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¿Una segunda oportunidad?

Cuatro años después de retirarse, Bobby Cox tiene mucho tiempo para acudir a las fiestas de cumpleaños de sus nietos, y admirar la fotografía enmarcada de Stan Musial y los otros regalos que le hicieron durante su gira de despedida en 2010. Cuando no está aportando sus opiniones como consultor especial de Frank Wren, gerente general de Atlanta, él observa los partidos por televisión para dar un vistazo a los discípulos que han surgido del Árbol Genealógico de Bobby Cox.

Cox tiene una lealtad indirecta con Kansas City, donde el ex ejecutivo de Atlanta, Dayton Moore, intenta llevar a los Reales a postemporada por primera vez desde 1985. Los Reales son dirigidos por Ned Yost, quien pasó 12 temporadas en el equipo de coaches de Cox, de 1991 a 2002. Además de las afinidades personales, Cox admira mucho la forma en cómo Yost hace su trabajo.

"No puedes criticarlo ni como persona ni como una persona de béisbol", dijo Cox. "No tiene miedo a hacer las cosas. Mantiene una gran comunicación en el vestuario, y es estricto. Siempre ha querido evitar las tonterías -- juguemos de forma correcta y ganemos. Me encanta lo que hace Ned".

Para ser alguien que bateó para .212 como cátcher suplente en las Mayores antes de dirigir dos equipos de mercado pequeño en el sur, Yost ha armado un roster intrigante de amigos con el paso de los años. Él pasó cierto tiempo como parte del equipo de pits del ya fallecido piloto de NASCAR Dale Earnhardt durante los años 90, y es buen amigo -- incluso compañero en viajes de cacería -- con el comediante Jeff Foxworthy.

Yost es un buen hombre, con sensibilidad, pero está a punto de embellecer su portafolio. Los tres principales candidatos para ser Mánager del Año en la Liga Americana son Buck Showalter (Baltimore), Lloyd McClendon (Seattle) y Yost, quien intenta guiar a Kansas City, un equipo impedido a la ofensiva, hacia los playoffs por primera vez desde 1985. Los Reales rebasaron a los Tigres de Detroit con un récord de 19-9 en agosto, y ahora intentan lidiar la parte más complicada de su calendario, cerrando el miércoles una serie de tres partidos en Comerica Park.

El ascenso de Kansas City a ser contendiente llega con un fondo de energía nerviosa y emociones encontradas. Los aficionados de los Reales están apoyando con todo al equipo de 2014 (pese a que la asistencia al estadio se quedará por debajo de los 2 millones de aficionados por vigésimo tercer año consecutivo) pero están preparados para lo peor. Ellos no han visto muchas cosas favorables desde que el árbitro Don Dekinger les dio ese maravilloso regalo con el roletazo de Jorge Orta en el sexto juego de la Serie Mundial de 1985. El mánager involuntariamente aporta a la incomodidad en Kansas City producto de su breve-pero-torturado coqueteo con el béisbol en septiembre. En 2007, Yost tenía a Milwaukee en primer lugar de la División Central de la Liga Nacional con 8 y medio juegos de ventaja en junio, pero se desplomaron al final y no clasificaron a playoffs. La tensión de Yost era notable, siendo expulsado tres veces en la última semana de temporada regular, e incluso su esposa se preguntaba si él se había vuelto loco.

Un año después, los Cerveceros tenían récord de 83-67 y estaban hundiéndose cuando el gerente general Doug Melvin despidió a Yost y lo reemplazó con el coach de banca Dale Sveum, quien guió al equipo a un récord de 7-5 y un sitio en la postemporada. Aunque múltiples fuentes indican que el dueño Mark Atanasio asumió el rol principal en la decisión, Yost tuvo que lidiar con la percepción de que se atemorizó hasta perder su empleo.

Así que uno no debe preguntar por qué, cuando el diario USA Today publicó un perfil de Yost en agosto, incluyó la pregunta: "¿Yost descubrirá una forma para echarlo a perder otra vez?".

Pero si esto puede reconfortar a los aficionados de Kansas City, Yost ha hecho todo lo que está a su alcance para asegurarse de que esto no ocurra. Varios equipos le llamaron para ofrecerle trabajo luego de que fuera despedido en Milwaukee, pero él prefirió quedarse en cada e hizo un análisis exhaustivo de qué había salido mal. Y aprendió la lección.

"Cuando pasa, piensas, 'Es injusto. Están locos. No tiene sentido. ¿Por qué hicieron esto?'", dijo Yost. "Pero entre más lo analizas, puedes descubrir cosas y decir, 'Quizá necesito un enfoque distinto y pensar acerca de hacer esto de una forma distinta'.

"En mi primer empleo, siempre me esforzaba para hacer que los jugadores fueran como yo. Los quería concentrados. Quería que jugaran duro. Los quería disciplinados. Quería que salieran y dieran su máximo esfuerzo. Lo que he aprendido con este empleo es que los jugadores son individuos, y tu trabajo es dejar que sean ellos mismos en lugar de intentar moldearlos en algo que no son. Siento que les sacas más provecho cuando haces eso".

En mayo de 2010, los Reales le dieron una oportunidad para redimirse, y Yost terminó con marca de 55-72 con Yuniesky Betancourt, Mike Avilés, Scott Podsednik y Mitch Maier entre sus elementos principales de la alineación. Cuatro años después, está a 14 partidos de romper el récord de franquicia impuesto por Dick Howser, con 770 juegos dirigidos en Kansas City.

"Eso fue lo mejor que me pudo ocurrir", dijo Yost acerca de su época en Milwaukee, "porque me puso en posición para estar con este equipo".

No es el mejor amigo de la prensa

De acuerdo a la doctrina de Cox, Yost también es ferozmente protector de sus jugadores. Si un relevista le pide la noche libre porque tiene cansancio en el brazo, Yost mantendrá la conversación en privado en lugar de compartirla y abrir la posibilidad de que el pitcher sea llamado "suave". Si un jugador de los Reales no se esfuerza de acuerdo a los estándares de la organización, Yost lo regañará en la oficina del mánager y no en la prensa.

Yost también muestra fe en sus jugadores al punto donde lo hacer ver excesivamente necio o desconectado con la realidad. Ver su decisión de conservar a Omar Infante bateando como segundo en el orden, pese a que Infante batea para .228 con .254 de promedio de embasarse desde la pausa por el Juego de Estrellas. Cuando se le preguntó acerca de su decisión, Yost respondió que sería "algo tonto" poner a Infante más abajo en el orden al bat, ya que esa alineación tal cual había impulsado a los Reales a su gran racha en agosto. El problema es que el mismo orden al bat ha promediado 2.5 carreras por partido en los últimos 11 partidos que el equipo ha disputado.

¿Yost toma decisiones tácticas que desquician al ciberespacio? Sí, de hecho. Por ejemplo , el 2 de abril, cuando Yost declinó mandar un bateador emergente por Alcides Escobar y el campocorto de los Reales pegó un elevado ante Max Scherzer en la parte final del juego que perdieron 2-1 ante Detroit. El sentimiento de fondo tenía sentido: es una temporada larga y Yost no quería pulverizar la confianza de Escobar, por no mostrarle nada de fe en el segundo juego de la temporada. Pero cuando Yost explicó la decisión, diciendo que no quería meterse "en la cabeza" de Escobar, fue una invitación para la burla. A veces sus problemas de percepción radican más en la forma como los explica y no en la razón principal para lo que hace.

Luego de que los Reales celebraron el dejar tendido en el terreno a Minnesota hace un par de semanas, Yost ensombreció el ambiente en Kansas City al quejarse que solamente había 13,847 aficionados en las tribunas. El motivo para ese ataque verbal no es claro. Pero una persona dentro de la organización sugirió que él solamente estaba ventilando un sentimiento que los jugadores de Kansas City habían expresado de forma privada en varios momentos de la campaña.

"Para mí, básicamente él estaba motivando a los aficionados", dijo el pitcher James Shields. "No creo que los estuviera menospreciando. Él quiere que los aficionados disfruten el momento, tal y como lo hacemos nosotros".

Al igual que los otros jugadores de Kansas City, Shields describe a Yost como alguien positivo y eternamente animado tanto en el vestuario como en la caseta. Los Reales están empatados en primer lugar pese a que son últimos de las Mayores con 89 cuadrangulares. Tienen récord de 79-64, pero su diferencial de carreras de +20 les daría un récord pitagórico de 74-69. Al igual que los Marineros, ellos son un equipo con orientación hacia el pitcheo y la defensiva, con un margen muy pequeño para el error. Los Reales han perdido 11 de 15 contra Detroit esta temporada, y han sido superados en la pizarra 85-55 en esos partidos. Pero si ellos pueden superar a los Tigres -- el amplio favorito -- y ganan la División Central de la Liga Americana, Yost quizá tendría los mejores argumentos para ser el Mánager del Año en la Liga Americana por encima de sus rivales.

"No hay duda", dijo Shields. "Hemos pasado por muchos altibajos, y hemos enfrentado muchas experiencias difíciles en los últimos dos años. Pero definitivamente merecemos estar en este sitio".

Y si los Reales se desploman en la recta final, tengan la seguridad de quién asumirá gran parte de la culpa.

Segunda oportunidad

Con el paso del tiempo, las percepciones cambian de una forma divertida. Joe Torre fue de ser un desecho a ser un integrante de Cooperstown porque tuvo la buena fortuna de llegar a Nueva York en 1996, justo en el momento correcto. Buck Showalter, considerado como un mánager controlador y especialista en transformaciones durante gran parte de su carrera, es ahora percibido como el Sabio de Baltimore. Muchos mánagers inevitablemente mejoran en su segundo o (si son realmente afortunados) su tercer trabajo.

Si los Reales han mostrado más fe en Yost de lo que algunos críticos consideran como razonable, es porque ellos ven una consistencia y responsabilidad que representa lo que buscan inculcar en la organización.

"¿Saben cómo me di cuenta de que Ned Yost era un líder tremendo?", preguntó Moore. "Es porque él nunca ha dicho una sola palabra negativa acerca de los Milwaukee Brewers, o acerca de su dueño, o de Doug Melvin. Él nunca ha dicho 'Hey, me perjudicaron' o ha criticado a alguien, o ha reflexionado acerca del pasado en una forma negativa. Él siempre quiso ir hacia adelante. Es lo que debes hacer en este deporte. Lo que debes hacer en la vida".

Los mánagers en la actualidad están sujetos a más análisis instantáneo que nunca, lo que puede llevar a asumir cosas tontas y a una mentalidad que a veces desafía la lógica. Entre la especulación de que Yost había perdido el control del vestuario en Kansas City, un blog que cubre a los Reales publicó una columna con el encabezado "Es hora de que Ned Yost se marche". Después de eso, los Reales jugaron para 24-11 en los siguientes 35 partidos. Cuando Yost dice que a él le resbalan todas las opiniones, en parte es por la autopreservación. En una lista de mánagers que son repudiados por los aficionados de sus equipos, Yost, Fredi González (Atlanta) y John Gibbons (Toronto) probablemente ganarían la medalla de oro, plata y bronce, respectivamente. Una búsqueda rápida en Google revela que Don Mattingly, Kirk Gibson, Ron Roenicke e incluso Mike Matheny son algunos nombres que también están en la pelea.

"No me preocupo por eso", dijo Yost. "Cuando busco noticias, sintonizo CNN o Fox News. No reviso el portal de Grandes Ligas ni leo los periódicos, porque verás algo que te molestará, y luego te vas a enojar con alguien. Y no quiero estar enojado con nadie.

"Simplemente, debo ser yo mismo. Si trato de agradarle a todos, estoy siendo falso. Intento respetar a todos y hacer mi trabajo. No me importa demasiado lo que la gente diga de mi persona. Solamente estoy aquí para intentar hacer las cosas lo mejor posible para los muchachos en el vestuario".

Es una formula sencilla que le funcionó muy bien durante mucho tiempo a su mentor. Bobby Cox cree en Ned Yost. Las próximas tres semanas serán vitales para determinar si los aficionados de los Reales, privados de los playoffs durante mucho tiempo, deciden unirse a ese club.