajando. Obviamente, yo sé que tengo un buen juego de defensa y puedo conseguir una bola extra. Pero, ¿por qué gastar tanta energía si realmente puedo cerrar los puntos en los primeros dos o tres disparos".