BARCELONA -- Leo Messi mejora en sus molestias y debería estar a disposición de Luis Enrique de cara al próximo partido de Liga del Barça, la próxima semana frente al Athletic de Bilbao. El club emitió ayer jueves un comunicado médico dando parte de su estado, haciendo saber que se desplazó a Barcelona un médico de la AFA para evaluarlo junto a los doctores de la entidad, y dio a conocer que la Pulga 'evoluciona' de manera satisfactoria.
Hasta aquí se podría resumir el parte oficial, el seguimiento de las molestias que, producidas en el partido frente al Villarreal apartaron a Leo de la selección argentina en el amistoso en Alemania y la constatación de que su mejoría es una realidad. Que no hay preocupación ninguna respecto a su estado físico. La realidad, en el fondo, va más allá.
Con el comienzo de la nueva temporada las pautas y el seguimiento médico han dado un paso adelante en el Camp Nou. Y en el caso de Messi eso se ha traducido en una atención mucho más directa. Después de tomarse las vacaciones, después de algunos años, como un verdadero descanso, el argentino regresó a Barcelona con el físico mucho mejor que en tiempos pasados. Pero, más aún, dando la sensación de estar más atento a sí mismo, a su estado.
Así, lo que pudo contemplarse desde el entorno con alarma cuando se supo de su ausencia en la primera lista de Gerardo Martino con Argentina, el club recibió con alivio que fuera el propio Leo quien se autodescartara tanto del partido por la Paz en Roma como de la convocatoria de la selección.
El futbolista decidió permanecer en Barcelona para trabajar en su recuperación en lo que se entendió como un cambio de actitud que se valoró especialmente bien. Leo acudió de manera regular a la Ciudad Deportiva del club aun teniendo fiesta y siguió las pautas marcadas tanto por los servicios médicos como por los fisioterapeutas, y su recuperación ha sido, hasta el momento, óptima.
"Se constata una mejora en las molestias y se mantendrá el trabajo de recuperación específico hasta que el jugador se pueda incorporar definitivamente a los entrenamientos del equipo", rezó ayer el parte médico que trasladó el FC Barcelona a los medios de comunicación. Una simple formalidad que no esconde el optimismo que se vive en el club por la actitud de Leo.
Messi, 27 años y 9 a pleno ritmo de competición con el Barça y su selección, mantiene la magia del primer día pero, a la vez, ha dado una señal inequívoca de comprender que el paso del tiempo le obliga sin dilación a cuidar de manera especial su físico.
Después de dos temporadas en las que ha sufrido más problemas que en las cuatro anteriores, Leo da muestras de su madurez futbolística a través de decisiones como la que tomó tras acabar el partido en Villarreal. La máquina debe cuidarse y nadie mejor que él mismo para saber cómo dar el mejor rendimiento posible.