MADRID -- España recibe este lunes en Valencia a Macedonia en el primer partido de clasificación hacia la Eurocopa 2016. Hace nueve años que la Roja no disputa un partido en el Levante español y ahora lo hará en el Ciutat de Valencia como ocurrió la última vez: como un equipo poderoso, en plena reestructuración y plagado de dudas, principalmente en ataque, pero obligado a ganar ante un rival 'menor'.
Fue en 2005, con Mestalla como escenario, cuando el choque de clasificación hacia el Mundial ante Bosnia-Herzegovina, que terminó en 1-1, generó no pocas críticas al combinado entonces dirigido por Luis Aragonés. El mítico entrenador había tomado la selección meses antes y había comenzado una renovación progresiva del combinado nacional. El camino hacia el Mundial de Alemania fue tortuoso y la suerte de España se decidió en la repesca, en la que venció a Eslovenia, pues navegó por la fase de grupos al borde del abismo y terminó segunda tras cinco empates y tres victorias.
Entonces, como ahora, sobre el representativo caía una sombra tras una terrible Eurocopa 2004 en la que fueron eliminados en la primera fase. Claro que hace nueve años España no se había coronado campeona europea en dos ocasiones seguidas, 2008 y 2012, ni había conquistado la Copa del Mundo, pues la primera vez en su historia llegó en 2010. Además, había pasado tiempo considerable para asimilar el descalabro en Portugal.
Hoy los hombres de Vicente del Bosque se presentan a su primera batalla oficial, dos meses después de una decepcionante Copa del Mundo, con la obligación de dar una prueba contundente de que se ha superado la derrota deportiva y psicológica pese a los numerosos problemas que han tenido que enfrentar en la última semana.
Su primer experimento con los jugadores que apuntalan el relevo generacional, ante Francia la semana pasada, terminó en un empate sin goles y un alarmante "dato": España no pudo disparar a gol.
"No quiero hablar públicamente de lo que hay que mejorar, pero es un dato que en París, aunque generamos ocasiones, no tiramos a puerta. Nos hace falta más profundidad y es buena oportunidad intentarlo ante Macedonia. Hay que mejorar en ese aspecto", advirtió Del Bosque la tarde del domingo en rueda de prensa.
Para complicar aún más la cuestión, Del Bosque perdió a Diego Costa, el único centro delantero de los que acudieron al Mundial que repetía en una convocatoria. Dejando de lado a los Llorente o Alvaro Negredo, jugadores ya probados en su sistema, el seleccionador decidió llamar a la nueva sensación de la Liga, el madrileño Munir, delantero del Barcelona que apenas hace unos días hizo su debut en Primera División.
"Ya estaba concentrado", dijo Del Bosque a modo de explicación, pues el jugador de origen marroquí se encontraba en Las Rozas con la Sub-21. Pero sea por cuestión política --en España aseguran que el llamado responde a la necesidad de bloquear un futuro llamado de Marruecos para el jugador-- o por acelerar la renovación, el jugadpr fue convocado.
"Como la Sub-21 ya estaba clasificada pensamos en echar mano de uno de los de abajo y pensamos en Munir. No sé si (es) la solución más natural, pero es la que hemos elegido", insistió Del Bosque.
Sin embargo, no será el joven culé quien salte a la cancha del Ciutat de Valencia, sino otro debutante en la Roja, Paco Alcácer, el décimo centro delantero al que prueba el técnico desde 2008, en la llamada 'época dorada' del combinado ibérico con David Villa, máximo goleador histórico con 56 goles, Fernando Torres, David Silva, Llorente, Dani Güiza, Alvaro Negredo, Roberto Soldado, Bojan, Adrián y Diego Costa, además de los mediocampistas Michu, Manu del Moral y los habituales 'falsos nueve', David Silva, Cesc Fàbregas y Pedro Rodríguez.
Según lo que ha probado en los últimos entrenamientos, Del Bosque utilizará a los hombres con más experiencia en su actual plantel para que acompañen al nueve novato en este encuentro. Así, España saldrá con un equipo formado por Casillas, Juanfran, Albiol, Ramos, Jordi Alba, Busquets, Koke, Fábregas, Silva, Pedro y Paco Alcácer.
Recuperar el gol ante Macedonia, más que una prueba de fuego, será una obligación.
Desde que proclamó su independencia en 1993, el cuadro eslavo jamás ha logrado sacar ni un empate a España, pues perdió las tres que se han enfrentado. La selección de Macedonia, que tampoco ha logrado clasificar al campeonato europeo ni al Mundial, acumula dos empates, una derrota y solo una victoria, ante China, en sus últimos cuatro encuentros amistosos.