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Cowboys exhiben problemas a la ofensiva en su derrota ante 49ers

ARLINGTON -- Se suponía que el problema era defensivo y la fortaleza ofensiva.

Pero este domingo sucedió lo contrario en la derrota que sufrieron los Dallas Cowboys frente a los San Francisco 49ers.

La ofensiva se cansó de regalar desde el cuarto inicial y los 49ers de aprovechar.

El mariscal de campo de Dallas Tony Romo sufrió tres intercepciones que los 49ers convirtieron en touchdowns. Lució oxidado y fuera de ritmo; peor aún, lanzó pases sin fuerza, ni espiral durante buena parte del partido.

Los Cowboys deben estar más preocupados, quizá, por lo que vieron de Romo, luego de que en diciembre pasó por su segunda operación de espalda, que por perder en el juego inaugural de la temporada frente a un equipo que de cualquier manera era amplio favorito y uno de los candidatos al Súper Tazón.

"No puedes darle a un equipo como ese cuatro oportunidades con regalos de balones como hicimos nosotros", declaró el entrenador de los Cowboys, Jason Garrett. "Uno resultó en touchdown; otro fue una intercepción en la zona final cuando teníamos oportunidad de anotar puntos; otro en terreno negativo y el cuarto a principios del segundo cuarto".

"Esas son jugadas que hacen la diferencia", agregó. "Nos forzó a tratar de salir de un hoyo el resto del partido contra un gran equipo, y así es complicado".

Romo terminó con un pobre índice de pasador de 60.8, el peor en sus últimos tiempos; lanzó la tercera parte de las intercepciones que toda la campaña anterior.

Su jornada terminó con 23 pases completos en 37 completos, en su amplia mayoría pases cortos; el único largo (56 yardas) en realidad fue más una proeza de Dwyane Harris que un acierto de Romo, en medio de tres defensivos secundarios de los 49ers.

"Me sentí cómodo", aseguró Romo. "Nada que ver con mi espalda. Tomé un par de malas decisiones. Cada vez que enfrentas a un equipo tan bueno como ese, tienes que evitar errores. No hice un buen trabajo esta noche".

"Tengo que jugar a un nivel más alto", agregó. "Estoy muy molesto por mi pobre desempeño".

Tampoco ayudó un balón suelto de DeMarco Murray en el primer minuto de juego, que San Francisco puso en la zona de anotación, vía Chris Culliver, quien poco más tarde salió lastimado por un golpe en la cabeza y ya no regresó.

"Hoy tuvimos grandes jugadas, individuales y de equipo", indicó el entrenador en jefe de los 49ers, Jim Harbaugh. "Miré en el vestidor después del partido y me di cuenta de que los jóvenes mejoraron en este partido".

"Después vi a los veteranos, los muchachos que han estado aquí y vi las cicatrices de la batalla", agregó. "En realidad fue un buen juego para nosotros".

La defensiva de los Cowboys tampoco fue ninguna potencia. Pero soportó durante toda la segunda mitad los embates rivales e impidió puntos.

El mariscal de campo Colin Kaepernick lució tan inconsistente como siempre, aunque hizo las jugadas suficientes cuando debió hacerlas para aprovechar los errores del anfitrión.

En su primer partido oficial con su nuevo contrato por 126 millones de dólares, Kaepernick completó 16 de 23 envíos para 201 yardas, con dos anotaciones. Más importante, evitó las intercepciones y su índice de pasador fue de 125.5.

Si no hubiese sido tan inconsistente, es probable que hubiese salido con muchas más yardas por pase; sus receptores estuvieron descubiertos buena parte del juego, antes de que Kaepernick prefiriera correr, a pesar de que sólo ganó 11 yardas por esa vía.

"Nos dieron oportunidades y tomamos ventaja", dijo Kaepernick. "Sabíamos que teníamos que seguir anotando porque tienen buena ofensiva. Pueden anotar puntos. Nosotros debimos convertir más primeros y 10, en especial en la segunda parte".

La cuarteta de receptores calibre Pro Bowl de los 49ers lució como tal: Anquan Boldin, sumó 99 yardas; el ala cerrada Vernon Davis, 44; Michael Crabtree, 25, y el recién desempacado Stevie Johnson, otras 44.

Por carrera, San Francisco sumó 124 yardas en su mayoría en los zapatos de Frank Gore (63) y el novato Carlos Hyde (50), quien anotó su primer touchdown como profesional.

Para los Cowboys de nada sirvió que DeMarco Murray tuvo un gran arranque de temporada, con 118 yardas y un promedio de 5.4 yardas.

El coach Garrett de nueva cuenta manifestó sus problemas de manejo de juego y balance en los momentos importantes o zona roja.

Por ejemplo, en el primer cuarto, Dallas tomó el balón con 4:25 minutos en su yarda 20 y avanzó hasta la yarda cinco de los 49ers en una serie que incluyó seis acarreos de Murray. Pero con primero y gol en la yarda cinco, Garrett decidió ir por pase y fue interceptado por Patrick Willis en las diagonales.

"Son uno de esos pases que ni siquiera puedes creer que lanzó", expresó Willis. "Sólo recuerdo que mis ojos se pusieron grandes y la bola pequeña. Sólo pensaba que no podía soltarla. Me sentí bien".

Los Cowboys deberán trabajar mucho para mejorar de ambos lados del balón, si pretenden salir adelante en Tennessee frente a los Titans, que debutaron este domingo con un triunfo sobre uno de los supuestos protagonistas, Kansas City Chiefs.

Los 49ers reivindicaron su posición entre los candidatos y el domingo próximo estrenan en juego oficial su nuevo estadio contra los Chicago Bears, que cayeron ante los Bills como locales.

"Esto fue apenas un paso rumbo a la meta que tenemos", refirió Harbaugh. "Tenemos que regresar a casa, ver el video, reconocer en qué podemos mejorar porque la semana próxima nos visita otro gran equipo".

El apoyador Shayne Skov estuvo en la banca, sin uniforme, con sus 49ers, desactivado por regla, ya que es parte del equipo de prácticas.

Skov comenzó su carrera en el futbol americano en el club Carneros de Guadalajara.