Jordi Blanco / Corresponsal 10y

Barça iguala récord de hace 30 años

BARCELONA -- Con los ojos puestos en la Champions, el barcelonismo sonríe a la vista de la clasificación de la Liga. No solo ha completado un inicio perfecto con tres victorias y contempla a lo lejos al Real Madrid, sino que ha igualado un record con 30 años de vigencia: ganar sin recibir ni un gol en estos primeros tres partidos.

La velocidad de crucero del Barcelona devuelve a la memoria a la del equipo dirigido por Terry Venables en la temporada 1984-85, cuando comenzó goleando al Real Madrid en el Bernabéu (0-3), siguió arrodillando al Zaragoza (4-0) en el Camp Nou y venció (1-0) al Espanyol en el mismo escenario. También ganó en la cuarta jornada en Sevilla al Betis (1-2), pero Antonio Parra le hizo encajar a Urruti el primer gol en contra en todo aquel campeonato.

El equipo azulgrana conquistó aquella Liga bajo el liderazgo de Schuster con una superioridad tan aplastante como evidente se contempla ahora en el conjunto que lidera Leo Messi y que a pesar de todos los cambios, obligados, que ha efectuado Luis Enrique en la zaga, se ha mostrado inexpugnable.

De hecho, Claudio Bravo ha sido poco menos que un espectador en este comienzo de Liga. La suerte le echó un cable en Villarreal, cuando dos remates se estrellaron en su madera, pero ni el Elche en la jornada inaugural ni el Athletic de Bilbao ayer le pusieron en problemas.

Alves-Mascherano-Mathieu-Alba contra el Elche; Alves-Piqué-Mathieu-Alba frente al Villarreal y Montoya-Mascherano-Mathieu-Alba ante el Athletic han sido las tres zagas diferentes utilizadas por Luis Enrique, quien obligado por las sanciones y las lesiones no ha podido repetir alineación todavía en una línea que con los fichajes de Vermaelen y Mathieu invitó a sospechar, como así ha sido, que la competencia sería, es, máxima.

Dos son, a ojos de todos, los principales perjudicados. Bartra no ha ganado puntos con el nuevo entrenador y su presencia, de entrada, no pasa de meramente testimonial, apartado incluso de la convocatoria en el último encuentro. Pero más llamativa se entiende la suplencia ayer de Piqué.

Ausente en el debut por sanción, ocupó el puesto de Mascherano en Villarreal porque el argentino había sido expulsado ante el Elche y ayer, cuando todos los pronósticos le colocaban en el 11 se vio desplazado al banquillo en un claro aviso de Luis Enrique.

COLECTIVO FIRME

Por encima de los nombres, sin embargo, se catapulta a primer plano la nueva-recuperada personalidad futbolística de un Barcelona que a la magia de Messi y la ambición por el triunfo le suma la firmeza del colectivo en lo que al trabajo defensivo se refiere.

En tres jornadas el Real Madrid ha encajado ya seis goles por ninguno el Barça, que en tránsito hacia la perfección, cuando todavía da muestras de tener que afinar algunos puntos de su juego, se afana por poner el candado en su portería.

Hace dos temporadas, cuando el malogrado Tito Vilanova ocupó el banquillo que había dejado Pep Guardiola, el Barça enlazó seis victorias consecutivas para llegar a esa sexta jornada con 10 puntos de ventaja sobre el Real Madrid que ya se convirtieron en imposibles de remontar.

Transcurridas las tres primeras, el equipo merengue había empatado con el Valencia y perdido con el Getafe, transitando ya a cinco puntos del líder azulgrana. A la vista de la tabla, la situación es hoy todavía más favorable al equipo de Luis Enrique, que sin prisa pero sin pausa se ha disparado en este comienzo de Liga.

Solamente es un dato, pero echando la vista atrás, contemplar aquella temporada 1984-85 invita a la mejor de las sensaciones. Contundente en las victorias, el Barça mantiene una firmeza en su portería que es el reclamo del mejor optimismo.

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