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Matthysse y una confiada espera

CINCINNATI, OHIO -- En la plaza de la fuente o Fountain Square, se reúnen todos. O, al menos, eso le parece al cronista recién llegado, en medio de un calor húmedo y sofocante: hay niños, hay jóvenes, hay cerveza -presentar el documento, por favor, para registrar la edad-, hay música... Hay, también, un grupo de Marines que recogen algún dinero para trabajo comunitario a cambio de diversión: la cosa consiste en lanzar tres bolas de béisbol hacia un blanco. Si la pelota conecta justo, entonces también se produce un movimiento de palanca y al Marine que está sentado al lado, sobre una especie de enorme cuba de agua, se le abre una puerta, la silla se mueve... y ¡Hombre al agua!

Cae el sol despacito y entre todos los postulantes aparece uno más: o parece, al menos, uno más: visera dada vuelta, tatuajes en los brazos... pide las bolas y lanza de zurda a las tres... y si bien el Marine no caerá al agua, los impactos han sido bastante certeros, sobre todo porque el postulante ni entiende nada de béisbol: es Lucas Matthysse, que ha salido a dar una vuelta con su preparador físico, Matías Erbin.

Matthysse es de muy pocas palabras. Está siempre conectado a su teléfono y, por lo que sabemos, su hija Priscilla es uno de sus principales motivos. En la tardecita del viernes, Lucas está tranquilo, puesto que ya pasó el momento del pesaje y ahora solamente resta esperar hasta la noche del sábado...

La pelea, que se efectuará en el U. S. Bank Arena, es el semifondo, ya que la principal será entre Adrien "El Problema" Broner (28-1, 22 KO), el "Muchacho de la casa", ya que es de Cincinnati, y Emanuel Taylor (18-2, 12), título Internacional WBA de los súper ligeros. Pocos le dan real crédito a Taylor, que llegó a enojarse luego de los desplantes (habituales) de Broner, cuyos modales siguen siendo demasiado rudos y provocativos, aún luego de todo lo que le pegó El Chino Maidana. Parece que el Ego de Broner se mantiene intacto.

Para la mayoría, "la pelea de la noche" va a ser la de Lucas Matthysse (35-3, 3 KO) y el mexicano Roberto Ortiz (31-01, 24 KO) por el campeonato Plata del CMB en la división súper ligero.

Aunque Broner dijo en la conferencia de prensa que le gustaría pelear con Matthysse y el argentino aceptó el reto, los planes parecen ser otros.

Claro que Lucas, favorito para la pelea de esta noche, tiene primero que ganarle a Ortiz. El mexicano, que nunca salió de México, tiene un físico estilizado y al recorrer sus números surge que tiene un buen porcentaje de nocauts.

Según "Cuty" Barrera, el técnico de Lucas, "hay que moverse muy bien a los costados, bloquear siempre con las manos arriba y trabajarlo al cuerpo, de zurda". A su vez, Juan Martín Coggi, que aporta toda su experiencia, coincide en que "a Ortiz hay que respetarlo porque viene bien con la derecha, el asunto es engañarlo con la cobertura de derecha y de vez en cuando volver con la izquierda en cross a la cabeza".
Bien, todo parece indicar que Lucas vencerá este sábado a la noche. Tiene una jerarquía de oposición -de Devon Alexander a Danny García y de Zab Judah a Lamont Peterson- que no ha tenido su rival de esta noche. "Massa" se medirá por primera vez con un primera serie comprobado y ese paso -y esa diferencia- es trascendental para un boxeador. Con la exigencia de entrenamiento de Lucas y con su motivación, todo indica que este sábado volverá a definir antes del límite. O así debería ser para asegurar lo que venga. Llegó al pesaje con ya algunos días de estar en peso y sin desgaste físico alguno, más allá del lógico de cada entrenamiento. En suma: el ideal de todo boxeador.

Mario Arano afirma que su gran objetivo es el campeonato mundial de la división, hoy en poder de Danny García. "Ya reclamé ante el Consejo -nos decía el promotor- para que García le dé la oportunidad y la revancha a Lucas, que es lo que se merece. O, sino, que se defina y deje la corona vacante, ya que se dice que se va a pasar de categoría. Entonces que deje el camino libre. Yo quiero que Lucas tenga su oportunidad. Estoy seguro de que va a ser la estrella de la temporada que viene".

Matthysse, a su vez, ya comentó que quiere pelear en carteleras más importantes y con adversarios más encumbrados. Y, por supuesto, tiene razón. Por supuesto, el objetivo es Las Vegas y un apellido rutilante. ¿Por qué no, Danny García, cuando después de todo, la del año pasado fue una de las grandes peleas de la temporada?

La tarde del viernes se prolongó para Lucas con un rato de béisbol: los Mets de Nueva York terminaron ganándole a los Cincinnati Reds por 14-5. La bola inicial fue lanzada por Bernard Hopkins. "Estuvimos mirando un rato y después nos fuimos", nos contaba Lucas cuando, ya de regreso al hotel Westin se preparaba para una ronda de mate con Erbin.

Así, con un paseo por la plaza, un poco de béisbol, algunos mates y mucha comunicación telefónica, fue terminándose el viernes para Lucas Matthysse, el hombre que esta noche deberá ganar de la manera más categórica posible ante Ortiz, porque está para más. Y la mejor manera de demostrarlo es con los guantes puestos. Los mismos guantes Everlast Powerlock que deberá utilizar Marcos Maidana la semana que viene frente a Floyd Mayweather.

Pero esa será otra historia. Esta noche -en una velada que la Televisión Pública transmitirá a partir de las 23-, deberá ser la noche de Lucas y, seguramente, el modo de afirmar, una vez más, que los sueños tienen fuerza para hacerse realidad.